Luis Gerardo Lara Vidrio y Jesús Ángel Rodríguez Clemente serán acusados por intento de homicidio cometido en contra de dos policías municipales y el responsable de la recepción en el edificio de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tijuana.
Ambos jóvenes (Se presumen inocentes mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial, Art.13, CNPP), también serán imputados por el Ministerio Público federal por posesión de armas largas de uso exclusivo del Ejército, una de las cuales percutieron alrededor de las 03:20 de la madrugada del sábado 18 de noviembre en contra de las oficinas de la fiscalía federal, localizada en Bulevar General Abelardo L. Rodríguez, Zona Río Tijuana.
Conforme a los primeros datos aportados por la Policía Municipal como primer respondiente, la madrugada del sábado participaron por lo menos cuatro vehículos. Pero los tiradores circulaban frente a la fiscalía por el carril que conduce de Zona Río hacia Bulevar Agua Caliente a bordo de un pick-up Dodge RAM 1500 color guinda; el conductor se detuvo frente al edificio, dos sujetos se bajaron del auto y descargaron sus armas largas. Sobre la calle quedaron 22 casquillos y en la fachada que rodea la entrada al edificio, 25 balazos. Un auto de la FGR y una patrulla municipal estacionados, también fueron impactados.
Los agresores huyeron inmediatamente, cinco calles adelante, abandonaron la RAM frente a la Clínica 7 del IMSS sobre Bulevar Agua Caliente. Los matones se repartieron, subieron a un pick-up Chevrolet S10 negro y a una Nissan Xterra blanca, ambos autos arrancaron rumbo a la 5 y 10. Cámaras de vigilancia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tijuana sólo pudieron seguir la camioneta blanca.
En la persecución, los presuntos delincuentes que huían en la camioneta Xterra dispararon en contra de los policías que los perseguían. Fueron capturados en Calle Kiwi y Nectarina de El Florido Segunda Sección en posesión de un rifle tipo fusil calibre .223.
De los dos detenidos, Ángel Rodríguez alias El Moreno, de 24 años, no tenía antecedentes delictivos, mientras que el historial de Luis Gerardo Lara Vidrio el Toro, de 21, registra cinco consignaciones ante las fiscalías por diversos crímenes calificados como menores. Pese a la reincidencia, en ninguno de los casos lo mantuvieron en prisión preventiva: delitos contra la salud en 2019 y en 2021; robo en 2021 y el 2023; y robo de vehículo en 2022, todos, cometidos en la misma zona de El Florido y Mariano Matamoros.
Sin embargo, una investigación previa de la FGR, ejecutada en enero, ubica a Lara como parte del grupo criminal integrado por una veintena de jóvenes que venden droga en el puente y los túneles en la zona de la 5 y 10 en Tijuana al servicio del Cártel de Sinaloa (CDS).
“Son delincuentes menores que pudieron ser reclutados por cualquiera”, manifestaron desde la FGR, donde advirtieron que la investigación apenas inicia.
La aprehensión de Lara y Rodríguez fue dictaminada como legal la tarde del domingo 19 de noviembre, pero la defensa solicitó y concedieron ampliación del término, por lo que la audiencia de imputación en la carpeta FED/BC/TIJ/0003286, se llevará a cabo hoy viernes 24 de noviembre.
Respecto al móvil del ataque, los detenidos se negaron a declarar y la carpetea de investigación en poder de la FGR aún está en integración.
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Como los días previos al ataque las corporaciones no tuvieron ningún aseguramiento o captura relevante, la fiscalía está revisando diversas hipótesis.
Previo a la balacera del 18 de noviembre, las oficinas de la FGR habían sido atacadas en tres ocasiones -2003 y 2010-, cuando criminales percutieron armas afuera sin dañar las instalaciones. En 2008, dispararon contra las unidades que estaban en el estacionamiento y quemaron uno de los autos.
Hasta el jueves 23 de noviembre, la FGR había realizado varios cateos relacionados con los dos tiradores capturados en flagrancia. “Y tiene detenidos, pero no ha informado”, se informó desde la Mesa de Seguridad.
ROBO DE DROGA
Hasta el momento, la línea más fuerte apunta a un robo de droga, presuntamente ejecutado
por un comando negro, tipo Base de Operaciones Mixtas (BOM), en el que se identificaron
elementos de la Policía Municipal de Tijuana, Guardia Nacional y más agentes vestidos de civiles, quienes irrumpieron en una casa ubicada en Privada Altitud 58, sobre Manuel Jesús Clouthier 17100, Fraccionamiento El Lago.
De acuerdo a la versión de testigos y a un video de vigilancia, el ingreso sin orden de un juez a un domicilio de la privada, se realizó alrededor de las tres de la mañana del viernes 17; en este delito participaron:
– Los oficiales municipales que tenían asignada la patrulla BC585A-1, incluido el agente Martín Carrillo Grande, hermano del ex policía Marco Tulio Carrillo Grande, detenido en 2019 como parte del Cártel Arellano Félix y su compañero, ambos enviados esta semana a puntos fijos.
– Agentes de Guardia Nacional cuyo número de patrulla no se puede identificar en las imágenes, pero fue registrado por algunos testigos, “además, todas sus unidades traen cámara de video, así que la Sedena ya debe haberlos ubicado”, manifestaron desde el Grupo Coordinación.
También estuvieron presentes en el cateo ilegal, elementos vestidos de civil a bordo de tres pick-ups, dos grandes, uno pequeño, y un sedán.
Aunque en la FGR aseguran que sus elementos no participaron, “el ataque a las oficinas delegacionales, los dueños de la droga sí los ubicaron en la escena del robo”, expuso un integrante de la Mesa de Seguridad. También investiga a la Fiscalía del Estado.
Esa madrugada, el comando abandonó la privada custodiando una camioneta en la que presuntamente se llevaron varios kilos de cocaína y metanfetamina.
“Se llevaron todo, saquearon la casa”, refirieron los testigos. Desde las áreas de Inteligencia de la Mesa de Seguridad agregaron: “Acarrearon también una camioneta tipo van cargada con cocaína y metanfetamina”.
Después de la balacera contra la FGR, para cubrir sus acciones, los agentes corruptos o los propietarios de la cocaína y metanfetamina sustraída, denunciaron de manera anónima -la mañana del 18 de noviembre- el mismo domicilio ante la Fiscalía Especializada en Narcomenudeo, la cual solicitó orden de cateo que le fue concedida y ejecutó esa tarde.
“Los policías vinieron y entraron dos veces, los primeros del viernes ingresaron sin nada, y los segundos del sábado, traían una orden de cateo”, recalcaron los testigos.
Narcomenudeo aseguró alrededor de 20 kilos metanfetamina y pastillas, los cuales, por incompetencia, fueron remitidos a la FGR hasta el domingo 19.
OTRAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
De entrada, la delegación estatal de la FGR no reporta nada notable los tres días previos a la balacera. Se atendieron casos menores, la Policía Municipal entregó tres sujetos armados, una pistola calibre .40 con cinco cartuchos. Y el sábado 18 de noviembre, la captura de Raúl N alias El Pelón, de 61 años, en la colonia La Ciénega, quien arrojó una mochila que contenía un arma tipo pistola calibre .25 y 210 envoltorios de plástico con la droga conocida como cristal.
La Guardia Nacional sólo remitió un detenido en posesión de 47 mil 300 dólares.
Dos fueron los asuntos relevantes que la FGR atendió cercano a la fecha del atentado, y aunque no eran nuevos, los está revisando:
Por un lado, el fin de semana del ataque, el Ministerio Público Federal había logrado la vinculación a proceso de Flora H, Kimberly V, Irene J y José A, las dos primeras, esposas de dos sujetos dedicados al tráfico de enervantes, quienes no fueron identificados por la FGR.
Estas tres personas habían sido aseguradas desde el 23 de octubre mediante cateo a un domicilio del fraccionamiento Buenos Aires Norte, donde fueron incautadas 2 toneladas 547 kilos 609 gramos de marihuana y cinco cartuchos útiles.
La casa fue intervenida después que el domicilio fue denunciado como punto de distribución de droga.
“Las parejas de las dos mujeres son los trasegadores y están prófugos porque el día del cateo salieron de la casa. Las mujeres se quedaron procesadas porque no pudieron alegar desconocimiento cuando vivían en un lugar con más de dos toneladas de marihuana”.
El segundo caso tiene origen en una llamada anónima que denunció que en un domicilio de la calle Xicoténcatl, Colonia Cuauhtémoc de Tecate, entraba y salía gente sospechosa. Tras una breve vigilancia previa, elementos de la Policía Federal Ministerial, de la Agencia de Investigación Criminal consiguieron los elementos para que les fuera concedida una orden de cateo que se ejecutó el 16 de noviembre.
Como resultado, arrestaron a Alejandro C, integrante de un club de motociclistas, ya que en el domicilio que habitaba era una fábrica de armas, donde se incautaron “dos armas cortas, 81 cartuchos útiles, ocho cargadores, dos máquinas impresoras 3D, un equipo de cómputo, diversas partes de armas, seis motocicletas” y manuales de armas de fuego.
“Esas impresoras traen un programa que les permite fabricar el 80 por ciento de las partes de una pistola como la Glock”, detallaron fuentes.
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OPERATIVO 5 y 10
A partir de un video que circuló en Facebook, titulado “Cuando quieres conseguir algo en la 5 y 10”, en el que se evidenciaba la venta de enervantes en los túneles y puente del conocido crucero en la delegación La Mesa en Tijuana, entre enero y febrero del año en curso, la FGR abrió una carpeta de investigación.
Como resultado, el Ministerio Público realizó indagatorias que les permitieron identificar a una célula de vendedores de droga al menudeo con alrededor de 25 integrantes; el trabajo concluyó con un operativo que reporto la captura de 15 vendedores de narcóticos.
“Es un tema viejo, pero el detenido Lara está vinculado a este grupo” y continúa delinquiendo en la zona referida.
AFECTACIONES AL CÁRTEL DE SINALOA
De acuerdo con autoridades representada en la Mesa de Coordinación para la Paz y Seguridad de Baja California, los tres casos que se están revisando como presuntos móviles del ataque a las instalaciones federales el 18 de noviembre se ejecutaron en áreas dominadas criminalmente por el Cártel de Sinaloa.
El historial delictivo de Luis Gerardo el Toro, uno de los perpetradores capturados, lo ubican en el crucero de la 5 y 10, la zona del Florido y Mariano Matamoros, terrenos controlados por las mafias sinaloenses.
Las autoridades refirieron que en esos puntos tienen presencia dos células criminales del CDS: una encabezada por José Luis Mendoza Uriarte, alias El Güero Chompas; y Francisco Javier Mendoza Uriarte el Chapito, quienes ejercen control delictivo en la Zona Este de Tijuana desde febrero de 2010, pero que en el año por concluir, han mantenido un perfil bajo.
La segunda de célula representa los intereses de los hermanos René y Alfonso Arzate con Rafael Yocupicio alias El Cabezón y Franklin Ernesto Huezo Hernández el Ranchero a la cabeza de los grupos criminales en la calle, quienes a partir de mayo aumentaron los homicidios y ataques armados en búsqueda del control total de la Zona Costa de Baja California.
