Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, autoridades de los diferentes niveles de gobierno han asegurado más de 2 mil laboratorios clandestinos para la elaboración de drogas -en su gran mayoría de metanfetamina- sin que se reconozca la localización de fábricas de fentanilo en territorio nacional, pese a que las pastillas azules con el opioide son manufacturadas en este país para su trasiego hacia el Norte.
De acuerdo con informes del Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal, del 1 de diciembre de 2018 al 4 de septiembre de 2023 fueron desmantelados 2 mil 020 narcolaboratorios, asegurándose en ellos casi 144 toneladas de metanfetamina y mil 290 toneladas de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas; sin embargo, con estas acciones se evitó la producción de más de 7 mil 090 toneladas de estupefacientes, afectando con ello la economía del crimen organizado en más de 1.8 billones de pesos, según el dato oficial.
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Pese al aseguramiento en el mismo periodo de 7 toneladas 689 kilos de fentanilo ilícito, las autoridades mexicanas continúan sin reconocer que en el país se prepara la mezcla que, ya sea en comprimidos o en polvo, es distribuida para consumo de adictos estadounidenses y también se empieza a distribuir al detalle en diversas ciudades fronterizas de manera experimental a través de otras drogas, sin que el consumidor se entere del tipo de sustancia que está ingresando a su cuerpo.
Fuera de laboratorios, en calles, carreteras, puertos, aeropuertos o cualquier lugar, durante casi cinco años, servidores públicos municipales, estatales o federales han asegurado 423 toneladas 441 kilos de metanfetamina y 7 toneladas 689 kilos de fentanilo; en el mismo lapso, agentes policiales y castrenses incautaron 182 toneladas 453 kilos de cocaína, 722 toneladas 659 kilos de marihuana y una tonelada 515 kilos de heroína, droga que tenía como principal destino Estados Unidos, así como países de Asia y Europa.
En el caso de la metanfetamina, más allá de la alta producción que se exporta, otra parte ya se consume en el mercado negro mexicano en sus muy variados nombres y productos: cristal, crico, azul, hielo, anfeta, meta, ice y speed.
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Gady Zabicky, comisionado nacional contra las Adicciones, advirtió que desde 2013 a la fecha el consumo de cristal incrementó en nuestro país en más de 500%, principalmente por su bajo costo y las millonarias ganancias para quienes lo producen, convirtiéndolo en un negocio fatal.
Por lo que ve al fentanilo, el Presidente López Obrador, funcionarios de Salud, Relaciones Exteriores y el titular de la Secretaría de Marina, Rafael Ojeda, rechazan que este opioide se produzca en México, pues procede de China en su camino hacia EU. Sin embargo, otros funcionarios como David Córdova Campos, comisario general de la Guardia Nacional, han informado en la conferencia mañanera -como ocurrió el 16 de mayo de 2023- que se habían desmantelado 19 laboratorios clandestinos dedicados a la producción de fentanilo.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, actualizaría el dato al 18 de abril: 37 centros de manufactura de pastillas de dicha droga sintética.
BAJA CALIFORNIA
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Fiscalía General de la República (FGR), Guardia Nacional (GN) y Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) han participado en el aseguramiento de diversos narcolaboratorios, principalmente en Tecate, aunque también se han hecho hallazgos en Mexicali tanto de elaboración de metanfetamina, como en menor grado de manufactura de pastillas de fentanilo.
Una de las acciones tuvo lugar en la segunda quincena de enero en un inmueble de la colonia Solidaridad Social de la Capital bajacaliforniana, cuando elementos militares y de la Agencia de Investigación Criminal catearon un domicilio donde localizaron drogas, sustancias químicas y cartuchos para armas de fuego. En el lugar fueron aseguradas 500 pastillas de fentanilo, 25 kilos 611 gramos de acetaminofén, 5 kilos 500 gramos de dipirona, 770 comprimidos de dipirona, un kilo 191 gramos de estearato de calcio, 435 gramos de manitol, dos litros de alcohol etílico, dos gramos 700 miligramos de marihuana, cuatro balas útiles y dos vehículos. No hubo detenidos.
El martes 21 de febrero, gracias a una denuncia anónima, personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana inhabilitó un laboratorio de metanfetamina localizado cerca de Santa Verónica en Tecate, a 18.3 kilómetros de La Rumorosa, sin que se revelara la cantidad exacta de droga asegurada, pues se informó con base en el número de costales y contenedores que había en el sitio, entre droga y precursores químicos. Se trataba de la fábrica de enervantes más grande de los últimos años en BC, donde se producía hasta una tonelada de cristal cada 15 días.
Presuntamente la disputa entre dos facciones del Cártel de Sinaloa -la de Los Rusos y Los Chapitos- motivó que una de ellas denunciara anónimamente a la otra y las autoridades dieran con el narcolaboratorio habilitado como campamento con camastros, donde por lo menos diez personas atendían la producción posteriormente conducida a bordo de alguna de las tres camionetas aseguradas por los caminos vecinales que comunican con Jacume y Jardines del Rincón con destino a Tijuana, y en algunos casos, directo a la Unión Americana. Al día siguiente fue descubierto otro laboratorio en un inmueble ubicado al Norte de la carretera al Aeropuerto de Mexicali.
Desde hace tiempo La Rumorosa se convirtió en zona de laboratorios, lo cual se volvió a reflejar el 16 de junio, cuando agentes estatales y militares se toparon en la zona montañosa aledaña al Ejido José María Pino Suárez con un campamento con laboratorio donde había droga, precursores químicos e implementos diversos, tales como una caja con 300 kilos de una sustancia granulada, otra caja con 200 kilos de una sustancia similar, una tina de plástico con 200 kilos más de la mezcla, así como tambos de metal y plástico, bidones, ollas de aluminio, vaporeras, calderas, tinas de plástico, filtros y mangueras, entre otras cosas.
FENTANILO
Tras los constantes señalamientos del gobierno estadounidense de que en México se produce fentanilo ilícito, ese que mata a más de 110 mil norteamericanos al año y que poco hace para combatirlo, la administración de AMLO ha determinado excluir el dato de los laboratorios asegurados donde se fabrica el opioide para no contradecir el discurso de que México sólo es un país de tránsito del producto chino; sin embargo, desde 2022 se dieron a conocer algunas acciones de las Fuerzas Armadas que demuestran que el fentanilo ilícito sí se diseña en el país, aunque se disfrace la palabra laboratorio por “centro de manufactura de pastillas”.
Simplemente en los primeros días de julio del año próximo pasado se logró el histórico aseguramiento de 542.7 kilogramos de fentanilo, en una acción en la que participaron elementos de la Sedena y GN al allanar un inmueble de la colonia Las Palmas en Culiacán, Sinaloa, donde fueron detenidas diez personas involucradas. Los multitraficantes manejaban desde metanfetamina (555 kilogramos), goma de opio y heroína hasta cocaína, en un golpe que representó una afectación económica para el Cártel de Sinaloa por el orden de los 4 mil 642 millones de pesos, según cálculos del Gobierno Federal.
La acción, presumida mediáticamente, traería severas críticas del grupo político opositor al mandatario estadounidense Joseph Biden, al señalar que México no hace lo suficiente para frenar el trasiego del opioide que está matando a sus connacionales. El gobierno mexicano ha respondido con detenciones como la de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán el 5 de enero de 2023; y la de José Guadalupe “Lupe” Tapia Quintero el 9 de febrero, considerados productores y traficantes de fentanilo. Todavía el 14 de febrero, la Sedena informó de la inhabilitación de un centro de manufactura de esa droga en Culiacán, donde se aseguraron 128 kilos de fentanilo granulado y más de 629 mil pastillas.
El 16 de febrero, el titular de la Embajada de Estados Unidos en territorio mexicano, Kenneth Lee Salazar, felicitó al Gobierno de México por haber realizado tal incautación, pues, además, el laboratorio era el de mayor capacidad de producción de metanfetamina localizado en Sinaloa. “Estamos listos para colaborar para seguir las pistas de las incautaciones juntos y desmantelar redes criminales que desestabilizan nuestra región”, indicó el diplomático estadounidense en uno de varios post en su cuenta de la red social X, en ese entonces Twitter.
De manera recurrente, Estados Unidos insiste en la participación de los narcotraficantes mexicanos en la fabricación de la droga de moda, sobre todo a través de sus designaciones en la lista negra de cabecillas del narcotráfico y lavadores de dinero. A principios de este año, el Departamento del Tesoro enlistó a los hermanos Ludim y Luis Alfonso Zamudio Lerma, así como al hijo del primero, Ludim Zamudio Ibarra, por presuntamente suministrar precursores químicos a miembros del Cártel de Sinaloa, incluido Luis Gerardo Flores Madrid, quien trabajaba para Ovidio Guzmán.
El 16 de mayo, el titular del Departamento de Estado norteamericano, Antony John Blinken, lanzó una acusación al Gobierno de China de permitir el envío de sustancias químicas a México, empleadas para fabricar el fentanilo que se trafica a territorio estadounidense. “China tendrá que decidir si quiere responder a esta demanda o si va a seguir permitiendo de una forma u otra el desvío de estos precursores químicos”, dijo el funcionario, quien aclaró, muchos de los precursores eran legales, pero llegaban de forma ilícita a México desde Asia.
Recientemente la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro designó a nueve personas radicadas en México como presuntas responsables del tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas en nombre de Los Chapitos y Cártel de Sinaloa. Apenas en abril del mismo año, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York (SDNY) acusó a siete de los nueve individuos -en tres acusaciones separadas- por una variedad de cargos que incluían tráfico de fentanilo, tráfico de armas y lavado de dinero.
