A través de una tarjeta informativa, el Instituto Nacional de Migración, negó el intento de ingreso al albergue Border Line Crisis Center el miércoles 11 de octubre, “por el contrario intentaban comunicarse con los residentes”, esto después de la denuncia pública realizada por Judith Cabrera, directora del albergue migrante.
“No hubo un intento por ingresar al inmueble. En todo momento se buscó establecer comunicación con quienes estaban dentro del edificio y al no haber respuesta, los Agentes Federales de Migración se retiraron del lugar”, explicó.
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A través del comunicado se comentó que se trataba de un recorrido rutinario en las inmediaciones del Parque Las Californias, Puente México, Zona Centro de la ciudad de Tijuana. En el mismo destacaron que la zona es reconocida como: “ un punto de reunión de grupos de migrantes extranjeros, donde traficantes de personas los concentran para incitarlos a cruzar de manera masiva por la Canalización Río Tijuana a Estados Unidos”
De igual manera, se catalogó al inmueble como “sospechoso” al encontrarse deteriorado y vandalizado, así como se visualizaron casas de campaña y personas alojadas en el interior, por lo que llamó la atención para comunicarse con los residentes.
Sin embargo; a través de la evidencia gráfica compartida por la dirigente del albergue el pasado martes 17 de octubre a través de una rueda de prensa, se observan a elementos de la Guardia Nacional acompañados de agentes del Instituto Nacional de Migración intentando levantar la cortina corrediza de la entrada al inmueble.
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A pesar de la justificación de la institución, y como se destacó por la activista, el artículo 76 de la Ley de Migración establece que no se pueden realizar visitas de verificación migratoria en lugares donde se encuentren migrantes albergados por organizaciones de la sociedad civil, o personas que realicen actos humanitarios de asistencia o de protección a los migrantes, acción que confirmaron realizar como parte de su “recorrido rutinario”.
