En el “Encuentro – Diálogo sobre la Ley de Protección al Patrimonio Cultural de los Pueblos, Comunidades Indígenas y Afromexicanas”, fue presentada dicha ley que garantiza la protección de los elementos significativos de los pueblos indígenas.
En el encuentro participó la senadora Susana Harp Iturribarría, presidenta de la Comisión de Cultura y colaboró la Secretaría de Cultura de Baja California.
La ley que entró en vigor el 17 de enero de 2022, se encarga de regular a terceros, ya sean personas físicas o morales, como es el caso de diseñadores, talleres o fábricas que quieran hacer uso de los elementos culturales de una comunidad; en ella se estipula que dichas personas deben solicitar permiso a las comunidades para realizarlo, explicó la senadora.
“Nadie está diciendo que los que tienen una empresa no se deben de acercar a las comunidades, no es un tema de pintar la raya, no es eso, es que las comunidades estén al centro de la decisión; lo que no se vale es tomar los diseños o los elementos de cultura e identidad de la comunidad y sin su autorización hacer lo que se les de su gana”, externó Harp.
Los interesados deben pedir permiso a toda la comunidad, a causa del derecho colectivo, por lo que los miembros deberán tomar decisión en conjunto. Señaló que, solamente la comunidad puede hacer cambios en sus elementos porque son culturas vivas.
Según expuso, entre las formas de protección a la herencia cultural, se sugiere lo siguiente:
- Realizar una reunión comunitaria.
- La elaboración de dos listas de elementos culturales en donde se dividan los que tienen autorización de comercialización (por ejemplo: textiles, cerámica, alfarería, gastronomía, herbolaria) y los que no (por ejemplo: lengua materna, rituales, ceremonias sagradas).
- Finalmente, se sugiere registrar la lista ante el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y Culturas Populares.
Entre los casos de colaboraciones que ya han puesto la ley en marcha destacó el trabajo de Roche Bobois, una empresa mueblera que realizó sillas con los bordados de la comunidad, además realizó un libro donde relatan la historia de los artesanos que trabajaron en el proyecto, de su comunidad y su técnica.
Por otro lado, expuso una de las situaciones en donde el Patrimonio Cultural no fue tratado correctamente, fue en el caso de los Voladores de Papantla en Veracruz, en donde se realizó uso no consentido de la imagen por marcas como Cerveza Indio, Chevrolet y Moneyman. Agregó, que entre los casos de apropiación cultural destacan el textil bordado de Tenango de Doria, Hidalgo en un vestido Carolina Herrera, el Gabán tradicional de Santa Clara del cobre, Michoacán por Isabel Marant, y el Huipil ceremonial de Huautla de Jiménez, Oaxaca por Zimmerman. (Mara Yáñez)
