El nuevo plan de estudios, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de agosto de 2022, modifica los grados al establecer fases. La Fase 1, contempla la educación inicial, de 0 a 2 años, 11 meses; Fase 2, preescolar; Fase 3, primero, segundo y tercero año de primaria. Fase 4, tercero y cuarto; Fase 5, quinto y sexto; Fase 6, primero, segundo y tercer año de secundaria.
Además, elimina las materias agrupándolas en cuatro campos de formación:
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1. Lenguajes (Español, Inglés, Lenguas Indígenas, Arte y Lenguaje de Señas) para desarrollar habidades de comunicación asertiva.
2. Saberes y pensamiento científico; se pretende que los estudiantes desarrollen la capacidad de analizar diferentes concepciones del mundo, resuelvan problemas y tomen decisiones basadas en el bienestar.
3. Ética, naturaleza y sociedades; aborda la relación del ser humano con la sociedad y la cultura, reflexionando sobre la crisis ambiental, relaciones culturales, igualdad de género, derechos humanos.
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4. De lo humano y lo comunitario; fomentará la construcción de la identidad personal y el sentido de pertenencia a grupos, con temáticas sobre vida saludable, inclusión, igualdad de género e interculturalidad.
Asimismo, implanta como ejes articuladores el pensamiento crítico, la interculturalidad crítica, la igualdad de género, la inclusión, la educación estética (apropiación de las culturas a través de la lectura y la escritura) y la vida saludable.
“En esta perspectiva, los contenidos dejan de responder a una especialización progresiva por asignaturas y se articulan junto a situaciones que son relevantes para el sujeto y la comunidad a partir de puntos de conexión comunes entre disciplinas que integran cada campo”.
Por ejemplo, en el eje articulador de la inclusión, la SEP espera que el estudiante comprenda “la lógica colonial que opera en nuestra experiencia humana cotidiana” en el dominio económico con la apropiación de la tierra y la explotación humana; el dominio político que comprende la apropiación de las autoridades; el dominio social con el control de género, la clase social, la sexualidad, la condición étnica; y el dominio epistémico, dedicado al control del conocimiento y las subjetividades.
El nuevo plan está basado en la Nueva Escuela Mexicana, que privilegia la dignidad humana como un valor intrínseco que tiene todo ser humano, “que es irrenunciable, no intercambiable, irrevocable e inviolable y que, por sí mismo, justifica el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos humanos y justicia social”.
El sentido de lo humano en la educación, implica el reconocimiento, cuidado, protección y desarrollo de la dignidad de niñas, niños y adolescentes. Esto significa que las relaciones que se construyen en la escuela y fuera de ella con las personas, el saber, la ciencia, el medio ambiente, la sociedad, la tierra, la tecnología, así como el mundo en general, se realizan a partir de la responsabilidad que se asuma hacia estos ámbitos de la vida y no sólo por el conocimiento que se tenga de ellos, indica la SEP.
