Los nuevos libros de texto que comenzaron a llegar a las escuelas de educación básica públicas y privadas de México en los primeros días de agosto, contienen “un pobre dominio del lenguaje”, con una ideología que se pretende imponer, graves errores conceptuales, temáticas no aptas para la edad de los estudiantes, problemas ortográficos recurrentes, carecen de ejercicios que refuercen el aprendizaje de disciplinas fundamentales -como las Matemáticas, dado a que, según la Secretaría de Educación Pública no es “función de la escuela formar capital humano desde la educación preescolar, primaria y secundaria hasta la educación superior para responder a los perfiles que establece el mercado laboral”.
Desde esta posición lo que predomina en estos nuevos contenidos es menos conocimiento básico para los estudiantes mexicanos en Matemáticas, Física, Química, Historia, Español y mayor promoción de una ideología donde el individuo pasa a segundo término y prevalece lo comunitario, ceñido al discurso oficial de la llamada Cuarta Transformación.
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Prevalece, además, la idea de México como un país predominantemente rural, donde la cultura prehispánica es hegemónica, las nuevas tecnologías no tienen relevancia e incluso la Secretaría del Bienestar se convierte en una fuente de información para estos materiales elaborados por Marx Aŕriaga, quien fue sinodal de la primera dama Beatriz Gutiérrez y actualmente encabeza la Dirección General de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Los nuevos libros gratuitos están basados en el plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria para el ciclo 2023-2024, publicado el 19 de agosto de 2022, cuando Delfina Gómez Álvarez, próxima gobernadora del Estado de México, aún era secretaria de Educación.
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A propósito, Marx Arriaga, coordinador de estos contenidos, afirmó hace unos meses en una conferencia en la Universidad de Guadalajara: “Con la entrada de Delfina Gómez a la SEP se permitió que se cambie el diseño de los libros para que del proceso de éstos se encargue sólo el magisterio a nivel nacional, lo que abre nuevas posibilidades para que ‘los nadie’ recuperen sus espacios”.
Los nuevos libros ya no están elaborados por materias o disciplinas específicas. Es decir, no hay un volumen de Español, otro de Matemáticas, Ciencias Naturales, Geografía, Biología, Salud, Historia. En su lugar están cinco libros por cada grado educativo: Proyectos Escolares, Proyectos de Aula, Proyectos Comunitarios, Nuestros Saberes y Múltiples Lenguajes (siendo los dos últimos de referencia).
Pero los libros no tienen un orden ni secuencia aparente en cuanto a su contenido, pues una hoja está dedicada al Lenguaje de Señas y la siguiente a animales y plantas, y la que sigue, a figuras geométricas; cuatro páginas más adelante se muestran los órganos sexuales a detalle y así sucesivamente. Esto obedece al nuevo modelo educativo donde se trata de trabajar por proyectos seleccionados por el docente que debe desarrollar con sus alumnos. Ya no es en equipo, sino en comunidad.
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El problema de una enseñanza a base de proyectos, es que “no vas a encontrar manera de darle acomodo a todos los contenidos que son importantes y que deben estar en el plan de estudios, y en los libros de texto como distintas lecciones”, señaló Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav).
De ahí que en los nuevos libros de texto queden fuera las Matemáticas, “una disciplina compleja, que requiere ejercicios, progresividad, metodología”, y dejarla fuera es “muy grave”, considerando que en resultados de pruebas internacionales México salía mal y tenía rezago. No obstante, la realidad es que no sólo las Matemáticas, sino “todas las disciplinas quedan muy desvanecidas”, expuso a ZETA Maldonado.
En perspectiva similar, la profesora Isabel Chiw Alva dijo que los libros de Primero a Cuarto Grado de primaria que han llegado a su escuela “no traen nada de Matemáticas”.
“Si le quitas al niño la práctica secuencial, diaria, de ciertos ejercicios que van a permitir que domine ciertas áreas de la matemática, como la adición, la resta, la multiplicación, le estás quitando la orientación hacia donde queremos llevarlo, que es a crearle ese pensamiento lógico-matemático a través de la resolución de problemas. Realmente el libro no trae nada de eso, si acaso trae unas pequeñas referencias, entonces, nos enfrentamos a que el todo el trabajo lo tiene que hacer en el cuaderno”, afirmó.
Otra profesora, quien pidió no ser identificada, comentó que en el caso de los libros de Primer Grado de primaria hay actividades para pensar mediante preguntas, pero “hace falta que el niño escriba las cosas básicas que tiene que aprender en primaria”.
Ejemplificó: en Español, las bases para que un niño aprenda a escribir son las sílabas para que forme palabras y lea palabras cortas. Otra complicación es que el poco contenido que se da de Matemáticas para Primero y Segundo Grado es que van acompañados de lecturas complejas.
Algunos contenidos de los libros para estudiantes de 6 y 7 años no son aptos para la edad, “porque no son tan entendibles, son temas que no les pueden interesar mucho, como Qué miden los relojes, que habla de números en chino, árabe, coreano. Se me hace complicado para un niño de primero, está muy elevado para él, que apenas está aprendiendo la escritura en números normales. Le mencionas el romano, el egipcio, que eso se ve más en Quinto”.
Para María, madre que tuvo acceso al libro de sexto año de primaria en el portal https://cife.edu.mx/recursos/nuevos-libros-de-texto-2023-2024-nueva-escuela-mexicana/ es difícil identificar los conceptos y temas que se abordarán.
“Por ejemplo, en Español no vi conjugaciones de verbos, acentuación de palabras. En Matemáticas no vi los temas de áreas ni perímetros que mi hijo estudió en quinto, se supone que sexto es repetición de quinto. Me preocupa porque no sé qué temas reforzará”, manifestó.
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“Lo que alcancé a ver es que en muchas de las actividades se pide que investiguen, y sugieren ir a la biblioteca escolar, pero no todas las escuelas tienen biblioteca, y las que las tienen, tal vez no tengan los libros para consultar los temas. Pienso que muchos consultarán en internet, con lo que aparezca, pero hay gente que no tiene internet, no sé cómo se resolverá eso”, indicó la entrevistada.
IDENTIDAD DE GÉNERO
En el libro “Nuestros Saberes” de Segundo Grado, dirigido a menores de 7 y 8 años, en la página 101 se abordan los órganos sexuales externos de hombre (pene y testículos) y de mujer (clítoris y vulva), y de las páginas 192 a 197, los temas de identidad de género y familias de distinto tipo, considerados controvertidos por la profesora Chiw Alva, ya que al docente le corresponde orientar más que informar: “Todo eso es trabajo de los padres de familia y que uno nada más reafirma, pero ya que te lo manden en un libro donde el niño va a tener contacto con él, ah, caray, cómo se lo digo, porque no sé cómo se lo trate su papá o mamá”.
Comentó que en la institución en la que labora se pronunciaron a favor de que los libros de texto sean entregados a los padres de familia, y sean ellos quienes determinen qué quieren usar y qué no, mientras los profesores se allegan de más material para profundizar en lo que haga falta de temas básicos en la enseñanza primaria.
Alma Maldonado, investigadora del Cinvestav, expresó su preocupación del libro denominado “Un libro sin recetas para la maestra y maestro”, correspondiente a la Fase 3 (primero y segundo año de primaria), por ser un manual de ideología de 1970.
“Si hay un gremio politizado en este país son los maestros y las maestras, entonces, que ahora quieran adoctrinarlos, me parece irrespetuoso con lo que ha sido la lucha del magisterio”, aseveró.
Algunas de las preguntas que se incluyen en ese libro son: ¿Reconoces la diferencia entre subalternidades y hegemonía, entre dominados y dominantes, entre oprimidos y opresores? O ¿Los maestros creen que los medios masivos legitiman al sector hegemónico?, pero hay muy pocas herramientas didácticas para que docentes puedan enseñar mejor a los niños y niñas, cuyos libros “no están adecuados para las etapas, ni para el lenguaje de los niños”.
Uno de los errores conceptuales de diseño y hasta de ortografía que se han encontrado, es el comentado por José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex presidente de la Academia Mexicana de las Ciencias, quien señaló que en un libro de Quinto Grado, se refiere que el calor y el peso son propiedades físicas, lo cual es incorrecto.
En una entrevista radiofónica, Raúl Rojas González, profesor de Matemáticas e Informática de la Universidad Libre de Berlín, afirmó que el libro de Matemáticas que se había usado tenía 224 páginas y fue sustituido por el de “Nuestros Saberes” de primer año, en el que sólo existen once páginas de contenido de esa disciplina y con muchos errores, “como la definición de una figura geométrica como la constituida por líneas, puntos y ángulos, y eso deja fuera de la definición al círculo, que es una de las más importante figura geométricas”.
Otro detalle es que se promueve un “lenguaje inclusivo”, donde el concepto en plural de “todos”, ahora se escribe “todes” o en su defecto, “todxs”, finalmente qué importa la Real Academia de la Lengua (RAE).
RETROCESO EN EDUCACIÓN: IMCO
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los documentos disponibles sobre el nuevo plan de estudios y los programas curriculares (conocidos como programas sintéticos), determinando que el nuevo plan de estudios “será un retroceso para la educación y generación de talento en México, lo cual se traduciría en el largo plazo en menor crecimiento económico”.
El nuevo plan de estudios se pronuncia en contra del desarrollo de talento con base en las habilidades y necesidades del mercado laboral en la educación básica, por considerar que está peleado con el desarrollo humano y de la comunidad.
Otro cambio polémico hecho por la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue la sustitución de los grados educativos por fases (Fase 1, inicial; Fase 2, preescolar; Fase 3, Primero, Segundo y Tercer Grado de primaria; Fase 4, Tercero y Cuarto Grado de primaria; Fase 5, Quinto y Sexto; Fase 6 (primero, segundo y tercer año de secundaria) y la modificación de los sistemas de evaluación. Sin embargo, considera el IMCO, no impactarán de manera significativa en el sistema educativo.
LA BATALLA LEGAL
En mayo de 2023, Yadira Medina Alcántara, jueza del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, concedió una suspensión definitiva para la impresión de libros de texto correspondientes al nuevo plan de estudios en el juicio de amparo 748/2023, presentado por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNFP); ordenó que los materiales educativos fueran sometidos a revisión y que la SEP comprobara que el rediseño siguió el procedimiento legal.
Sin embargo, la administración de Andrés Manuel López Obrador continuó con los libros de texto y reservó por cinco años la información relativa a su elaboración. El 31 de julio, la jueza Medina dio un plazo de 24 horas para que la SEP acate la suspensión definitiva.
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Sin embargo, el martes 1 de agosto la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, aseguró que la dependencia no había sido notificada oficialmente y ha “cumplido escrupulosamente con el desahogo con los requerimientos judiciales”.
En un video difundido en redes sociales, Ramírez Amaya indicó que se está “en tiempo, en forma y en condiciones de publicar los programas de estudio definitivos que constituyeron la base para la elaboración de los nuevos libros.
“Los nuevos libros de texto gratuitos son resultado del trabajo solidario de miles de maestros y maestras innovadores, especialistas, académicos e ilustradores”, y los estudiantes aprenderán “desde una perspectiva humanista, científica, de igualdad de género, diversidad, justicia social e inclusión”, refirió.
En entrevista con ZETA, Alma Maldonado señaló que la SEP incumplió con sus propios procedimientos establecidos en el decreto del plan de estudios del 19 de agosto de 2022, en el que se estipuló dar a conocer a cabalidad los programas de estudios, “pero sólo dieron avances de éstos”.
En ese decreto, la SEP estableció que el nuevo plan de estudios se implementaría mediante programa piloto en primero de preescolar, primero de primaria y primero de secundaria; es decir, en “un universo pequeño en el que ves cómo funciona lo que hiciste, y ahí hubieran salido muchos de los problemas que estamos viendo hoy”, consideró la investigadora del Instituto Politécnico Nacional. Pero la realidad es que se elaboraron los nuevos libros para todos los grados de primaria y secundaria.
En el caso de secundaria, no se conoce cómo se dieron las licitaciones. “Eso es muy grave porque resguardaron la información por cinco años”, observó.
Anteriormente, con las licitaciones públicas -porque la C omisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos nunca ha tenido la capacidad para imprimir los libros de secundaria- se garantizaba que las editoriales privadas hicieran su mejor trabajo porque querían ser seleccionadas, entonces, eran libros que pasaban por evaluadores, por especialistas, que revisaban y evaluaban los libros producidos, y eso fue lo que no se hizo ahora.
PREVÉN PROTESTAS Y MÁS AMPAROS EN BC
El consejero presidente honorario de la Coalición para la Participación Social en la Educación, AC (Copase) en Baja California, Alfredo Postlethwaite Duhagón, coincidió en que la SEP no cumplió con la norma al diseñar y elaborar los libros pues no dio a conocer previamente el plan de estudios, ni los programas educativos, ni consultó a expertos, padres de familia y/o representantes sindicales sobre los materiales.
En julio, la Copase presentó en BC un juicio de amparo contra la elaboración de libros de texto, y a pesar de que ya le fue concedida la suspensión a la Unión Nacional de Padres de Familia a nivel nacional, la determinación no ha sido acatada por ningún servidor público, en alusión a que por instrucciones de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y del secretario estatal de Educación, Gerardo Solís Benavides, se siguen distribuyendo los nuevos libros a las escuelas.
El lunes7 de agosto, la Copase, junto con otras organizaciones civiles, ofrecerán una conferencia de prensa para “concientizar la problemática en lo legal y en la calidad de libros de textos que pretende la autoridad repartir”.
Se enviarán oficios a Ávila Olmeda y a Solís Benavides solicitándoles la no distribución, además de incentivar a los padres de familia a que se amparen e incluso salir a las calles a manifestarse.
CRECEN VOCES EN CONTRA
Hasta el cierre de edición, al mediodía del jueves 3 de agosto, la petición denominada El futuro de niñas, niños y jóvenes en riesgo: No a los nuevos libros de texto gratuito, subida por Alma Maldonado a la plataforma Change.org para detener la distribución de los nuevos libros, ya acumulaba 120 mil 440 firmas.
Sin embargo, durante la mañana el Presidente López Obrador afirmó que las observaciones hechas eran “pura invención” y las calificó de “exageraciones”: “Decirle a la gente que no hay nada qué temer, nada de qué preocuparse”.
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Expresó que en su gobierno se buscó mejorar los contenidos en los libros de texto, “ponerlos en correspondencia con la nueva realidad, eso fue lo que hizo. Nos llevó tiempo, es un trabajo en el que participaron muchos especialistas. Desde luego pueden ser perfectibles, pero están bien hechos. Sus contenidos son muy buenos y el propósito es que haya una educación científica y al mismo tiempo humanística”.
Lo cierto es que en un sondeo hecho por ZETA, maestras y madres de familia que han visto los nuevos libros de texto consideraron que enseñar con ellos implicará un trabajo “titánico” para los docentes, ya que se requerirá “más organización y planeación”, así como capacitación a los padres de familia. Con ello, se corre el riesgo de ampliar la brecha educativa entre quienes cuentan condiciones familiares, sociales y tecnológicas más favorables y quienes no las tienen.
A tres semanas de que comience el ciclo escolar 2023-2024, la SEP comenzó la distribución del material educativo sin que haya entregado el plan de estudios ni los programas de estudios completos, ni capacitado a cabalidad a los docentes.
La distribución de los materiales inició en desacato de una orden judicial por un amparo presentado por la Unión Nacional de Padres de Familia. En proceso hay otros juicios de amparo de organizaciones de padres de familia de cuatro estados (Baja California, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas) para detener la impresión y distribución de los libros.
A ello se suma una petición de académicos e investigadores que piden frenar la distribución de los libros y se usen los anteriores mientras se resuelven los temas legales y se revise el contenido por expertos.
El 1 de agosto, AMLO aseguró que “no hay ningún juicio de amparo que impida que se distribuyan los libros”; sin embargo, en Baja California se tiene conocimiento de que han llegado libros de Primero hasta Cuarto Grado de primaria, y “no sabemos si los de Quinto y Sexto van a llegar”, puntualizó una de las profesoras consultadas.
