Choque hipovolémico secundario a decapitación o hemorragia aguda secundaria a herida punzocortante en el cuello, fueron las causas de muerte manifestadas en el dictamen del Servicio Médico Forense de Baja California en cinco de seis casos de cadáveres localizados con la cabeza desprendida del cuerpo, consultados específicamente por ZETA.
“Los asesinaron degollándolos y eso no es común”, confirmó uno de los investigadores incorporados a la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad del Estado; “usualmente, primero les disparan o los asfixian, y la decapitación es post mortem”, agregaron.
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“Creemos que en esos homicidios montaron una escena, incluso pudieron grabar los asesinatos para enviar el video probando que cometieron el crimen y la forma en que lo hicieron, para que les pagaran.
“Además de estos nuevos niveles de violencia, lo que está caracterizando la actual ola criminal, es que varias de las personas asesinadas en fecha recientes, ya estaban identificados como sicarios. Antes lo muertos eran puros vendedores de droga, ahora, son homicidas”, se informó.
De los generadores de violencia que encabezan las células criminales que están ejecutando las decapitaciones, las autoridades mencionaron a las que encabezan:
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* Jesús Rafael Yocupicio alias El Cabezón y/o El 27, del Cártel de Sinaloa.
* James Brayan Corona el Apache, de la alianza Cártel Arellano Félix-Cártel Jalisco Nueva Generación.
* Pedro Stanley Herrera Jelinek, del Cártel de Sinaloa, realizando mutilaciones post mortem y con dos órdenes de aprehensión por homicidio.
Las decapitaciones mencionadas ocurrieron los días 5 y 6 de agosto, pero las autoridades tardaron dos semanas en dar respuesta sobre la forma en que las personas fueron ultimadas.
LOS CINCO DE TECATE
“Sigan mandando más pendejos de estos Jesús Alfonso Trapero Ibarra, Alias el Trapero. Att. CDS. Ni todos juntos pueden maricones”, fue el mensaje criminal dejado en uno de los cinco cuerpos localizados dentro de una camioneta Chevrolet Astro el sábado 5 de agosto en Tecate; los cuerpos, desnudos y apilados, y frente a estos las cinco cabezas, una un lado de la otra.
El tétrico montaje fue localizado en la calle Jalisco de la colonia Braulio Maldonado por los primeros respondientes y los investigadores, estacionado cerca de la casa del padre del alcalde Darío Benítez.
De acuerdo a los análisis de la Mesa de Seguridad, Tecate es un punto de narcomenudeo y trasiego que pelean el ex policía de Tijuana, Trapero, por el lado de Jalisco, contra Rafael Yocupicio y Edwin Antonio Rubio López el Max y/o El Oso, del Cártel de Sinaloa.
En la terrorífica escena, sólo el cuerpo identificado con número 2 tuvo una causa diferente de muerte, por proyectil de arma de fuego, y correspondía a José Guadalupe Escobedo García, con residencia en colonia El Jibarito en Tijuana, muy lejos de la zona en pugna y sin antecedente delictivo alguno.
Las otras cuatro víctimas se desangraron después que la cabeza les fue desprendida.
Tres eran residentes de Villas del Capo en Tijuana y todos tenían antecedentes de capturas previas por diversos delitos:
* Adrián Espinoza Espinoza, residente de Villas del Campo, por posesión de armas.
* Cuauhtémoc Sandoval Yocupicio, por robo equiparado.
* José Gumaro Zendejas Peralta, por delito federal.
* Alejandro Arroyo Pio, vecino de Loma Alta en Tecate, colonia localizada al frente del área donde fueron encontrados, lo cual lo convierte en el único residente de ese municipio entre los asesinados, y residente del área criminal a cargo de Alfonso Trapero, del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El apellido Yocupicio, el que identificaron como tercer cuerpo, es el mismo de uno de los jefes que presuntamente ordenó el quíntuple asesinato, lo que provocó que el Ministerio Público cuestionara la veracidad del narcomensaje dejado sobre los restos.
Además, los investigadores aún analizan y revisan la pertenencia delictiva de las víctimas. “En este momento se están reclutando, todos cambiando contantemente de un cártel a otro, por lo que resulta difícil conocer las células con las que estaban delinquiendo”.
LOS HERMANOS DE CAMINO VERDE: SICARIOS MATANDO SICARIOS
Menos de 24 horas después, a las dos de la mañana del domingo 6 de agosto, un grupo de seis hombres fue a la casa de los hermanos Valenzuela en Camino Verde en Tijuana y los decapitaron tras torturarlos por tres horas. La causa de muerte determinada por los servicios forenses, fue hemorragia aguda secundaria a herida punzocortante en el cuello.
Los asesinos llegaron como si los conocieran: “¡Abre la puerta, güey!, antes de entrar a la fuerza y buscarlos en la pequeña cuartería, para reclamarles “¿Dónde está El Junior?”.
Jesús Ramón Valenzuela Ramírez, de 25 años, tenía el apodo que buscaban, pero a la hora de torturarlo, también arrastraron a Enrique Alexander, su hermano de 20 años.
Los encerraron en un cuarto del cual los asesinos salieron tres horas después, uno de ellos, presumiblemente quien los degolló, “lleno de sangre”, de acuerdo a testigos.
Según los primeros indicios, El Junior pertenecía a la misma célula que sus asesinos y que también realizaba acciones como matón: “Las hipótesis que se están revisando es que pudiera haber hablado con alguien para que sus cómplices creyeran que se podían cambiar (de cártel), o la posibilidad de que se hubiera quedado con alguna cantidad menor de droga.
Camino Verde es una zona muy complicada porque pertenece al mismo corredor de la delegación Sánchez Taboada, que fue la zona de confort del Cártel Jalisco Nueva Generación entre 2015 y 2019, pero después, cuando se recrudeció la pugna interna, se ha convertido en principal campo de batalla como el corredor que forma la Zona Este de Tijuana y Tecate. Son los espacios que los de Sinaloa buscan recuperar con más violencia, porque en esas zonas todos se conocen y van de un cártel a otro”, expuso un elemento de Inteligencia de la Mesa de Seguridad.
Los matones de los dos hombres dejaron el mensaje de que el crimen lo había ordenado El Azul, servidor de Rafael Yocupicio, del Cártel de Sinaloa. Pero las autoridades no descartan y revisan también la posible participación de asesinos al servicio de Rodolfo López Arellano o Javier Adrián Beltrán Cabrera, del CJNG, o de Brayan Corona, del Cártel Arellano Félix (CAF).
SICARIOS ASESINADOS
“Hubo otros casos recientes de sicarios asesinados, pero les quitaron la vida a balazos”, expusieron desde las fuerzas operativas. Como el hombre asesinado afuera del Oxxo Mirador la tarde del 15 de agosto: “Llevaba colgadas muchas medallas de protección”.
Antes, el 6 de agosto, de acuerdo a la versión en la Fiscalía General del Estado (FGE), otros dos presuntos homicidas se enfrentaron. Arturo Saucedo Carrillo estaba en la colonia Dávila en Tijuana, en las inmediaciones del hotel Reno, cuando Jonathan Alexander, de 21 años, se acercó para matarlo… pero Saucedo le ganó, y lo privó de la vida. Intentó huir, pero fue detenido por la Policía Municipal.
En el ataque frente al hotel, Saucedo estaba acompañado de otro sujeto que se dedicaba a lo mismo, apodado El Chucky, quien huyó cuando empezaron los balazos, pero no llegó muy lejos porque, pasadas las 18:00 horas del 7 de agosto, fue asesinado en la calle Jalisco frente a una barbería.
Escenario similar escogieron el 17 de agosto, de nuevo en la colonia Dávila, afuera de una barbería ubicada en el segundo piso de una plaza comercial, donde se encontraba Ricardo Aguilar Cárdenas. Los videos de vigilancia muestran que Adrián Flores, de 21 años -detenido posteriormente en el Cañón Pedrera- se acercó a la víctima y le disparó para después bajar corriendo y huir en un auto junto con Wendy N, de 28 años, quien tras un operativo de seguimiento, fue capturada en Bulevar Cuauhtémoc.
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“Esto también fue un enfrentamiento de sicarios”, indicaron las autoridades al citar ejemplos, “y estamos revisando, porque al parecer tiene relación con el evento del Mirador”.
CASOS DE DECAPITACIONES RESUELTOS
Respecto a las víctimas decapitadas, consultada la FGE informó que un 80 por ciento de los cuerpos acéfalos y/o cabezas localizadas, son identificados, y en un promedio del 30% de las carpetas con victimas degolladas se resuelven y los victimarios son llevados a juicio.
Ejemplificaron con dos casos: el homicidio de Miguel N, narcomenudista citado el 5 de enero de 2023 en Calle Aquiles Serdán de la colonia Divina Providencia, por integrantes de su misma célula delictiva, perteneciente al Cártel de Sinaloa -al servicio de Pedro Stanley Herrera Jelinek-. Supuestamente hablarían, pero decidieron privarlo de la libertad, llevarlo a una casa de seguridad en Vista Encantada, y ahí estrangularlo, desmembrarlo y exhibir su cuerpo despedazado en la colonia Miramar.
German N, alias El Patán y Manuel Francisco Cera Dávalos el Pavone, fueron detenidos y sometidos a juicio en marzo y abril del presente año por ese crimen.
El segundo caso tuvo lugar a las nueve de la noche del 28 de marzo, cuando en Calle Villasana de la colonia Los Santos, Anexa 20 de Noviembre, en el interior de un auto abandonado encontraron los cadáveres de dos mujeres de 20 y 22 años, una de ellas decapitada; el móvil, presunto narcomenudeo.
En el parabrisas del auto dejaron el siguiente mensaje: “Esto les va a pasar a todos los pendejos que sigan trabajando para el Charly. La 20 ya tiene dueño atentamente la Maña”.
Por este doble asesinato, que incluye una decapitación post mortem, la FGE detuvo el 21 de abril a Alfonso Ramírez Martínez alias El Tin, presunto líder de una célula delictiva del CAF -al servicio criminal de Brayan Corona-. A la chica decapitada le imputan el homicidio del vocalista y un integrante del grupo Dracma el 3 de abril y el ataque a policías la noche del 25 de marzo, cuando se enfrentaron contra un grupo de traficantes de personas en el Callejón Internacional en Nido de las Águilas.
