A diez años de su fallecimiento, Rafa Saavedra (Tijuana, 12 de agosto de 1967-17 de septiembre de 2013) fue homenajeado durante la XXXVIII Feria del Libro de Tijuana el martes 11 de julio, con la participación de Luis Humberto Crosthwaite, Laura Díaz, Heriberto Yépez, Pedro Gabriel Beas, Mauricio Bares y Christian Zúñiga moderando la mesa.
Para empezar, Christian Zúñiga leyó un texto de Ejival, quien no pudo asistir: “Una década sin Rafadro. Sorprende que en estos diez años existan todavía detractores a su obra literaria”.
Entre anécdotas, Pedro Gabriel Beas relató: “Rafa fue un gran difusor de la música, incluso ya lo conocíamos como Rafadro en lugar de Rafa Saavedra, porque una de las bandas más importantes de ese movimiento español, de spanish pop, era el Aviador Dro, precisamente; entonces le decíamos Rafadro”.
El editor Mauricio Bares recordó que en 1997 leyó en Tijuana “Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio”, publicado por la editorial La Espina Dorsal, dirigida por Cynthia Ramírez y Luis Rojo.
“(Saavedra) Estaba tratando de encontrar una forma de expresar, y la había encontrado no solamente para expresarse a sí mismo, sino para expresar a Tijuana; no nada más es esa cuestión del spanglish, sino que en realidad había una cuestión de ritmo en el modo en el que él escribía, que era como tratar de registrar los latidos de la ciudad”, aseguró Bares, quien en 2012 reeditó en Nitro/Press “Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio”.
En su turno, Laura Díaz sostuvo que “Rafa, además, fue el primer crítico de sí mismo; sabía que su obra rehuía feliz a la clasificación”.
Al hacer uso del micrófono, el escritor y profesor Heriberto Yépez ironizó: “Creo saber qué hubiera dicho Rafa de la pregunta de Ejival de ‘Si Rafa estuviera vivo, ¿estaría integrado hoy a la 4T?’. Yo creo que Rafa diría de este momento, de la 4T en el poder, algo así: ‘Finalmente, el programa de Chespirito llegó a la Presidencia’”.
“El momento cúspide de la literatura en Tijuana está marcado por los tres primeros libros de Rafa: ‘Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio’, del 95; ‘Buten Smileys’, de 1997 y ‘Lejos del noise’, 2012”, consideró Yépez.
“Lo que nos queda es su obra. Su obra nos trasciende, trasciende los contextos, trasciende las coyunturas”, apuntó en su momento Christian Zúñiga.
Y el narrador Luis Humberto Crosthwaite se mostró crítico: “A diez años de la muerte de Rafa Saavedra, la Feria del Libro Tijuana está dedicada ¿a quién?, ¿a Julio Verne? ¿Por qué? La respuesta es sencilla, según la Unión de Libreros que controla esta feria: porque los libros de Julio Verne sí se venden. Aunque están ellos en su derecho de hacer todo lo posible por aumentar sus ventas, ¿por qué entonces se llama Feria de Libro Tijuana? Si este evento representara realmente a los tijuanenses, ¿no debería estar la cara de Rafa en estos carteles? ¿Quién nos representa más: nuestro querido Rafa Saavedra o un escritor francés del siglo XIX?”. Concluyó Crosthwaite: “Acuso no sólo a la Unión de Libreros de secuestrar el nombre de Tijuana para un evento estrictamente comercial, sino a las instituciones culturales de los tres niveles de gobierno, que lo han permitido. Acuso tanto al CECUT, como al IMAC y a la Secretaría de Cultura estatal de lavarse las manos, apoyando este evento de la iniciativa privada, por no querer organizar e invertir en la feria que Tijuana se merece”.
