El punto de partida es la novela “My Abandonment”, de Peter Rock, basada en hechos reales. Y la directora Debra Granik vaya que supo qué hacer con esta historia de Will (Ben Foster), un veterano de guerra que sufre el síndrome post-traumático y se retira a los bosques de Oregon con Tom (Thomasin McKenzie), su hija, a vivir lejos de la sociedad.
El problema es que esta realidad creada por un padre emocionalmente inestable no podría durar para siempre, y justo eso es lo que sucede cuando son descubiertos en lo que las autoridades consideran una situación de indigencia.
Lo que sigue es el traslado de esta familia sui géneris a la ciudad, donde las reacciones son opuestas. Will no quiere permanecer donde se le indica, mientras que Tom, ya una adolescente, tiene una curiosidad natural por explorar el mundo que se le ha negado por una experiencia que le es ajena.
Con unas actuaciones brillantes, en un verdadero mano a mano entre McKenzie y Foster, esta película es de esas que no se olvidan, a pesar que hay temáticas similares estupendamente abordadas como “Captain Fantastic”, con Viggo Mortensen, y “Running on Empty”, con River Phoenix.
Y todo porque Granik evita la violencia, no enreda la trama, tampoco se queda en la superficie y definitivamente se compromete con dos personajes que tienen un perfil extraordinario que los dos actores que los encaran supieron muy bien desarrollar. En renta en Clarovideo. ****
Punto final.- “Elemental”, una buena propuesta de Disney y Pixar.