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viernes, febrero 16, 2024
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La renuncia de Alina Narziso

La violencia institucional hacia la ex policía enfilada a convertirse en activista, continuó -incluso- luego de salir de la cárcel: ha recibido largas para ser reinstalada en el cargo

El viernes 23 de junio, Alina Narziso Tehuaxtle presentó su renuncia como agente de la Policía Municipal de Tijuana, dando fin a una carrera policial que se vio interrumpida por un acto de injusticia, de violencia institucional y de género, por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y del Poder Judicial, que la obligaron a permanecer casi cuatro años en prisión por defenderse de su ex pareja sentimental, quien intentó quitarle la vida.


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Alina, hoy en día símbolo de la violencia institucional, pero también de la lucha feminista y la justicia, fue liberada y absuelta por el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) el 24 de mayo, demostrando que tanto el Ministerio Público como el juez, no la juzgaron con perspectiva de género.

La respuesta fue tan severa por parte de los magistrados de la Quinta Sala, que solicitaron una investigación en contra del juzgador, además de ser obligado a tomar cursos en la materia.

Se demostró que Narziso Tehuaxtle había actuado en defensa propia en contra de su agresor, un agente municipal que, bajo los influjos de la cocaína, intentó quitarle la vida, pero no lo logró, ya que ella pudo desarmar a su agresor y dispararle en reiteradas ocasiones.


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Tras su liberación, todo parecía indicar que la historia de Alina terminaría como un final feliz, pero no fue así. 

Como es sabido, Alina es una trabajadora común y, tras recobrar su libertad, requiere pagar gastos, cubrir necesidades como cualquier otra persona, pero en lugar de ser atendida como lo que es (una víctima del sistema), el Ayuntamiento de Tijuana le dio la espalda.

La ex policía presentó su renuncia por motivos personales y decisión propia, pero la realidad es que nunca recibió un solo apoyo por parte del Ayuntamiento de Tijuana, gobierno al cual sirvió por varios años y que de hecho es encabezado por una mujer, Montserrat Caballero Ramírez.

El Gobierno del Estado le preparó una gira de medios de comunicación, le brindó algunos apoyos iniciales e incluso la invitó a trabajar en diversos espacios, al igual que otros gobiernos municipales, pero Alina sólo quería regresar a la corporación. Se cumplió un mes de su salida, pero ni su reinstalación ni mucho menos la reunión tan esperada con la alcaldesa Caballero Ramírez -que su equipo de trabajo prometió- se concretó.

Alina Narziso Tehuaxtle siguió siendo víctima institucional. Primero por su procesamiento y una sentencia a 45 años de prisión; después, por parte de una administración municipal que le dio la espalda cuando intentó recobrar su vida. Salvo una reunión casi forzada con el secretario de Seguridad, Fernando Sánchez, su gobierno le dio la espalda.

Todos contra Bonilla

Diputados y alcaldes morenistas de Baja California -salvo Darío Benítez, de Tecate- presentaron una petición formal a la Secretaría de Gobernación en contra de Jaime Bonilla Valdez, con la intención de que observe la violencia institucional y de género que utiliza en contra de representantes gubernamentales, entre ellos la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

La intención es que la dependencia del Gobierno de México haga las gestiones necesarias para que le retiren la concesión de radio que da vida a PSN, medio de comunicación utilizado desde hace muchos años por el ex mandatario bajacaliforniano para impulsar o agredir políticos.

El actual senador es íntimo amigo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hasta él le ha dado la espalda ante los embates hacia sus rivales políticos en contra de correligionarios de la Cuarta Transformación.

Bonilla ha perdido a muchos de sus adeptos, como Montserrat Caballero y el alcalde ensenadense Armando Ayala Robles, quien se ha acercado con la gobernadora en busca de un espacio en el Senado de la República en 2024.

Hoy, todos aquellos que juraban lealtad a Jaime Bonilla Valdez, le dan la espalda y se ha vuelto un enemigo público -incluso- capaz de unir a todas las fuerzas políticas dentro de la 4T, en su contra.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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