Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, aspirantes a la Presidencia de la República, ya pusieron el ejemplo y renunciaron… ¿Para cuándo lo harán sus fieles en Baja California?
La competencia por la Presidencia de la República que se disputará en 2024 ya se está librando en México. Como en el pasado priista, ahora con Morena parece que la precampaña es la verdadera campaña electoral para los comicios electorales federales, donde la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el ex canciller Marcelo Ebrard Casaubón y el secretario de Gobernación con licencia, Adán Augusto López Hernández, saben que la contienda interna será más difícil que la que se tiene prevista para mediados del próximo año.
De acuerdo a las encuestas realizadas hasta la fecha, no hay oposición que les pueda hacer frente, no hay candidato que pueda sacudir al oficialismo en el cual el Presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra muy bien evaluado pese a los tropiezos y cerrazón de su gobierno.
El gesto aventurado de Ebrard para renunciar previo al Consejo Nacional de Morena, motivó a los otros aspirantes a hacer lo propio, pues el cinismo era insultante, ya que los tres descuidaban sus responsabilidades para recorrer la República y analizar las entidades que los respaldan.
Ahora que los aspirantes han dicho “fuera máscaras”, la pregunta es: ¿Cuándo harán lo mismo sus coordinadores de campaña en los diversos estados de la República Mexicana?
Como lo hemos visto en Baja California, el gabinete de Marina del Pilar Ávila Olmeda está dividido entre dos candidatos: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López.
La primera perfila a los afines a la gobernadora, pero que son conocidos como los “fundadores” o los que tienen una afinidad más cercana a la izquierda mexicana: Armando Samaniego -coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum en BC-, Manuel Guerrero Luna, Michel Sánchez Allende, Miriam Cano Núñez; pero también otros perfiles como la oficial mayor del Ayuntamiento de Mexicali, Claudia Beltrán, y la alcaldesa cachanilla Norma Alicia Bustamante.
Mientras que los neomorenistas que forman parte del círculo cercano de la gobernadora o el derechismo de Morena, Netzahualcóyotl Jáuregui, secretario de Bienestar; la diputada federal Julieta Ramírez; Juan Manuel Molina, Alejandra Ang, entre otros, apoyan al tabasqueño Adán Augusto López Hernández.
Ellos y muchos más, han desviado gran parte de sus actividades y movilizado a personas para promover eventos de sus respectivos candidatos. Sostienen reuniones fuera y dentro del horario laboral, charlan sobre las actividades del otro grupo y acuerdan acciones para imponerse.
Marina del Pilar Ávila Olmeda ha mostrado afinidad hacia Adán Augusto, aunque no lo ha declarado abiertamente; ha preferido que su gabinete apoye a los dos aspirantes para mostrar una apertura a ambos aspirantes, algo que no siempre es bien visto dentro de los partidos.
Por otro lado, la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, se ha posicionado claramente hacia Marcelo Ebrard, al grado de acompañarlo en eventos importantes, como cuando anunció que renunciaría a la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores para contender por la candidatura de Morena a la Presidencia de México.
Todos ellos y sus equipos se encuentran coordinando campañas de tierra, pagando pintas en bardas, promoviendo la imagen de su predilecto… aunque sin la intención de dejar su puesto para ello, pues prefieren hacerlo desde el poder y con la capacidad de manejar recursos públicos.
¿Por qué no se quitan las máscaras y empiezan abiertamente a trabajar en territorio? ¿Por qué tenemos que pagar sus sueldos y actividades partidistas cuando sólo se trata de un beneficio de grupo y no social?
Claudia, Marcelo y Adán ya dieron el ejemplo, uno que deberían repetir todos los coordinadores de campaña, quienes se sienten muy cómodos desde el presupuesto, pero… ¿serían igual de leales si no estuvieran incrustados en la nómina?