Humaniza el actor y altruista mexicano Alfonso Herrera su labor como Embajador de Buena Voluntad de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), visibilizando y extendiendo la ayuda a afectados por la guerra en Ucrania
Determinado en que nadie elige ser refugiado, ni debe enfrentar los desafíos del exilio y que las personas cuyas vidas se han visto desarraigadas por causa de guerras y conflictos requieren de seguridad y dignidad, Alfonso Herrera, actor y premiado al Ariel (2021), se convierte en portavoz y hace frente a desafíos que competen a la población mundial, emprendiendo acciones de manera colectiva con la Agencia de la ONU para los Refugiados y como Embajador de Buena Voluntad, en solidaridad con personas afectadas por la guerra en Ucrania y el desplazamiento.
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“Tenemos que proteger y asistir. Las implicaciones que tiene la guerra son brutales, verlo con mis propios ojos, escuchar las historias de pérdidas y cómo se destruyen ciudades, familias y emociones fue devastador. Regresas con el corazón hecho pedazos, pero al mismo tiempo con esperanza, porque existe esta posibilidad de auxiliar”, afirmó a ZETA Herrera Rodríguez.
Tras su visita a Ucrania, Polonia y Eslovaquia, el protagonista de “El baile de los 41” y “¡Que viva México!” brinda visibilidad a las historias de vida y familias, cuyos hogares fueron destruidos por bombardeos.
“En un inicio piensas en Ucrania a miles de kilómetros, pero una vez que llegas y ves los rostros, te das cuenta que podemos crear una diferencia y apoyarnos. Regresé con mucha esperanza, aunque hecho pedazos; la estadística de la guerra, a más de un año de su inicio, tiene que el 90% son niños, niñas, mujeres y personas de la tercera edad los que han sido desplazados”, subrayó quien en su juventud apareciera en los melodramas “Rebelde” y “Clase 406”.
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“Mi labor también es dar visibilidad a las personas que hacen un trabajo espectacular en campo, invitar a que la gente done, porque eso se traduce en cumplir las necesidades básicas de quienes perdieron absolutamente todo, darles asistencia de salud física y mental. Es un tema delicado, son personas que hace poco más de un año dormían en sus casas, involucrados con su comunidad; trabajaban, estudiaban, y de la noche a la mañana tuvieron que huir para salvar sus vidas”, expresó el histrión que iniciara su carrera actoral en el filme “Amarte duele”.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde que se suscitó la invasión a Ucrania, casi un tercio de la población ha sido forzada a abandonar su hogar. Más de cinco millones de personas siguen siendo desplazadas dentro de Ucrania, y millones son refugiados en Europa, lo cual “me ha otorgado perspectiva de cuáles son los verdaderos problemas, nosotros que lo tenemos todo, la posibilidad de dar, a veces no lo hacemos; lo que está pasando del otro lado del mundo son realmente problemas”, apuntó.
El histrión de 39 años constató los estragos de los siniestros en Borodyanka y la frontera con Ucrania, para con ello, como Embajador de Buena Voluntad, lanzar un mensaje de ayuda: “Hay historias tremendas de gente que lo perdió todo, personas que decidieron quedarse, levantarse y luchar. Eso te deja ver el espíritu y fortaleza que tiene el pueblo ucraniano, quienes han perdido sus casas y familiares, cómo lidias con eso. Necesitas apoyo, y ese apoyo se puede traducir en donaciones; nosotros podemos crear una diferencia porque esas donaciones se traducen en asistencias”.
Para el actor de las series “Ozark” y “Sense8”, Latinoamérica no es ajena al tema, pues se ha encontrado con situaciones complejas.
“La región acoge a 20 millones de refugiados, personas de asilos, desplazados, entonces, no es algo menor, pero hay una cosa que es más chingona, y es el hecho de entablar relaciones, ser portavoces y crear la diferencia. El hecho de que se nos permita hablar sobre ello, ya es un cambio”, subrayó Alfonso Herrera, para finalmente referirse a su quehacer actoral:
“Estoy intentando hacer lo mejor posible, vivimos desempleados constantemente, somos nómadas, pero me siento afortunado de trabajar en lo que más me gusta, eso me genera mucha tranquilidad y me hace sentir pleno, sobre todo utilizar el micrófono de manera distinta, intentando crear una diferencia”.
