Mientras el fentanilo se encuentra como punto nodal de la relación entre México, Estados Unidos y China, centenares de nuevas drogas y síntesis de fármacos circulan de forma experimental en diversas partes del mundo y amenazan con llegar a nuestro país, tanto para su diseño como para su consumo, lo que ocasionaría una pandemia de opioides similar a la que se vive en la Unión Americana, advierte el profesor investigador Guillermo Aréchiga Ornelas, de la Universidad de Guadalajara.
En el plano internacional aún se dirime si México es país de tránsito o ya produce fentanilo como pudiese desprenderse de los 19 narcolaboratorios dedicados a ese proceso sintético que han sido desmantelados en el sexenio, de acuerdo a estadísticas reconocidas por David Córdova Campos, comandante de la Guardia Nacional (GN), el 17 de mayo último: “Durante la presente administración se han asegurado mil 614 laboratorios clandestinos. Es importante señalar que de estos mil 614, solamente 19 se han localizado como centros de confección de pastillas de fentanilo”.
Tras los cada vez mayores aseguramientos de fentanilo, algunas pocas detenciones y la presión del gobierno estadounidense a su similar de México, autoridades mexicanas insisten que el fármaco procede de Asia, por lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que busca un acuerdo “para intercambiar información, que no llegue fentanilo, que no lleguen químicos de los puertos de China a México. Ellos pueden ayudarnos y estoy seguro de que van a actuar de manera responsable y a corresponder a la amistad y cooperación que tenemos”.
En un informe que GN entregó recientemente al Congreso de la Unión, se reporta que durante 2022 aseguró 71 kilos de fentanilo en polvo, 29 mil 596 pastillas y 330 ampolletas del opioide sintético, cantidades inferiores a las que militares o agentes ministeriales federales han asegurado en una sola acción, por ejemplo, el millón 834 mil 862 pastillas de fentanilo localizado en marzo último durante un cateo en un inmueble ubicado en la colonia Colinas del Sol en Tijuana; o los casi 543 kilos del mismo estupefaciente encontrados en un almacén de Culiacán, Sinaloa en julio del año próximo pasado.
Asolado por la violencia y en la mira de EU por el secuestro de cuatro de sus ciudadanos y la muerte de dos de ellos, donde las autoridades federales no tenían decomisos importantes de fentanilo ya tuvo una intervención de relevancia, en Matamoros, Tamaulipas, la GN detuvo el 7 de mayo en la colonia La Victoria a los hermanos Alan Alexis y Axel Alfredo Cárdenas Rodríguez, hijos del líder del Cártel del Golfo, José Alfredo Cárdenas Martínez “El Contador”, quienes poseían tabletas circulares M30 (fentanilo) y 4-Anilino-N-Fenilpiperidina, sustancia que desde 2017 es considerada como estupefaciente en la Ley General de Salud.
LAS NUEVAS DROGAS
Guillermo Aréchiga Ornelas, coordinador del Equipo Hospitalario de Medicina Paliativa y Dolor de la Universidad de Guadalajara, advierte que la crisis por los opioides es muy grave, no sólo por el fentanilo, porque “el adicto puede decir ‘consumí fentanilo’ sin serlo, o puede ser combinado con la manera muy perversa de que se enganche la persona, porque puede llevar cocaína, metanfetamina y además, fentanilo. Esto produce una intoxicación severa y, cuando aparecen algunas defunciones, como que poderosamente llama la atención para decir ‘creo que es más buena’, y entonces se corre la voz de que esa droga es más efectiva”.
Sin embargo, además del fentanilo se tiene el dato de más de mil 400 nuevas sustancias apenas identificadas por formulas sintetizadas.
Los nuevos nombres de medicamentos se llaman Dropina, son “no sintéticos, no fentanilos”. Son drogas emergentes de los años recientes. “En 2022 se conocieron de nuevas sustancias como el AH7921. Nosotros, el gremio médico, no sabemos qué realmente se está metiendo la gente allá en Estados Unidos, porque a todo le llaman fentanilo. El U47700, esta sustancia es de diseño, ya ha reportado muertes, y así vemos una tabla de sustancias de diseño que van reportando muertes”, señala el también miembro del Colegio de Anestesiólogos de Jalisco.
Muchas de las nuevas drogas aún no tienen nombres científicos o coloquiales, pero traficantes y consumidores le dicen genéricamente fentanilo.
“Hay un artículo médico muy interesante publicado en revistas especializadas en 2022, titulado ‘La emergencia de opioides sintéticos derivados de no fentanilo durante los últimos años’ y habla de esa serie de nuevas drogas. ¿Qué nos falta a nosotros? Lo digo con toda tristeza: un instituto de investigación que fuera a la velocidad que se están sintetizando las drogas para nosotros rápidamente recoger muestras, identificar qué tipo de sustancia es, y estar elaborando antídotos”, advierte el doctor Aréchiga.
“Hay más de 64 años de historia de abuso, cuando menos en la época que se puede denominar como de ‘fentanilo’; sin embargo, lo que sucede ahora me parece una réplica de cuando hubo la guerra del opio y que ocurrió esta invasión a la comunidad china, ya sea que no se les haya olvidado a los orientales, y poco a poco han utilizado de alguna manera; ese es un comentario eminentemente personal, y me disculpo por ello, que estos han estado introduciendo por todas las fronteras: Pacífico, Sur, Norte y Este, a Estados Unidos, de las sustancias que China produce”, destaca el científico.
Aréchiga Ornelas cuestiona cuántas muertes se contabilizaban antes en esos 64 años, y él mismo responde: “Seguramente no teníamos tanta información, pero ahora es muy evidente que el riesgo de abuso de sustancias es más marcado, las potencias son más marcadas y obviamente esto ya llegó al límite de tener una pandemia, justamente estamos en una pandemia de sustancias post COVID, porque esta incrementó 35 a 40 por ciento en los consumos de la pornografía, del abuso sexual, del abuso infantil, los feminicidios y especialmente el abuso de sustancias de manera ilícita”.
ANTÍDOTO
Guillermo Aréchiga habla del antídoto para el fentanilo. Se llama Naltrexona y se utiliza desde los años setenta, “este fármaco ya lo usamos nosotros, en lo personal, para desintoxicar a individuos que estaban siendo abusados de medicamentos como Buprenorfina, Tramadol y fentanilo, y con el potencial de muerte y de riesgo. Esta Naltrexona se coloca vía subcutánea como si fuera un chip, así le llaman, el chip de Naltrexona. Es una sustancia que antagoniza el deseo cerebral de quedarte enganchado a esa sustancia. ¿Por qué Estados Unidos no ha lanzado una campaña de salud pública y por qué México tiene que ir atrás de esa saga cuando ya los chinos acaban de sacar su chip de Naltrexona para seis meses?”.
La dificultad estriba en identificar la gran cantidad de sustancias que ahora circulan, porque no se cuenta con la capacidad de sintetizar.
“Hay un fármaco que es regalado, gratuito, en Canadá. Se llama Naloxona. Y hay todo un esfuerzo por parte de los voluntarios en Estados Unidos para aplicarles el Narcanti, es decir, la Naloxona, que es un fármaco antagonista que hay escasamente en México y se está tratando de eliminar su registro, pese a que ya no es de patente, porque no se usa. Sin embargo, tanto en Estados Unidos como en Canadá, como en otros países, en intoxicación severa con depresión respiratoria, la administración de una ampolleta, prácticamente les salva la vida a las personas.
“¿Por qué no hay toda una campaña para comprar Naltrexona y Naloxona, que son muy parecidos? La Naltrexona que puede durar seis meses bloqueando y la Naloxona que en el momento te salva y que dura 15 minutos el efecto, cuando menos llegas al hospital a urgencias. ¿Por qué no hay una propuesta gubernamental para decir ‘Vamos comprando Naloxona’? Previniéndonos, porque la pregunta se contestaría con otra pregunta: ¿Qué va a pasar con el fentanilo para nuestro país? Sin duda ya llegó, tenemos los primeros reportes de intoxicación de fentanilo en 190 individuos”, comentó el anestesiólogo.
A la par, lanzó la advertencia de que el fentanilo y este grupo de drogas nuevas no son todavía un problema de salud masivo en México, pero lo serán próximamente.
“¿Por qué? Porque la tableta trae tres gramos y, con estas mezclas, estos chicos van a caer en depresión respiratoria. ¿Por qué no adelantarnos a una política preventiva, no solamente en las prepas, en las secundarias, en los gobiernos, sino en los centros de salud? Tener disponibles esos recursos, porque si tú te tomas la Naloxona no te pasa nada, absolutamente nada. Entonces, ¿por qué no tenerlo disponible de manera preventiva y salvar vidas?”, planteó el investigador.
DROGA ZOMBIE
En tanto el tema del fentanilo es tratado a todos niveles, hasta en la política internacional, y las drogas sin nombre y sin identificación siguen su expansión silenciosa, en Estados Unidos otros fármacos que causan estragos en la población, como la llamada droga zombie, cuyo uso y abuso todavía no es alarmante en México, pero sí la escasez de la sustancia en farmacias y veterinarias, porque se desvía hacia el mercado negro de las drogas ilegales.
“En el Doctorado en Farmacología que estudié hace unos 16 años, se habló de la existencia de ese fármaco, y de otro, en el animal pain, que es un tratado de cómo manejar de una manera respetuosa los animales, si vas a hacer alguna experimentación, entonces es obligatorio que adecues una estrategia para que el animalito no sufra, en conejos, en ratones, en elefantes, etcétera, etcétera. Todos estos tienen, desde la veterinaria, una estrategia para proteger que el animal no sufra”
Fentanilo y su uso ilícito …seguir leyendo
“Hasta los huevos de las ranas tienen que ser analgesiados antes de que tú piques un huevito. Y aparece en ese escenario, Hidralazina. Este fármaco que es exclusivamente para analgesiar cuadrúpedos, pues ahora se fueron a las veterinarias y lo agarraron de ahí para drogarse. Ketamina, que tenemos para uso médico y veterinario, se acabaron todo el fármaco para la parte humana, y fueron ahora a las farmacias de veterinaria y se acabaron esa parte. Entonces, no tenemos ahora Ketamina para uso humano, ni para uso veterinario”, comentó el entrevistado por ZETA.
El médico jalisciense se refirió a los efectos de la Xilacina, “este último fármaco, la llamada droga zombie, afecta particularmente el control de la postura, te hace perder justamente el balance, por eso a los individuos los vemos inclinados, porque no quieren caerse y al mismo tiempo está perdido el control de la postura erecta. El efecto de esa droga zombie va a durar cuatro o cinco horas en promedio, pero está diseñada para animales; es decir, vacas, venados, etcétera. Hay otros medicamentos como la Etorfina, que es un fármaco opioide para sedar elefantes.
“Estos fármacos están diseñados desde hace tiempo en el terreno de la sedación y la analgesia para un animalito fracturado, etcétera. Ponérselo a un individuo le genera no solamente una lesión endovenosa, una úlcera, una lesión y muerte neuronal, y esto pues, es terrible, porque esos fármacos no fueron diseñados para uso médico humano”, concluyó el académico.
