Visto como un campo fértil para la producción del séptimo arte en Baja California, deliberan los cineastas Omar Yñigo y Rodolfo Álvarez el mapa cinematográfico del Estado mediante el Encuentro de Cineastas Independientes de Tijuana (ENCITI), espacio que busca valorar las condiciones de una industria creativa, así como sus deficiencias, oportunidades, comunidad y progreso.
“Tijuana ha sido un referente a nivel nacional e internacional del cine y sus creadores, pero ya se requiere una organización para dar estructura y voz de tal manera de descifrar cuál es el papel del Estado, su rol con los creadores y hacedores de cine, y echar mano a la modificación de la Ley Cinematográfica”, enfatizó a ZETA Rodolfo Álvarez.
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Para el director de “Marcelo” (2012), la industria fílmica en la región ha estado atenida a una zona de confort con producciones extranjeras, descuidando a los creadores de la entidad. “No estamos en contra de la producción internacional, porque eso promueve al Estado como un sitio de gran locación, pero nos hemos olvidado de ver hacia adentro; Baja California no debe quedarse como tierras de obra barata, aquí hay una fuerza creativa, grandes contadores de historias. Es momento de promover esas voces que nos van a representar a nivel nacional e internacional, como lo hacen Gilberto González Penilla y David Pablos”, resumió por su parte Omar Yñigo.
Para Diego Hernández, cineasta ganador del Premio Puma de Plata a Mejor Película Mexicana en FICUNAM 2021 por “Los Fundadores” y participante de dicho encuentro, el cine en BC debe ser apoyado desde el ámbito político, pero el cierre de Estudios Baja en Rosarito significa un retroceso.
“Era una fuente de empleo para muchísimas personas de la industria, habrá consecuencias muy negativas, pero esperemos se encuentre solución. Hacen falta incentivos para la producción local. Nuevo León, Jalisco y Chihuahua, apoyan a sus cineastas desde la cultura, porque en ese sentido el cine tiene un carácter histórico y de registro. Lamentablemente la industria fílmica en BC no termina de madurar, y cada vez somos más realizadores”, subrayó.
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Por su parte, José Paredes, director de “Contratiempo” (2022), resaltó:
“Hay actividad en apoyo al cine en la región, pero no sabemos por qué no se termina de concretar o si lo que se hace es suficiente. Se ocupa tener un verdadero análisis de la producción en el Estado y ver hacia dónde vamos. Tenemos qué ver si en verdad esta es una industria que valga la pena, porque seguimos generando nuevos realizadores”.
Mientras tanto, para la Comisión de Cinematografía de Baja California, los espacios de exhibición como Emergente BC y la participación de la entidad en festivales como Shorts México y Feratum, son incentivos para continuar con los propósitos del fomento al cine bajacaliforniano; a su vez, la Ley de Cinematografía de BC se encuentra en posibilidad de sesionar tras un año de proceso de actualización. “Se van a presentar iniciativas para generar mejores condiciones para la producción, lo cual se dará conocer junto con otras convocatorias que tiene preparadas la Dirección de Industrias Creativas. Estamos por retomar las sesiones del Consejo Ejecutivo de Filmaciones, toda vez que hubo que modificarse la Ley para la Promoción, Fomento y Desarrollo de la Industria Cinematográfica y Audiovisual del Baja California. Seguimos con el apoyo de las dependencias del sector cultural, económico y de turismo para en conjunto generar proyectos que establezcan la importancia del apoyo a la industria”, puntualizó Javier Espinoza, comisionado de Cinematografía de Baja California.
