Baja California se ubicó entre las cinco entidades con mayor número de crímenes de extrema violencia entre enero y abril del presente año, junto con Chihuahua, Guanajuato, Guerrero y Morelos.
Al menos 2 mil 195 crímenes de extrema violencia clasificados como atrocidades fueron documentados en el estudio “galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos”, dio a conocer Causa en Común al presentar el informe correspondiente al primer cuatrimestre del 2023.
Para efectos del estudio, se define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
Del estudio se desprende que entre enero y abril del 2023 se registraron al menos 664 casos de tortura; 196 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres; y al menos 161 masacres. En promedio se registraron 18 atrocidades cada día.
Durante el periodo comprendido, las atrocidades se incrementaron en más de un 13 por ciento respecto al 2022, pasando de mil 940 a 2 mil 195 eventos.
El asesinato de mujeres con crueldad extrema es la segunda atrocidad que más se registró en el país (después de tortura) con, al menos, 324 casos, un promedio de 19 casos cada semana. De igual forma se acumularon, al menos, 94 asesinatos de niñas, niños y adolescentes; en promedio, 24 niños al mes.
Los actos violentos contra las autoridades, violaciones agravadas y calcinamientos son otros tipos de atrocidades que se han incrementado. Al igual que con el resto de las entidades, hay un número indeterminado de atrocidades que no fueron registradas por la prensa.
PROPUESTAS DE CAUSA EN COMÚN
Causa en Común enlistó varias propuestas para intentar revertir esta situación, entre ellas que cada ciudadano y cada comunidad tienen la responsabilidad de exigir a los gobiernos locales y al federal la resolución de casos que han agraviado a la comunidad, con investigaciones sólidas.
Son indispensables las aproximaciones sociológicas que trasciendan los enfoques meramente policiacos, que permitan la comprensión de las realidades locales.
Es evidente que la acumulación de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayúsculo. A los enfoques policiales y sociológicos, deben sumarse enfoques psicológicos. Por ello, contrario al desmantelamiento prevaleciente de estructuras y programas del sector salud, deben éstos fortalecerse e incluir, de manera prioritaria, la atención psicológica especializada a escala nacional.
Dotar de presupuesto, medios técnicos y humanos a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y a la Comisión Nacional de Búsqueda a fin de garantizar servicios esenciales y atención jurídica y económica a las víctimas de atrocidades.
Es necesario financiar proyectos que ayuden a documentar, visibilizar y explicar las violencias que se ejercen en el país a fin de generar propuestas que prevengan y atiendan la grave situación de criminalidad que atraviesa el país.
Generar alianzas estratégicas con organizaciones de la sociedad civil, iniciativa privada y gobiernos a fin de colaborar en la construcción de programas y proyectos de seguridad, de prevención y sociales, que respondan a las realidades de cada comunidad y región del país.