El uso de fusiles calibre 5.56 es la moda en México por parte de grupos del crimen organizado, sin que por ello dejen de utilizarse las vetustas armas de fuego largas de los tipos AK-47 y AR-15, que siguen accionándose en atentados entre narcotraficantes y en contra de autoridades policiales. Así se advierte de la actividad que policías y peritos sostienen tras el conocimiento de eventos criminales o el aseguramiento de instrumentos bélicos en lugares de los hechos, casas de seguridad o vehículos en tránsito que son revisados.
En diversos enfrentamientos y posteriores incautaciones de armamento, se ha detectado la presencia de los poderosos fusiles automáticos 5.56×45 milímetros, arma desarrollada y utilizada por primera vez a finales de la década de los setenta, adoptada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y que en el caso mexicano se han asegurado de las marcas Bushmaste, Delaware Machinery Muncie Inc y New Britain Ct en los últimos tiempos.
Tanto en los grupos del crimen estructurado como la delincuencia urbana, persiste el uso de los fusiles AK-47 conocidos como cuerno de chivo calibre 7.62×39 milímetros, y la carabina AR-15 calibre .223, armas muchas de ellas nuevas o antiguas, pero ya no son empleadas por ejércitos extranjeros y encuentran buen mercado, junto con armas de fuego cortas en países de América Latina como México, donde la violencia se ha exacerbado paulatinamente y existe alta demanda de estos objetos.
En el caso de los AK-47 se cuenta con alta presencia de este tipo de armas de manufactura rusa y china; sin embargo, a través de Estados Unidos, se ha efectuado un tráfico de cuernos de chivo fabricados en Rumania y Georgia, como se pudo comprobar tras un cargamento de 41 de estas armas largas y un fusil antiaéreo calibre 50 marca Colt, al poco tiempo de implementada la operación estadounidense “Rápido y Furioso” en 2009 y que cayó en manos de la Aduana mexicana establecida en Naco, Sonora.
En cuanto a los AR-15 se han asegurado principalmente de fabricación estadounidense y de fácil adquisición en ese país; mientras que de las pistolas tipo escuadra predomina el calibre 9 milímetros, 38 súper, 45, 10 milímetros, .380 y 40 S&W, además de granadas de mano defensivas de fragmentación que no son consideradas armas de fuego, sino explosivos, también reguladas por la legislación especial federal. De ahí en más, se usan las carabinas y rifles 303-30 y 30-06, además de la muy conocida escopeta calibre 12.
Guadalupe González González, investigadora y analista en el Colegio de México (Colmex), asegura que en el tráfico de armas existe una enorme corresponsabilidad por parte de Estados Unidos.
“Es un tema que muy claramente se ve cómo la política interna secuestra las responsabilidades compartidas. Me parece que necesariamente este tema tiene que ser un asunto que se puede manejar a nivel continental, ¿por qué razón? Habría que buscar la manera en que se mitigue, se amplíe del control del tráfico de armas de una manera digamos compatible, con la normatividad estadounidense.
ARMAS PODEROSAS
Con más de cuatro décadas de experiencia como perito en balística forense en la ex Procuraduría General de Justicia del Estado Jalisco (PGJEJ), Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) y Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía), Octavio Cibrián Vidrio no duda en destacar que el arma larga de mayor uso por parte del crimen organizado es el famoso fusil 5.56 X 45 milímetros, basado en el diseño del calibre .223 original en la decada de los setenta.
El hoy profesor de la UNIPOL, en el Estado de Sinaloa, estima que el llamado 5.56 NATO (OTAN al revés) se ha vuelto tan popular que no sólo las organizaciones criminales le dan uso, sino que es el caso “que las armas nuevas que les han comprado a algunas corporaciones policiales, como es el caso de Sinaloa, son para ese calibre. Muchos fabricantes en el mundo, casi todos los reconocidos fabricantes de armas de fuego tienen un modelo recamarado para el 5.56. Entonces, como abundan las armas, y obviamente la fabricación de cartuchos para esos calibres se ha hecho demasiado popular”.
Cibrián Vidrio, que en sus tiempos en la PGR era comisionado para asistir a las reuniones GCArmas entre autoridades mexicanas y estadounidenses, no deja de reconocer la fascinación que los delincuentes aún tienen por los cuernos de chivo y las carabinas AR-15, que “se siguen usando, pero son armas ya viejas, que tienen ya mucha antigüedad en el ambiente. Armas nuevas como tales, son pocos los fabricantes en el mundo que maquilen la variedad del AK-47, las hay, pero yo que sepa, aquí en México, las AK-47 que existen ya tienen su presencia y antigüedad en el ambiente”.
Por lo que ve a las pistolas tipo escuadra, ninguna como el calibre 9 milímetros Luger Parabellum (9 X 19 mm) “es la que más abunda, y, por tanto, la más popular, ya superó en mucho desde hace varios años al calibre 38 súper, por ejemplo; luego apareció la famosa 10 milímetros auto, que fue un boom de unos cuantos años, pero hace ya dos décadas que vino a menos y son pocas las armas que hay de ese calibre.
“Casi todas las corporaciones policiacas traen 9 milímetros, como los maleantes, por las mismas condiciones, pues tanto fabricante hay en el mundo, de distinto origen, y esas armas están recamaradas para ese calibre y abundan los cartuchos para 9 milímetros, así como los estilos diversos de balas que hay en el mercado para el calibre, por eso sigue siendo la numero uno”. Cibrián sabe lo que dice, pues en representación del director de Servicio Periciales de la ex PGR, se reunía bimestralmente con sus pares de FBI, ICE y ATF en la Embajada de Estados Unidos en México.
Otro fenómeno del que se le preguntó al perito, es sobre el aseguramiento de fusiles AK-47 sin marca ni modelo visibles, respondiendo que a esas armas se les conoce como “fantasmas”, las cuales son fabricadas o reconstruidas de refacciones.
“Es decir, que encuentran el bastidor, el armazón, el cañón, el bloque del cerrojo, por separado, y como son del mismo calibre, prácticamente son las mismas piezas, de diferentes fabricantes, entonces se les llama ‘fantasmas’, precisamente porque no son manufacturadas de origen de una empresa que la haya fabricado en su totalidad y no tienen rastreabilidad”, expresó.
Octavio Cibrián celebró que en la actualidad la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sea más flexible con los cuerpos policiales para la dotación de armas automáticas, pues hasta hace unos pocos años, sólo se autorizaban carabinas semiautomáticas como el .223, “ahora, ligado más a cuestiones académicas, he visto que en Sinaloa les han dotado hasta de calibres como el 7.62 X 51 (FAL), o sea, fusiles de asalto, inclusive se habla del G-3 que traía el Ejercito Mexicano y ya se lo proporcionaron a la Policía Estatal sinaloense. Le traen Galil también de fabricación israelí, en esos calibres. Y el 5.56 en versión automática”.
ARMAS ASEGURADAS
El aseguramiento de 42 armas de fuego en la Aduana de Naco, Sonora el 20 de noviembre de 2009, permitió conocer el origen de ese armamento, que presuntamente estaba destinado al Cártel de Sinaloa y sería rastreado por autoridades estadounidenses. Una mujer y su hermano menor de edad fueron atrapados en un automóvil con las armas largas, cartuchos, una mira telescópica, un bipie metálico para arma de fuego, tres cuchillos de metal “bayonetas” para fusil AK-47, bolsas y maletas para transportar fusiles.
De un total de 41 cuernos de chivo, 26 eran de procedencia rumana, once manufacturados en Georgia, dos en Estados Unidos y dos no mostraban marca, modelo, ni país de fabricación. El fusil número 42 era uno calibre 50 tipo Colt, cuya manufactura tampoco fue determinada. Las armas fueron adquiridas 24 horas antes en una tienda autorizada del Estado de Arizona por parte de un comprador ficticio del operativo “Rápido y Furioso”, pequeño traspié para el gobierno norteamericano, pues al menos otras dos mil armas pasaron al territorio mexicano sin conseguir el objetivo de rastrearlas en su mayoría.
En el mismo Estado de Sonora, pero 13 años después, en las inmediaciones del corredor fiscal en el Kilómetro 9+900 en el municipio de Nogales, fue detenido un estadounidense de apellido Fimbres, quien transportaba en un vehículo Honda Optima diez armas de fuego, ocho largas y dos cortas. Las primeras eran seis fusiles AK-47 calibre 7.62×39, las otras dos, armas largas tipo fusil calibre .223 y dos armas tipo pistola escuadra: una calibre 9 milímetros y otra calibre .45. Actualmente se encuentra procesado en un Juzgado del Centro de Justicia Federal en Hermosillo por acopio de armas destinadas al crimen organizado.
En la colonia El Refugio de Tijuana, el 23 de octubre de 2022, policías detuvieron a dos individuos en posesión de seis armas de fuego largas y tres cortas, además de cartuchos y drogas: ocho kilos 600 gramos de clorhidrato de metanfetamina, 223 mil 720 pastillas de fentanilo y 28 kilos 495 gramos de clorhidrato de fentanilo.
La captura de Víctor Alfonso Rea Martínez y Francisco Javier Aguirre Méndez llevó a la Fiscalía General de la República a un domicilio de la calle Circuito de los Eucaliptos, donde se localizaron otras 52 mil tabletas de fentanilo, 11.4 de clorhidrato de la misma sustancia y otras tres armas de fuego largas. Todas eran calibre 223 Rem.
De las pistolas, dos eran escuadra calibre 9 milímetros y una tipo 45 auto. Los detenidos y presuntos traficantes de drogas y armas de fuego fueron vinculados a proceso por su probable responsabilidad en la comisión de delitos estipulados en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y contra la salud, en audiencia celebrada el 31 de octubre de 2022, causa penal 1005/2022, por parte del Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Baja California.
La resolución fue confirmada el 2 de febrero de 2023 en el Tribunal Colegiado de Apelación del Decimoquinto Circuito.
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