Comerciantes de Baja California Sur notificaron a la ciudadanía sobre el incremento inminente del precio del kilo de la tortilla de maíz, ante el aumento del costo del principal insumo de este alimento básico en los hogares y empresas mexicanas; situación que ha despertado la preocupación de diversos sectores, que señalan un golpe directo a la economía de las familias sudcalifornianas.
Propietarios de tiendas de conveniencia precisaron que, ante el hecho de que las empresas Maseca y Minsa confirmaron el aumento de la tonelada de harina de maíz, que pasará de 15.78 a 17.12 pesos por kilo, a partir del 1 de marzo entró en vigor un incremento de entre el 15 y el 20 por ciento en el precio final de la tortilla.
Datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), así como sondeos realizados en comercios locales, detallan que a inicios de 2023 el kilo de tortilla se vendía en 26 pesos en La Paz, mientras que en Los Cabos alcanzaba los 28 pesos.
La Paz ya figuraba permanentemente en la lista de las ciudades con los precios más altos del kilo de tortilla de maíz, según reportes que publica el SNIIM.
Ahora, micro empresarios prevén que este alimento básico romperá fácilmente la barrera de los 30 pesos.
Esta situación se suma a una escalada constante de la inflación que preocupa a diversos sectores de la sociedad, entre ellos comerciantes como taqueros, ya que la doble tortilla puede que ya no sea una opción costeable.
“No podemos absorber este costo, también se tiene que pagar por los servicios y a los trabajadores; es la luz, el gas… Todo sigue subiendo”, comparten empresarios.
Jefas de familia se sumaron a la preocupación, ya que Baja California Sur vive un fenómeno de inflación distinto al de otras partes de la República Mexicana debido a que gran parte de los insumos que se utilizan en el estado se importan vía marítima.
El llamado “flete en barco” es otro factor que agrega otro incremento adicional al precio final al de los productos de la canasta básica en el estado.
El presidente de Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) de La Paz, Luis Alonso Aguilar, recordó que la entidad abrió el 2023 con una inflación del 7.8 por ciento, y el contexto económico y financiero no anticipa ninguna mejoría en el primer trimestre del año.
Reconoció que el incremento del precio de la tortilla es un golpe evidente a la estabilidad de los restaurantes paceños, por lo que ya analizan la posibilidad de aumentar el precio de los platillos que ofrecen al público.
“El tema del aumento del precio de la tortilla viene a afectar no solo a los restaurantes que vendemos el productor; es un insumo que se requiere en la cultura mexicana, eso pega directamente en los bolsillos de nuestros colaboradores. Ellos dicen que no está alcanzando porque todo se está incrementando”, comentó.
Confirmó que, desde el 1 de marzo, los proveedores de restaurantes subieron el precio del kilo de la tortilla hasta los 30 pesos. Incluso para quienes elaboran su propio alimento con harina de maíz también registraron un alza en el costal de este producto, que ahora llega hasta los 400 pesos.
“La petición por nuestros colaboradores, que no les alcanza como antes los sueldos. La tortilla no se cobra como tal, no se cobra por número de tortillas, hay que hacer un nuevo análisis de costeo”, expresó.
“No quisiéramos aumentar el precio, es un escenario complicado y es el primer trimestre del año, no vemos que esto vaya a parar”, agregó.
Desde su perspectiva las soluciones o medidas para frenar la situación dependen de la sensibilidad del Gobierno, tomando en cuenta la cantidad de impuestos que llega a pagar un negocio por operar en México.
Como ejemplo, mencionó los incrementos al salario de trabajadores, que no serían una carga importante si no vinieran acompañados de aumentos en las aportaciones que los empresarios deben hacer a instancias como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Sé que es un tema mundial lo que sucede en Ucrania, en Estados Unidos; desconocemos si puede haber una solución, pero sí que el gobierno tuviera más sensibilidad con empresarios”, finalizó.
