Fue a finales de enero cuando las autoridades de los tres órdenes de gobierno anunciaron que La Paz sería sede del Tour Mundial de Voleibol de Playa del 16 al 19 de marzo, evento que atrajo las miradas internacionales, ya que valdría puntos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de París en 2024. Frente a la alta expectativa, la justa se vio empañada por alteraciones realizadas en el paseo costero de la Ciudad Capital, sin que se presentaran los estudios necesarios para garantizar que no habría impacto ambiental.
La titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, destacó el 31 de enero que el voleibol es una disciplina incluyente; la puesta y el reto era lograr puntos que le permitan a los atletas arribar al máximo sueño deportivo: los Juegos Olímpicos. “Para la Conade, ha sido un gran mérito que nos dé la oportunidad de regresar estos eventos a México”, dijo.
Gilberto Garciglia, director del Instituto Sudcaliforniano del Deporte (Insude), confirmó que más de 200 competidores de distintos países del mundo trascendieron en este encuentro deportivo.
Los escenarios y las canchas de primer nivel, albergaron a dos mil espectadores que pagaron boletos de un precio de 150 pesos para presenciar los enfrentamientos entre atletas de todo el mundo. Asimismo, la derrama económica directa generó alta expectativa entre el sector empresarial, que reportó una ocupación hotelera del 75 por ciento.
Y aunque se trata de una fiesta con pequeños tintes olímpicos, la realidad es que se vio manchada cuando autoridades del Insude confirmaron públicamente que todos los preparativos para la Mundial de Voleibol se ejecutaron sin una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Semanas previas al encuentro, ciudadanos reportaron la presencia de maquinaria pesada que extraía arena del malecón de La Paz y la colocaba en otros espacios de la zona costera.
El subdirector de Infraestructura Deportiva del Gobierno del Estado de Baja California Sur, Rómulo Núñez, confirmó que no contaban con el estudio obligatorio para llevar a cabo estas adecuaciones, agregando que trabajan con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “para evitar daños en el área”.
“Todo eso tiene una coordinación de trabajo; estamos cuidando toda esa parte, que no afectemos en nada”, comentó.
Al ser cuestionado sobre la MIA, ya que el malecón de La Paz es una zona en donde se presencia la llegada de tortugas para anidar, hecho que ha sido documentado en reiteradas ocasiones por medios de comunicación y ciudadanos, el funcionario expuso que los trámites de una MIA llevan más tiempo del que disponían para estar listos para la Mundial de Voleibol.
“Es una tramitología que lleva un tiempo bastante considerable, lo que no permite en su momento dado que los tiempos se den en esa forma de una manera coordinada; estamos cuidando absolutamente todo para no afectar en ese sentido”, declaró.
Además de que el malecón es zona de anidación para distintas especies de tortugas, el funcionario insiste en que buscan cuidar a las especies y el entorno mientras llevaban a cabo las modificaciones para la instalación de cinco canchas para competencias y para entrenamientos.
YA ESTÁ IMPACTADO, NO REQUERÍAMOS MIA: GOBERNADOR
Extraoficialmente trascendió que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició un proceso de investigación en torno a las alteraciones realizadas, por no contar con los estudios pertinentes.
El malecón es un área que se encuentra bajo jurisdicción del Gobierno del Estado a través de la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (APIBCS).
Al ser cuestionado sobre el reclamo de la sociedad civil, el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, justificó las modificaciones en el malecón de la ciudad de La Paz para el Tour Mundial de Voleibol Playero.
“Aquí no hay responsables, lo que se hizo fue limpiar la arena y meterle más arena porque el Campeonato Mundial de Voleibol Playero ocupaba; por supuesto que se hicieron los trámites debidos”, argumentó.
“Si está más impactado eso, lo único que requería ahí era meterle más arena y no requeríamos impacto ambiental. De ningún modo, porque no se alteran las mareas ni nada de eso; era meter arena más limpia ahí a un torneo que le va a dar a Baja California Sur nivel”, insistió.
El mandatario reviró ante los señalamientos por el incumplimiento de las reglamentaciones para alterar una zona de anidación de tortuga golfina, declarando que las personas en vez de “buscarles mangas al chaleco” deberían sumarse a la celebración de esta competencia que atraerá a atletas de más de 100 países.
“Inviten a la gente a ver el espectáculo en Baja California Sur; agradecemos a Ana Gabriela Guevara decidiera que fuera en La Paz, será un evento único en su tipo”, reiteró.
Cabe mencionar que la Profepa mantiene una política de puertas cerradas para prensa y reporteros en Baja California Sur, por lo que no se ha confirmado el avance de las investigaciones que tiene que desarrollar la instancia por oficio.
Por otra parte, el reglamento de La Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental en materia de evaluación de impacto ambiental establece que las obras y actividades en humedales, manglares, lagunas, ríos, lagos y esteros conectados con el mar, así como en sus litorales y zonas federales, deben contar con un estudio de impacto ambiental.
En el Artículo 6 se establece que las ampliaciones, modificaciones, sustituciones de infraestructura, rehabilitación y el mantenimiento de instalaciones relacionado con las obras y actividades, no requerirán una MIA si cumplen con estos requisitos:
*Las obras y actividades cuenten previamente con la autorización respectiva o cuando no hubieren requerido de ésta;
*Las acciones por realizar no tengan relación alguna con el proceso de producción que generó dicha autorización;
*Dichas acciones no impliquen incremento alguno en el nivel de impacto o riesgo ambiental, en virtud de su ubicación, dimensiones, características o alcances, tales como conservación, reparación y mantenimiento de bienes inmuebles; construcción, instalación y demolición de bienes inmuebles en áreas urbanas, o modificación de bienes inmuebles cuando se pretenda llevar a cabo en la superficie del terreno ocupada por la construcción o instalación de que se trate.
Por otra parte, el artículo 7 señala que las obras o actividades que ante la inminencia de un desastre se realicen con fines preventivos, o bien las que se ejecuten para salvar una situación de emergencia, no requerirán de previa evaluación del impacto ambiental. Aun así, siguen estando obligados a notificar a la Semarnat previo a cualquier acción que altere el área.
SÍ REQUIEREN ESTUDIO PARA MODIFICAR EL MALECÓN: CEMDA
El director regional en el noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Mario Sánchez Castro, recalcó que, de acuerdo a lo establecido en leyes, el proyecto de hacer modificaciones costeras sí requiere un estudio de impacto.
Precisó que, en el peor escenario, donde se hubiera requerido sólo de “un visto bueno” por parte de autoridades federales, existe en la ley precedente para no presentar la manifestación en diversos casos particulares y muy específicos; uno de ellos es cuando hay una obra previamente autorizada.
Ahí se estipula las acciones que se implementarán en un área que cuenta con una MIA previa, sin embargo, se relacionan con labores de mantenimiento que no superan en los impactos a la obra ya realizada”.
“Por ejemplo: suponemos que hayan autorizado a una persona construir una cosa, con obras como mantener el patio, pintar; eso no requeriría una MI por no sobrepasar el impacto”, explicó el director regional.
Tras recordar que la concesión está dada en manos de APIBCS, enfatizó que ni estudio de impacto ambiental ni la regulación de la zona federal dependen de si la obra se realizará en una playa grande o “chiquita”.
“Todo es más complejo porque no hay transparencia por parte del gobierno, de manera proactiva. Si requiere sólo un visto bueno, incluso para el visto bueno, hay proyectos ya autorizados”, reiteró.
En este sentido, también mencionó que hay excepciones en el requerimiento de una MIA en obras de emergencia, como el dragado en la bahía de La Paz, por el paso de un fenómeno meteorológico como un huracán.
“Nada puede quedarse sin evaluarse, es el único procedimiento mediante el que la autoridad puede descartar o probar que las obras impactan el medio ambiente. No depende de que el autor de las acciones piense que es poquito o mucho”, recalcó.
A través de la MIA se puede descartar o reiterar que las especies de tortuga que desovan en el malecón podrán verse afectadas por la alteración en el espacio.
Coincidió en que los eventos deportivos de esta naturaleza son programados con antelación suficiente para que las autoridades cumplan con los procesos correspondientes.
A esto sumó que la ley establece que cualquier obra de tipo civil y actividad que tenga fines comerciales, están obligados a presentar una MIA.
Recordó que el Tour Mundial de Voleibol de Playa cobró por el espectáculo deportivo, por lo que hubo una recuperación económica, y eso lo convierte en una actividad con fines comerciales.
“Hay dos causales que te marcan la MIA. No es estar en contra de actividades deportivas, sin embargo, eso no puede ser un pretexto para sobrepasar las regulaciones”, subrayó.
Enfatizó que la Profepa debió suspender las actividades y modificaciones, sin embargo, el evento deportivo culminó sin mayor interrupción.
Mario Sánchez mencionó que el análisis tendría que establecer la parte de afectaciones al ecosistema y ponderar cuál sería la multa o sanción, una vez que Profepa pudiera tener un resolutivo, debe notificarlo.
“Si hubo contravenciones legales, está la responsabilidad de servidores públicos, cómo pasarse la regulación; es responsabilidad informarte sobre qué procesos deben cumplir”
Por último, hizo un llamado a las autoridades para que cumplan con la transparencia en caso de existir algún permiso para ejecutar obras; y si no hay, entonces que se hagan responsables de las consecuencias legales y jurídicas.
