En solidaridad con abuelas, madres,
hermanas, hijas y ciudadanas.
El Día Internacional de la Mujer sirve para visibilizar la desigualdad y discriminación que aún viven las mujeres, así como la urgencia de hacer efectivos sus derechos, incluyendo eliminar la brecha salarial, que las mujeres reciban la misma remuneración por realizar el mismo trabajo que los hombres, incrementar la presencia de las mujeres en puestos de liderazgo y eliminar la doble jornada de trabajo al redistribuir equitativamente las labores domésticas y de cuidados, mejor conocidas como trabajo no remunerado.
Este día es en honor a 129 obreras calcinadas en una fábrica textil de Nueva York (1908) cuando un genocida empresario, ante la huelga de las trabajadoras, prendió fuego a la empresa con las 129 encerradas.
El 8 de marzo es una fecha para unir a activistas, celebrar logros y mejorar la calidad de vida de las mujeres, frente a la brutalidad, violencia, discriminación de la barbarie del patriarcado y machismo, abriendo oportunidades y el reconocimiento de las mujeres.
En la historia de la mujer destacan algunas figuras literarias; en la comedia griega, se encuentra un referente de la lucha de la mujer. La protagonista de una obra de Aristófanes, Lisístrata, realiza una huelga sexual para finalizar las guerras.
La matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (370-415), asesinada brutalmente, es paradigma de la científica, icono de la libertad de pensamiento y la autonomía de la mujer. Este día se reitera superar prejuicios arraigados, abrir la participación, el activismo y promover justicia, la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
En la Revolución francesa, las mujeres reclamaron la igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y fraternidad». Pero pronto tomaron conciencia de que la lucha de clases no las incluía. Eso devino en peticiones de derechos políticos y ciudadanía. Así lo refleja la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, redactada en 1791 por Olympe de Gouges que copiaba la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789. Es un documento histórico por la emancipación femenina en igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres y el sufragio femenino.
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el voto y cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. En España, el 8 de marzo de 1910 la mujer accedió a la Educación Superior.
El 17 de octubre de 1953 se conquistaron el derecho al voto y a ser votadas a cargos de elección popular en México, después de un proceso iniciado en 1884. Aurora Jiménez de Palacios, el 4 de julio de 1954, fue la primera diputada federal, por Baja California; María Lavalle Urbina, por Campeche, y Alicia Arellano Tapia, por Sonora, las primeras senadoras electas (4 de julio de 1964); y Griselda (Álvarez Colima), primera gobernadora (1979).
Después de la revolución de octubre en la URSS, se logró el voto para la mujer y la legalización del divorcio y el aborto. El 8 de mayo de 1965 se declaró no laborable el Día Internacional de la Mujer. Desde su aprobación oficial por la ex Unión Soviética tras la Revolución rusa de 1917, la fiesta comenzó a celebrarse en muchos países. En China se celebra desde 1922. En España se celebró por primera vez en 1936, liderado por Dolores Ibárruri, la Pasionaria.
En 2011, ONU Mujeres propuso como temática como el momento donde las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres e impulsar derechos y activismo de campesinas que son más del 25 por ciento de la población mundial y el 43 por ciento agrícola en países subdesarrollados.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es
académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com
