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sábado, febrero 17, 2024
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Odiosas, pero necesarias

De Trez en Trez

Uno.- Hacía tiempo que no tenía la sensación de seguridad y confianza al salir a las calles por las noches; que no circulaba aquí, buscando algún negocio de bebida o comida sin que me “hincaran el diente”. Al contrario, allá confían en la honestidad y la palabra del cliente. Algunos lugares no llevan registro escrito de lo consumido.


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No tuve que andar cuidando mis pertenencias; ni mi cartera, ni mi mochila. Tampoco mi teléfono móvil o cualquier otra de mis cosas. Al revés, en más de una ocasión salieron tras de mí para devolverme una mochila con la cámara fotográfica y otros accesorios en su interior.

Pude dejar el auto en la calle por varias noches sin que le robaran la batería, le rompieran un vidrio, le quitaran las llantas o de plano se lo robaran entero.

Hacía muchísimo más tiempo que no circulaba por calles que, si bien estrechas, estuvieran debidamente señalizadas; por carreteras amplias, bien trazadas, planeadas y ejecutadas y no “al ahí se va”, a manera de ocurrencias.


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Pude transitar por la vía pública y ver el mantenimiento constante que le dan, la limpieza diaria que no falla; se ve el buen uso de los impuestos que se regresan en servicios para la ciudadanía.

Las obras públicas, ya por remodelación o por reparación, son hechas cuidando siempre la seguridad del peatón y de los automovilistas, son cubiertas siempre con mallas de colores para que no se vean feas ni arruinen el aspecto de las ciudades. Planeadas y ejecutadas en tiempo. Y no “si la lluvia lo permite”.

El transporte público, limpio, eficiente, puntual; no priorizan la utilidad sobre el servicio y logran ambos.

Doz.- Es una verdadera pena que tales cosas no sucedan aquí, en BC, o en algún municipio; ni siquiera en Tijuana o en Mexicali, la capital estatal.

Hace décadas que BC y sus municipios están abandonados. Todo lo positivo que se ha comentado renglones arriba, sucede aquí exactamente en sentido contrario. Los dizques gobernantes se preocupan más por sus intereses y no por los ciudadanos.

Trez.- Creen que gobernar es estar todos los días en “el feis”, “tuitiar”, colgar fotos e historias en TikTok, o hacer corazoncitos con las manos; en fin, promoverse en las redes sociales con todo y sus aduladores. Gobernantes mediáticos, de “likes”, de reproducciones o vistas. Eso son.

A los que gobiernan les interesa más seguir viviendo (y muy bien por cierto) del presupuesto y las ciudades con sus habitantes les valen madre.

No les preocupan la seguridad, la limpieza, la falta de mantenimiento, ni los baches, el caos vial, los servicios públicos, las obras viales, el bienestar de sus gobernados… ¡Qué pena!

Pasé casi tres semanas en ciudades del extranjero de este y otro lado del “charco”; también tienen sus problemas, sus pleitos políticos, sus errores, pero se notan sus aciertos y que piensan en el bienestar (este sí) de la ciudadanía.

Y como dicen, las comparaciones son odiosas, pero muy necesarias.

P.D.- Bienvenido de regreso a la realidad de BC y de muchos lugares en este país.

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.

Correo: profeohe@hotmail.com

Autor(a)

Óscar Hernández
Óscar Hernández
Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernandez 17 oscar@boltmedia.com.mx
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