“Morante, media vida” es un libro que honra a José Antonio Morante de la Puebla, a propósito de sus 25 años frente a los toros.
El tijuanense Carlos Mora Álvarez ha visto tal vez más de 2 mil corridas, desde su primer encuentro con el arte taurino a los tres años en la Plaza de Toros Monumental de Playas de Tijuana. Confiesa que de ser posible vería una corrida todos los días.
Entre la afición y el torero hay una simbiosis. Uno no puede existir sin el otro. Y es en este complemento perfecto donde el autor se encuentra con el protagonista de una historia que recrea después de haberlo visto, tan sólo en 2022, en 13 corridas de las 100 que estelarizó el año pasado.
“Jamás lo había visto sonreír tanto, reír a cabalidad desbordando de felicidad y eso se contagia, se transmite, se siente y sobre todo se agradece”, anota Mora Álvarez en una colaboración que precisamente formará parte de este extraordinario volumen que será compartido con los lectores el martes 18 de abril, como parte de la preferia de Sevilla.
El lugar donde se realizará esta presentación será en la Fundación Caja Rural del Sur, en la Calle Murillo 2, en tierras sevillanas.
Entonces quedará expuesto lo que en el escrito de Mora Álvarez se evidencia: el compromiso de quien observa desde los tendidos el destino de un torero prodigioso como lo es Morante de la Puebla, y no hace más que relatarlo con un poco de tinta: “De qué te ríes figura, podríamos preguntarle, pero francamente es innecesario, cuando un hombre, un artista, un torero, llega al cenit de su existencia a su propio ‘desiderarta’, no requiere más, no necesita más y sin embargo la plenitud, la seguridad, la escuela, el nivel que ha alcanzado superándolos a todos – por el momento – quiero pensar, que lo mejor está por venir, cuando ya no tiene nada más que probar, ni con quién o por qué competir, más que consigo mismo y con los toreros de época que tanto admira y que más recuerda, más nos los recuerda, cada tarde, cuando su arte de la vieja ( y la nueva escuela ) sale de sus sedas, telares y además, dibujando con pinceladas, tardes añoradas de la escuela fundamental de lo que tantos, tanto amamos”.