Luego de más de dos años preso, Sunshine Rodríguez Peña fue absuelto de todos los cargos que se le imputaban por -supuestamente- pertenecer a una estructura criminal ligada a la delincuencia organizada, dedicada a la pesca y tráfico de totoaba en el puerto de San Felipe.
El líder pesquero volvió a ridiculizar a la Fiscalía General de la República (FGR), entidad que lo ha detenido en dos ocasiones: durante la administración de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, pero en ambos juicios resultó absuelto debido a que los fiscales no contaban con suficiente evidencia para fincarle responsabilidad.
Fue el 21 de febrero de 2023 cuando Rodríguez Peña fue presentado ante el Juez federal adscrito a Hermosillo, donde permanecía recluido desde noviembre del 2020, junto con otros presuntos integrantes de la delincuencia organizada. A dos años del operativo, ninguno ha resultado sentenciado y, de hecho, tres han quedado absueltos de toda responsabilidad.
La declaración fue hecha mediante redes sociales por su hermano, Antonio Rodríguez, quien en un breve video indicó que se había decretado la libertad al líder pescador. Sin embargo, no fue hasta el día miércoles cuando la recobró formalmente.
Sara Ahumada, esposa del hoy liberado, llevó a cabo varias conferencias de prensa y reclamos públicos, debido a que durante esos dos años no se desahogó ningún proceso judicial, lo que quiere decir que purgó una estancia en prisión sin tener responsabilidad por las acusaciones.
De hecho, su esposa solicitó solamente que le permitieran demostrar su inocencia, algo que ocurrió mucho tiempo después de su captura.
Rodríguez Peña se convirtió en un rival político del gobierno federal priista y posteriormente morenista, cuando inició una serie de acciones subversivas en contra de la veda de pesca del Alto Golfo de California, bajo el argumento de que pretendían hacer un análisis para la preservación de la vaquita marina, un animal endémico del que se desconoce población y que ha sido identificado como animal estuario, es decir, que requiere agua dulce y salada para vivir.
Debido a sus acciones inició un enfrentamiento con el grupo de activistas de Sea Shepherd, los cuales llevan más de ocho años “patrullando” libremente la zona del Alto Golfo, en busca -supuestamente- de “vigilar las aguas”.
Durante ese tiempo, la embarcación de origen estadounidense ha sido acusada de cometer diversos actos extremistas; entre ellos, se le vinculó con el homicidio de un grupo de pescadores, los cuales fueron embestidos por la enorme embarcación.