De Trez en Trez
Uno.- De cara a la elección presidencial de 2024, desde ya podemos decir que -salvo un milagro- estamos fritos.
Hasta ahora hay solo dos opciones: la continuación de la autollamada “Cuarta transformación” o el regreso de los “nuevos” viejos políticos de siempre, representados por el PRI, el PAN, y lo que queda del PRD y las rémoras del Partido Verde y el PT. Al final, se concluye que casi todos provienen del tricolor.
Los personajes de uno y otro partido, sus dirigentes y los activistas que se han manifestado como contrarios a Morena y en especial al Presidente López Obrador, no inspiran tanta confianza. Ahí tenemos por ejemplo a un Alejandro Moreno que extendió su mandato y coquetea a veces con la “coalición” y otro día la pone en riesgo; su reputación no es muy adecuada y anda en pleito con otros que fueron dirigentes del PRI.
Marko Cortez, dirigente nacional del PAN dando traspiés; los mismos panistas dicen que Marko no es precisamente el mejor dirigente nacional. Jesús Zambrano, líder de lo que queda del PRD, prácticamente casi no es tomado en cuenta por el PRI y el PAN; pretende apoyar a Miguel Mancera (ex Jefe de Gobierno de CDMX venido a menos) como su candidato presidencial. Saben bien que no será así.
Mario Delgado, líder nacional de Morena, el partido de AMLO (de su propiedad casi), lleva ventaja al ser el partido en el poder y en quien recae la responsabilidad de mantener el poder a como dé lugar. Su dirigencia se mueve entre actos ilegales y la impunidad por la misma razón. Dicen quienes lo conocen, que en el partido el efectivo va y viene con singular alegría y ahora vive mejor -mucho mejor- que en sus inicios.
Del lado de los activistas en contra de la 4T, están personajes como Claudio X. González, el mismo que en el sexenio pasado encabezó una ofensiva contra el magisterio nacional, y que ahora también defiende al INE; le acompañan el ex presidente Vicente Fox, Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo, Miguel Ángel Osorio Chong, Francisco Labastida Ochoa y otros “ilustres” personajes.
Son ellos y otros más los que nos llevaron a estar precisamente donde estamos. Fritos, pues.
Doz.- Resulta un contrasentido escuchar y leer las palabras huecas que hablan del respeto a nuestra Constitución Política de los EUM, cuando el mismo AMLO no la respeta y expresa “no me vengan con eso de que la Ley es la Ley”, pasando por todos los gobernantes que al tomar posesión de su cargo se comprometieron a “cumplir y hacer cumplir” la Constitución y las leyes que de ella emanan.
La mejor manera de honrar a la Máxima Ley es no violarla, como hacen casi todos los gobernantes de los tres niveles; lo demás son discursos huecos y “politiquería”, como dijo “alguien”.
Trez.- Dicen que “la forma es fondo” y a juzgar por el acomodo de los representantes del gobierno mexicano en la ceremonia para conmemorar el 106 aniversario de la promulgación de la Constitución, AMLO no quiere nada con el Poder Legislativo, liderado en parte por el diputado Santiago Creel, ni con el Poder Judicial y la presidenta de la SCJN, Norma Piña, a quienes mandó al extremo derecho del presídium. Y se “protegió” con el secretario de Gobernación y “corcholata” Adán Augusto López; el de Sedena, General Luis Cresencio Sandoval González; y a su izquierda Alejandro Armenta, presidente del Senado, y el Almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Semar; y se cobijó con los gobernadores estatales de (su) Morena.
P.D.- “La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial Federal. Una judicatura independiente es pilar de nuestra democracia.”: Ministra Norma Lucía Piña Hernández.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
