De Trez en Trez
Uno.- En la semana anterior comenzaron las audiencias en el Congreso de los Estados Unidos para investigar la crisis que produjo la cancelación de más de 17,000 vuelos de la línea aérea Southwest; el Departamento de Transporte informó en enero que abrió una investigación del colapso que dejó cerca de 2 .3 millones de pasajeros varados, así como más de 100 millones de dólares diarios en pérdidas para la empresa y afectaciones en los frustrados viajeros.
Entre el 22 y el 30 de diciembre, los problemas en los vuelos de Southwest comenzaron con una tormenta de invierno, que se extendió por todo el país a finales del 2022 y principios del 2023.
Al respecto, la presidenta de la comisión del Senado, Maria Cantwell (demócrata por Washington) declaró: “…averigüemos por qué colapsaron las operaciones de Southwest y qué debe cambiar para que esto nunca vuelva a suceder en Southwest ni en ninguna otra aerolínea”.
A su vez, el Departamento de Transporte de los Estados Unidos informó que investigan “si los ejecutivos de Southwest se involucraron en una programación de vuelos poco realista que, según la ley federal, se considera una práctica injusta y engañosa”. Se dice que la aerolínea creció demasiado rápido durante la pandemia de coronavirus y no actualizó tecnología crucial; luego erró en la recuperación, operando 500 vuelos vacíos, cuando los pasajeros estaban varados durante el periodo vacacional.
La crisis costó alrededor de 100 millones de dólares por día a Southwest, cantidad que aumentará en las próximas semanas a medida que la aerolínea continúe compensando y los clientes utilicen las millas otorgadas como compensación.
Doz.- Ante la presión de Washington, Southwest otorgó a los afectados cupones y puntos de fidelidad, ya ha pagado a sus clientes decenas de miles de dólares; además de cambiar la ruta en otro vuelo u obtener un reembolso del boleto, le dio a cada viajero 25,000 millas de su programa de lealtad por un valor aproximado de $ 300 dólares.
Southwest cuenta con 768 aviones, una ocupación media por vuelo de más del 85 por ciento, con 123,3 millones de pasajeros en 2021 (había 162,7 millones en 2019, antes de la pandemia). Y cerró el tercer trimestre de 2022, logrando 277 millones de ganancias netas, $6,2 mil millones en ingresos y $14,7 mil millones en liquidez.
Sus clientes buscarán ahora obtener mejor servicio con un poco más de dinero. Por ver en que terminarán estas audiencias que el gobierno de USA está realizando.
Trez.- Mientras, las líneas aéreas mexicanas antes, durante y después de la pandemia han registrado diversos problemas, pérdidas, desapareciendo algunas (Aerocalifornia, ALMA de México, TAESA, Líneas Aéreas Azteca, AVIACSA, A Volar, Allegro, Aerolíneas Internacionales, Mexicana, por citar solo unas cuantas). Y las que se quedaron con el mercado, como Aeroméxico, Viva Aerobús y Volaris, hacen y deshacen con sus clientes ante la complacencia de las autoridades; nadie las sanciona por los abusos que cometen en sus cobros, cambios y cancelaciones.
También al final de año y principio de este 2023, las aerolíneas mexicanas sufrieron contratiempos por el clima, la sobreventa de vuelos, la falta de personal en tierra y en aire, pero aquí poco se ha hecho para solucionar este problema. Profeco “asusta con el petate del muerto” y pide a los clientes acudan a presentar su denuncia ante esa oficina; nada de una investigación, ninguna sanción y pocas reparaciones de daños.
A Volaris le vale poco que el pasajero haya planeado con anticipación la fecha y la hora de su vuelo, así como su destino. No le importa qué asunto lo lleva a viajar, ni tampoco su reservación en hoteles; simplemente vía electrónica avisan al cliente que su itinerario ha cambiado, ya de hora o de fecha, y al tratar de hacer contacto con la aerolínea, no encuentra a nadie que en persona y en tiempo actual lo ayude a resolver su problema. Solo llamadas a teléfonos automáticos, instrucciones ambiguas.
De esta forma, las compañías aéreas siguen abusando de sus clientes amparados en la impunidad que les otorga el Gobierno Federal, que poco o nada hace al respecto. De la vigilancia en sus estados financieros y adeudos, ya ni hablamos…
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com