En este inicio de año, y ante todo deseando que para México y sus habitantes sea mejor que el recién concluido 2022, bien podríamos hacer “mínimo recuento de los daños”. Para ser optimistas, por lo menos mentalmente hagamos una lista, primero, de lo bueno. Pues hay quienes reclaman ¡no todo ha sido malo! Seguramente que no.
El problema es cuando estás cerca de personas que andan desesperados buscando a sus familiares desaparecidos. Escuchar a una madre, esposa o hija que con el dolor en su rostro y ojos hinchados de tanto llorar, clama para que las autoridades o alguien que lo sepa, le informe, si lo sabe, donde está ese ser querido desaparecido. “Vivo o muerto, si es esto último, por lo menos para darle sepultura”, dice con enorme dolor.
Y si más adelante encuentras un amigo que acaba de perder a su hijito por la falta de medicamentos oncológicos, pues la pena se hace más profunda. Lo lamentable es que no se trata de un caso aislado; en la nación, son docenas de seres humanos de todas las edades que están perdiendo la vida ante la falta de esos medicamentos. Hasta el gobierno pasado, había críticas sobre los servicios del Seguro Popular, pero fueron millones de personas de escasos recursos que siempre tuvieron la atención debida para recuperar la salud.
Sobre la inseguridad en las calles y en los mismos hogares. Asesinan a hombres y mujeres, especialmente estas últimas están siendo víctimas, cada vez en mayor número; jóvenes y adultos mayores pierden la vida porque un loco tiró bala a lo bestia. Las víctimas no eran miembros de bandas delincuenciales, los quisieron robar o fueron víctimas “colaterales”, ahora dicen con mucha frecuencia.
En el inventario de este año que concluye, expertos nacionales e internacionales, asustan con los datos que aportan. Sin olvidar que desde hace muchos años la delincuencia “organizada” dañaba a la sociedad; ahora se ha multiplicado. Nos dicen los expertos que casi el 70% del territorio nacional está bajo el mando de esos “organizados” delincuentes. Antes eran 4 o 5 estados dominados por esas personas. Ahora, en cualquier carretera asaltan y asesinan. Y todo por la maldita impunidad. Saben esos delincuentes que difícilmente serán castigados. La autoridad no puede contra ellos.
Nota 1. Al escuchar o leer opiniones de personas expertas en distintos temas, que exponen con coherencia, seguridad y datos reales (conocimientos se diría), la pregunta se antoja: ¿la autoridad es tan necia que no acepta ayuda?
Nota 2. Hay que insistir, preparémonos para las próximas elecciones; grupos e instituciones ciudadanas debemos organizarnos para actuar. Convencer a los decepcionados para que acudan a votar.
Nota 3. Los partidos políticos tienen que escucharnos, solos no van a triunfar. Nos necesitan.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com