Residentes de Lomas de la Esperanza, quienes llegaron a ese fraccionamiento como damnificados de la colonia Lomas del Rubí, acusaron que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) les ha aplicado cobros excesivos mes tras mes desde que empezó a requerirles el pago por el suministro de agua potable. Conforme a documentación compartida por los denunciantes, el primer monto a pagar alcanzó cantidades de hasta 17 mil o 19 mil pesos.
Los habitantes del nuevo fraccionamiento recibieron sus casas el 30 de abril de 2021. Las residencias de 120 metros cuadrados fueron construidas con apoyo del Instituto Nacional de Vivienda, así como de una institución bancaria, en un terreno donado por el XXIII Ayuntamiento, al sur de la ciudad. Tales acciones procedieron en el ánimo de favorecerlos en razón de haber perdido sus antiguas propiedades con los derrumbes que se suscitaron en Lomas del Rubí en 2018. Los títulos de las casas en las que se les reubicó fueron otorgados por el Gobierno del Estado a partir del 2 de julio de 2022.
A dos meses de ocuparse las primeras propiedades, a los residentes les llegó el recibo de la Comisión Federal de Electricidad. En tanto que el de la Cespt lo recibieron hasta finales de septiembre de 2022.
De esa manera, el consumo de agua que se generó desde que pasaron a habitar las viviendas se les cobró en una sola exhibición. En algunos casos los cobros ascendieron cantidades cercanas a los mil pesos: 855.00” o “914.00”), mientras que en otros equivalieron a montos de “3,981.00”, “6,589.00”, “7,109.00”, “8,346.00”, “8,457.00”, ”9,262.00”, “9,830.00”, “13,917.00”, “17,043.00”, “19,680.00”. En todos los casos se marcó como período de consumo: “24/08/2022 – 26/09/2022”.
“Dejó pasar un año y medio, casi los dos años la Cespt, y ahorita ya nos está cobrando 20 mil, 12 mil y 13 mil pesos, cuando mucha gente no se ha recuperado; porque muchos de ellos tuvieron que pedir prestado para levantar bardas, poner pisos, arreglar sus casitas. Entonces muchos de ellos dicen no tengo para pagar esa cantidad”, indicó Jorge Espinoza Vázquez, comisario de Control y Vigilancia del Comité de Vecinos de Lomas de la Esperanza.
Las cifras elevadas, establecidas como monto a pagar por un servicio que se empezó a brindar entre abril y mayo de 2021, motivaron que los residentes inconformes recurrieran al abogado Andrés Dueñas Castillo. A partir de entonces lograron celebrar convenios con el organismo, de modo tal que se les facilitara la forma de pago.
“Supuestamente hacen convenios, pero en realidad a los meses siguientes siguen llegando los cobros altos”, manifestó Espinoza Vázquez.
“Habremos vecinos que gastan menos del litro cúbico que nos permiten o de los dos metros cúbicos; entonces muchos de ellos les está llegando de dos mil, mil 500, cuando es irregular. Porque si usted ve el metro cúbico, o sea, son dos metros cúbicos o cinco metros cúbicos por el pago mínimo”, refirió. Expuso que en los recibos emitidos una vez celebrados los convenios, aparece la leyenda “cobro no especificado”. Es decir, “no dicen el por qué”, cuestionó.
El 16 de diciembre los quejosos acudieron a la Cespt en un afán de conocer el motivo de que se les estuvieran aplicando los cobros elevados. El diputado federal de Morena, Héctor Mares Cossío, acudió en apoyo de los residentes de Lomas de la Esperanza. Espinoza Vázquez indicó que con todo y la intervención del legislador, la visita fue infructífera. “Ahí no nos atendió el director porque su agenda estaba totalmente saturada”, aseveró.
Andrés Dueñas Castillo calificó los montos a pagar como “excesivos” y aseguró que no existen criterios para cobrar en esa proporción. Señaló al director del organismo, Víctor Daniel Amador, de estar “manipulando los cobros” en perjuicio de los ciudadanos.
Mencionó que en defensa de los residentes se procederá por la vía del amparo y que los recursos “deberán proceder, a menos que haya manipulación gubernamental ante el sistema judicial federal”.
A decir del abogado, los convenios no concurren a resolver la situación para los usuarios del servicio, quienes no dejan de verse afectados en su economía y patrimonio familiar, expresó.
Consultado por ZETA, Víctor Daniel Amador aseguró que los casos de cobranza en Lomas de la Esperanza son distintos y que se tiene que revisar uno por uno. No negó que en algunas de las nuevas viviendas pudiera haber fugas de agua, por lo que el cobro por el suministro les estaría llegando elevado a los residentes.
“Alguna queja de que haya una alta facturación se revisa y se hace una inspección”, asentó.
Detalló que de las 130 viviendas otorgadas “111 ya cuentan con contrato vigente con Cespt” y que “al momento de regularizar las cuentas se realizó el cargo correspondiente a la instalación del medidor y el consumo de agua, con un acumulado de lecturas de entre 15 y 17 meses”.
En cuanto a los convenios suscritos, sostuvo que el usuario debe pagar la mensualidad, así como la parte convenida a cubrir mes tras mes.
Rechazó que el organismo haya eludido atender a los inconformes. “Siempre ha habido apertura de la Cespt para atender todos los temas; normalmente yo recibo aquí gente, si es algo que en particular tengo que revisar lo reviso. Normalmente estos temas de alto consumo se pasan directamente a la (subdirección) comercial; si no se puede resolver ahí los canalizan conmigo y aquí vemos cuál es la situación”, remató.