Colectivos de búsqueda de desaparecidos en Baja California, esperan que durante 2023 se amplíen las zonas y técnicas de búsqueda que se realizan en distintos municipios, particularmente en Tijuana, Tecate y Rosarito.
Para Fernando Ocegueda, presidente de la Asociación Unidos por los Desaparecidos de Baja California, hay tres puntos estratégicos en el Estado, en el que han denunciado la presencia de cuerpos abandonados, pero por las condiciones de las zonas, ha sido imposible realizar la búsqueda y localización de cuerpos.
El primero de ellos es la boca de la Presa El Carrizo, donde calculan que más de una docena de cuerpos pudieran localizarse al haber sido lanzados al agua, algunos de ellos directamente, mientras que otras investigaciones refieren que otros más fueron colocados al interior de tambos de metal rellenos de materiales pesados para evitar que los cuerpos floten, por lo que permanecen al interior de la Presa El Carrizo principalmente, sin descartar las inmediaciones de la Presa Abelardo L. Rodríguez.
Integrantes de los colectivos de búsqueda en el Estado, han solicitado a las autoridades llevar a cabo una revisión en el vaso de la Presa El Carrizo con equipo especializado, pero hasta el momento no han logrado respuesta.
Según cifras recabadas por los colectivos de búsqueda, comentó a ZETA Fernando Ocegueda, Tijuana ha alcanzado los 20 mil desaparecidos de 2006 a la fecha, encabezando la lista de los municipios con mayor número de desaparecidos al año y más de mil 200 desaparecidos durante 2022, cifra que contrasta con los registros de las autoridades, que reportan alrededor de 900 personas desaparecidas sólo en Tijuana.
Municipios como Mexicali, Ensenada y Tecate siguen en la lista, cada uno con más de un centenar de desaparecidos durante 2022, mientras que Rosarito, aun cuando mantiene a la baja los registros de las desapariciones, éstos son realizados de manera estratégica para evitar la localización de los cuerpos.
Integrantes de las Mesas de Seguridad en BC y de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, señalan que desaparecidos de Rosarito pudieran ser arrojados en aguas profundas del mar, lo que evitaría su aparición, al ser devorados por animales marinos.
Por ello los colectivos de búsqueda solicitan que, a través de la Comisión de Búsqueda del Estado de Baja California, se pueda hacer uso de una lancha adquirida con fondos destinados por parte de la Federación. El costo ronda los 3.5 millones de pesos y sería utilizada para recorrer las inmediaciones de El Carrizo y zonas de Rosarito, acompañados de un equipo especializado de buceo que permitirá sustraer objetos sospechosos localizados en el área.
A junio de 2022, cifras proporcionadas por el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecida (RNPED) arrojaron que México registró poco más de 100 mil desapariciones a nivel nacional; para diciembre, la cifra se elevó a 100 mil 190; es decir, 190 personas fueron registradas como desaparecidas durante el segundo semestre del año.
A pesar que Baja California ha sido considerado desde 2007 como uno de los estados más afectados por el fenómeno de las desapariciones, con cifras proporcionadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) en las que se tienen más de 12 mil personas desaparecidas de 2007 a 2022, y de que los hallazgos de fosas clandestinas han sido recurrentes en la región, y de que en 2019 se solicitó a las diversas entidades federativas, la cantidad de fosas clandestinas que existen en su territorio, Baja California sigue en ceros en el reporte; por lo consecuente, el proyecto destinado para atender la crisis de las fosas clandestinas, que proveería más apoyos, más tecnología, se perdió, y las esperanzas no son muy buenas para quienes buscan a sus familiares desaparecidos en Baja California.
Más de 250 fosas clandestinas han sido observadas entre octubre de 2009 y diciembre de 2022. De este total, el 85% de éstas han sido localizadas por colectivos de búsqueda, lamentablemente -resaltaron familiares de personas desaparecidas a ZETA- los cuerpos sólo pasan de una fosa clandestina a una fosa oficial, es decir, la común, ya que los tiempos para la identificación de los cuerpos se extienden incluso por años.
Actualmente Baja California alberga más de 22 mil cuerpos en la fosa común, quienes permanecen apilados en espera de ser identificados.
El segundo lugar donde se pondrá énfasis para lograr la localización de cuerpos, mencionó a ZETA Fernando Ocegueda, es en el fraccionamiento San Pedro, ubicado en Tijuana y que limita con Tecate, con un acceso directo a la presa y conocido como Camino Viejo, utilizado por grupos criminales para la ejecución y entierro de sus víctimas.
Durante los dos últimos años, más de 50 cuerpos han sido localizados en estas inmediaciones, es decir, entre San Pedro, el Camino Viejo a la Presa El Carrizo y el tramo conocido como “El Callejón”, que conecta a San Pedro con Valle de Las Palmas. Alrededor de estos puntos, rancherías han sido utilizadas como casas de seguridad para cometer crímenes, e incluso colectivos de búsqueda dijeron a este Semanario tener las coordenadas de ranchos que albergan cuerpos, por lo cual se busca una revisión en conjunto con FGE.
El 12 de abril de 2022, el Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas publicó desde Ginebra, Suiza su informe sobre la visita a México, llevada a cabo entre el 15 y el 26 de noviembre de 2021. Se trató de la primera vez que este organismo acudió a investigar sobre el terreno, en cuyas conclusiones encontraron que la impunidad impera en este tema, al sólo haber 35 sentencias por desaparición en el país, frente a la “alarmante” cifra de 100 mil personas no localizadas.
La tercera zona que se pretende recorrer en Tecate, son las inmediaciones de El Hongo, La Rumorosa y el tramo conocido como Cañón Manteca, donde colectivos de búsqueda tienen previsto localizar fosas clandestinas luego de diversas denuncias anónimas.
Se espera que los trabajos de búsqueda tengan inicio durante las primeras semanas de febrero.
