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jueves, octubre 3, 2024
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En 2023 la cuesta será de enero a marzo

La inflación y el bajo crecimiento económico serán los principales riesgos para la economía de México y de Baja California durante 2023.

Especialistas consultados por ZETA advirtieron que el primer trimestre del año será más difícil económicamente que 2022.

“Para los consumidores no será la cuesta de enero, será la cuesta del trimestre (enero, febrero y marzo)”, señaló el economista Jorge Fonseca, quien estimó que en la segunda mitad de 2023 la inflación general en el país podría ser “menos agresiva”, ubicándose entre 5.5 y 6% al cierre.

Si eso ocurre y  2023 cierra con una inflación del 6%, daría un leve respiro al golpeado bolsillo de los consumidores, pero en ese rango la inflación aún estaría al doble del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% (+/- un punto porcentual), observó.

El presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, Roberto Valero, coincidió en que será hasta el segundo semestre del año cuando se vea una desaceleración de la inflación general, que podría ubicarla cerca del 4% a tasa anual, sin embargo, “definitivamente” no se alcanzará el objetivo de inflación del banco central.

“El poder adquisitivo perdido va a tardar años en recuperarse. El problema es que tenemos una inflación muy alta y salarios muy bajos, lo que genera mercados paralelos como los informales”, indicó.

En México la inflación se verá afectada por la primera mitad del año, sobre todo el precio de los alimentos, como estuvo sucediendo en 2022, ya que a nivel mundial y en territorio nacional se está registrando el problema de la sequía, el cual “va a seguir pegándole a los mercados alimentarios, sobre todo el de los granos”, reiteró.

El último dato del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que la inflación se volvió a acelerar en la primera quincena de diciembre, al ubicarse a tasa anual en 7.77%. La inflación de alimentos fue de 14.13%, y de productos agropecuarios, 8.85%

En lo que discreparon ambas prospectivas es si la inflación en Baja California (8.79% a primera quincena de dic. 2022) seguirá por encima del indicador nacional. Fonseca señaló que se ubicará por debajo, ya que en 2022 su incremento estuvo más relacionado con lo reportado en California, Estados Unidos.

“En Estados Unidos van a ser más efectivos en reducir la inflación que en México por la desaceleración que van a sufrir en el primer trimestre”, y eso va a permitir que Baja California tenga ese espejo con California y sea menor al dato nacional, dándole un respiro a los consumidores”.

Lo anterior se debe -explicó- a que los estados fronterizos, principalmente Baja California, dependen más de las importaciones que se hagan de Estados Unidos, de modo que al bajar la inflación, allá afectará positivamente el precio de las mercancías en la frontera norte de México.

Para Roberto Valero, la inflación en la entidad “seguirá la misma ruta nacional, aunque más lentamente”. Se estima que, al cierre de 2023, la inflación en BC ronde el 6 y 7% a tasa anual, mientras la del país se ubicará alrededor del 4%.

BAJO CRECIMIENTO PARA MÉXICO

Luego de referir que la estimación más optimista de crecimiento de la economía mexicana para 2023 es de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y las proyecciones más pesimistas de organismos multilaterales son de alrededor de 1.4%, Fonseca consideró que el país tendrá un crecimiento anual del 2%

Los pronósticos más conservadores contemplan una recesión en Estados Unidos “muy probablemente en el primer trimestre”, y aunque se prevé no sea profunda ni duradera, tendrá un impacto en el crecimiento económico de México.

Lo que está ayudando al crecimiento de nuestro país es la relocalización -también conocida como nearshoring-, en la que nuevas empresas se instalan en territorio nacional, y, aunque se desconoce cuánto tiempo durará dicho fenómeno, se espera que continúe por lo menos en 2023.

En opinión de Valero, el crecimiento económico será menor, de alrededor del 1.7% del PIB. “Se ve una recesión ligera para Estados Unidos, pero lo que preocupa es la recesión de los estados fronterizos con México, como California y Arizona, pues ellos ya entraron en recesión desde 2022 y son los principales estados con los que comercia México”. En ese sentido, recordó que por sí sola, la de California representa la quinta economía del mundo.

Los obstáculos para que México crezca económicamente radican en el factor de la gobernanza, donde afectarán cuestiones políticas como el inicio de la carrera a la candidatura presidencial de 2024. En segundo lugar, el diferendo en materia energética con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC, en tanto, el tercer inhibidor para el crecimiento es la inseguridad. Por otro lado, destacó la incertidumbre que causaría una nueva ola de contagios de SARS-CoV-2.

En cuanto al pronóstico de crecimiento para Baja California, el analista económico no ve escenario favorable para la economía del Estado, la cual seguirá “estancada”. El crecimiento generado ha sido impulsado por las exportaciones del sector manufacturero, que si bien genera empleos, la mayoría de éstos tiene salarios “pírricos” y no fomentan el  desarrollo.

En ese sentido, refirió la reducción de 1.42 puntos de 2020 a 2021 que tuvo Baja California en el Índice de Progreso Social elaborado por México Cómo Vamos. Así, por “cuarto año consecutivo cayó el desarrollo social en el Estado”.

De acuerdo con Roberto Valero, “para que Baja California despegue necesita reestructurar su economía por completo; ocupa trabajar en infraestructura, hacerse atractivo otra vez para los inversionistas”, aunque medidas como la creación de la sobretasa del Impuesto sobre Nómina ahuyentan a los inversionistas.

En contraste, Jorge Fonseca proyectó que 2023 será “un año muy bueno para Baja California, tomando en cuenta de dónde venimos, de una pandemia de dos años, donde la actividad económica se colapsó; de un 2022 con una recuperación muy insípida que no la sentimos como recuperación, dado que sufrimos la erosión en el poder adquisitivo por la inflación”.

Aunque la actividad económica en este año será similar a la de 2022, al registrarse menor inflación, económicamente 2023 será un mejor año, con lo que el crecimiento de BC será superior al de la media nacional, estimó.

TIPO DE CAMBIO AL ALZA

Valero consideró que el tipo de cambio tendrá “un ajuste al alza una vez que las tasas de interés queden esclarecidas, en cuanto los bancos centrales de Estados Unidos y México paren la carrera alcista de tasas de interés, vamos a ver un jalón en México; los inversionistas van a preferir estar en un mercado seguro como es el de Estados Unidos”, con lo que el dólar se fortalecerá y llegaría a 21 pesos.

Aunque Fonseca consideró que el dólar mantendrá cierta estabilidad oscilando entre 19.20 y 19.80 pesos, no se debe a un “súper peso” como algunos han señalado, sino a que “tenemos un dólar súper débil” y  en la economía mexicana hay un excedente de dólares que está permitiendo “un tipo de cambio favorable”.

“Muy probablemente eso va a continuar este año”, gracias a más ingresos de dólares vía remesas, recuperación del turismo internacional y el precio del barril de petróleo.

MAYOR INVERSIÓN EXTRANJERA Y REMESAS

Ambos analistas económicos coincidieron en señalar que continuará llegando la Inversión Extranjera Directa (IED) a México focalizándose a ciertas regiones, advirtiendo que existe el riesgo de que el país no aproveche la oportunidad que representa el nearshoring.

Con los datos preliminares se observa que la IED fue de 32 mil 147.4 millones de dólares de enero a septiembre de 2022. Cifra que  parece ser un incremento “fuerte”; sin embargo, en realidad la IED captada fue “distorsionada” por la operación prácticamente virtual de la fusión de Univisión y Televisa, que ronda los 8 mil 400 millones de dólares y no es inversión nueva, sino un intercambio de acciones y emisión de deuda.

“Una vez ajustada la cifra, la IED queda en 23 mil 747.4 millones de dólares, similar a la de años anteriores al cierre del tercer trimestre”, señaló el economista.

Un obstáculo que enfrentará la captación de IED, será la capacidad limitada con la que cuenta el país para abastecer a las nuevas empresas de energía eléctrica. No invertir en infraestructura energética conllevaría a que  la manufactura deje de llegar a México y se vaya a países cercanos a la frontera sur de México.

Otro obstáculo considerado como grave, es la insuficiente generación de energía eléctrica con fuentes limpias, que implica un riesgo no sólo de captación de nueva IED, sino de perder la que ya se tiene en el país, puesto que eventualmente países de Europa, América del Norte o Asia podrían imponer aranceles a mercancías, al no cumplirse el compromiso de reducir la huella de carbono.

Con todo y la recesión económica que se espera para Estados Unidos, las remesas mantendrían la tendencia de los últimos años, al haber un mercado laboral de los trabajadores, donde hay más vacantes que personas que desean y/o necesitan trabajar, agregó el economista Jorge Fonseca.

En una perspectiva similar, Roberto Valero estimó que con la información disponible, BC habría cerrado 2022 con más de mil 300 millones de dólares; es decir, al menos en el mismo nivel de remesas de 2021.

Ambos observaron que aun cuando en el primer trimestre de 2023 podría desacelerarse la generación de empleo en México, al cierre se mantendrá en los niveles del año pasado (un millón 098 mil 453 a noviembre).

“Quizá haya una disminución de entre 5 y 10% en la generación de empleo por el alza salarial”, puntualizó Valero, quien señaló que la precariedad del empleo sigue siendo el principal problema del mercado laboral.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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