“Cuando de nada nos sirve rezar, caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
-Antonio Machado
Poco menos del uno por ciento, un millón de personas marcharon el domingo 27 de noviembre de 2022 en la Ciudad de México; el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegi) calcula que en 2022, la población en todo México, somos 126 millones 14 mil 24 personas.
La convocatoria para defender al INE el domingo 13 de noviembre también reunió varios cientos de miles de marchantes. Colmarían varios zócalos, evidencia la fotonota de la revista Proceso (no. 2403, Nov, 20 de 2022), “La Megamarcha en defensa del INE, un golpe al lopezobradorismo”.
En algunas ciudades como Mexicali, los marchantes fueron cerca de doscientos, según nota de La Crónica de Mexicali (28/XI/2022).
Hay evidencias y testimonios de que muchos participantes lo hicieron por convicción y libremente. Quizás en ambas movilizaciones la gente fue chantajeada o engañada y asistió… al fin, era día libre, hubo comida y algún dinerito.
La marcha del 27 de noviembre es inseparable de la de abril de 2022, que fue considerada por Proceso como “Obsesión por hacer historia; la Revocación, una Artimaña”.
El Presidente López Obrador, no está del todo errado en la Reforma. Incluso Leo Zuckerman ya demostró que si se aprobara el tal cambio en el sistema electoral, el grupo en el poder perdería poder, sobre todo en la Cámara de Diputados, al disminuir sus diputados plurinominales.
Creo que el país, tan enfadado de la política y de los políticos, decidió mejor participar en el Domingo de Ramos , y ahora en el Primer Domingo de Adviento; claro, lamiéndose las heridas de la goleada del equipo del Papa Francisco a los guadalupanos de México, que torpemente no convocaron a Carlos Vela y al Chicharito Hernández. Mezquindad sobre mezquindad. Ya ni Maradona con Messi.
Las elecciones mexicanas intermedias del 2021, convirtieron a Claudia Sheinbaum en lo que en política se dice es: una perdedora. Más allá del fraude en la delegación Tláhuac, La Jefa de Gobierno de la última entidad democrática del país, perdió 9 de 16 alcaldías o delegaciones; nunca tuvieron elecciones, siempre les imponían regentes, como el sonorense de Hierro Uruchurtu. Elegían otras autoridades, pero al mandamás se los imponía el Presidente en turno. Herencia del autoritarismo azteca en el México prehispánico.
Lo dramático de las marchas, a favor o en contra del INE, es la tentación hitleriana de apoderarse de todo el poder: ejecutivo, legislativo y judicial. Y más dramático es que los partidos revolucionarios (como los bolcheviques, marxistas, leninistas, troskistas, neonazis, fascistas, ultraconservadores) son pura confrontación y acarreo de personas no libres, no conscientes. No saben a qué van, pero van.
Un millón entre 126 millones de mexicanos, ni el uno por ciento. Y habrá qué descubrir cómo los motivaron o movieron mental o humanamente a participar, en algo que los panistas reclaman equivocadamente para sí, porque el Presidente López Obrador mencionó el Humanismo Mexicano, que Manuel Gómez Morín fundador del PAN, adaptó a su ideario del pensamiento del francés Jacques Maritain en su admirable obra Humanismo Integral. Que por cierto fue el fundamento -aunque muchos lo ignoren- de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que participó Maritain en San Francisco, California, en 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial: prototipo de marchas fratricidas en las que perdieron la vida millones de personas, incluidos los jóvenes soldados que perdieron todo, sobretodo su vida.
En Mayo de 1990, en Chalco, Estado de México, tuvimos la gracia de Dios de admirar dos millones y medio de personas escuchando al Papa Juan Pablo II en su segunda visita pastoral a México; dos millones en el Parque Bicentenario de Silao, Guanajuato (2012), donde fue invitado el candidato López Obrador y Peña Nieto, que al parecer le ganó democráticamente en 2012, terminando con la hegemonía del PAN, con dos sexenios.
En Cuba en 2014 el Papa Francisco celebró misa en la Plaza de la Revolución, con enormes lonas de 100 x 100 metros: El Che Guevara a un costado, y enfrente del Altar un monumental Jesús de la Misericordia de 100 x 100 metros.
¿Cómo pudo Juan Pablo II reunir en Manila, Filipinas, a casi 9 millones de católicos, donde el Pacman es legislador y católico de hueso colorado?
Como ha dicho un sabio, todo esto también pasará. En la reciente Romería de Zapopan participaron entre 3 y 4 millones de fieles marianos. En el autódromo hermanos Rodríguez había un millón adentro y un millón de personas que fueron a la misa con Juan Pablo II en 1998.
Como ha repetido el Papa Benedicto XVI sobre los miles de millones de católicos en el mundo, citando a san Agustín: “Solo Dios sabe, quiénes estando dentro están fuera; y quienes estando fuera, están verdaderamente dentro”.
Qué tan cierta es la frase “¿A dónde va Vicente?”. Pues “¡A donde va la gente!”.
Y por qué toda esa gente no la llevaron a la inauguración de la FIL. Será cierto que somos incluso los “profesionistas, somos una bola de semiletrados” (Octavio Paz, Nobel de Literatura 1990).
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com