El presidente de la república Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que la familia del ex presidente de Perú Pedro Castillo arribó a México este miércoles 21 de diciembre procedente de la capital peruana.
“Su esposa Lilia Paredes”, así como “sus (dos) hijos arribaron al aeropuerto de la Ciudad de México a las siete con cincuenta minutos procedentes de Lima, Perú”, indicó el primer mandatario.
Aclaró que el embajador Pablo Monroy Conesa, de quien primero había dicho que ya estaba de regreso en el país, permanece en Perú.
El día de ayer el diplomático fue declarado “persona non grata” por el gobierno peruano, encabezado por Dina Boluarte, bajo el argumento de que en México se violó el principio de no intervención ante la destitución de Pedro Castillo.
Además de dar a conocer el estatus de Monroy como persona non grata, la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, informó que se le había otorgado un salvoconducto a Lilia Paredes y a sus hijos para que viajaran a México a propósito de que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, les otorgó asilo político.
“El embajador Pablo Monroy continúa en Lima, pero sí queremos que se regrese, (tiene) 72 horas, así al estilo policíaco”, expresó AMLO en su conferencia de este miércoles, celebrada en la Ciudad de México.
El 7 de diciembre Pedro Castillo fue destituido luego de que disolviera el Congreso peruano en un intento de instaurar “un gobierno de excepción”. El hoy ex presidente fue detenido el mismo día por su presunta responsabilidad en el delito de rebelión y “quebrantar el orden constitucional”, conforme a lo que estableció al respecto la fiscalía de ese país.
“El caso de Perú es muy lamentable, es un pueblo hermano, que desde cuando menos de 6 años a la fecha han contado con cinco presidentes. Se debe fundamentalmente a intereses de un grupo que domina y que no permite que el pueblo peruano, sobre todo los que viven en la sierra, participen en la vida pública y ejerzan sus derechos políticos y que haya una auténtica democracia, entonces es una élite”, aseveró López Obrador este miércoles.
“En un año y medio tres juicios en el Congreso para destituirlo y el último argumentando incapacidad moral, que aunque parezca increíble existe el precepto, como causal para destituir al presidente, porque todas estas leyes las hicieron en el período neoliberal que padecimos nosotros y que se padeció en toda América latina y que se padeció en el mundo”, agregó.
Aseguró que “no hay pruebas de que (Castillo Terrones) haya cometido un delito” y enfatizó que “no existe un dictamen que demuestre que tiene incapacidad moral”.
Descartó que tras la destitución de Castillo Terrones vaya a suscitarse una etapa de represión en Perú, como la que se dio en Chile en 1973 a partir del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet.
“Son otras condiciones. Aunque no hay mucha participación de la comunicad internacional sí están puestos los ojos de lo que está pasando en Perú. Es indudable que en todo el mundo están viendo lo sucedido en Perú y yo no creo que se atrevan a seguir con la misma política represiva y yo deseo en el alma que se llegue a un acuerdo”, sostuvo López Obrador.
Recalcó que es necesario “convocar de inmediato con el tiempo necesario para preparar una elección general” y opinó que “el método democrático es la medicina en este momento para Perú”.