De las 35 organizaciones dedicadas a la atención al migrante, reconocidas por el gobierno de Tijuana, solo tres tienen asistencia jurídica enfocada en el asilo en Estados Unidos. La misión es prevenir a los migrantes de que caigan en estafas y conozcan sus alternativas legales; aunque con el Título 42, las opciones son limitadas.
“Podemos haber varias organizaciones civiles, pero siempre nos rebasa la necesidad de las personas y asesores expertos en migración gratuitos menos”, explicó Nadia Elizabeth Cortés, coordinadora local de HIAS México.
La realidad es que Tijuana es de las ciudades con mejor infraestructura para el migrante, pero la mayoría cubre lo asistencial y humanitario: techo, cobija, alimento y salud. Las autoridades no dan recomendaciones legales y en la región se carece de abogados voluntarios expertos en migración binacional. Una de las pocas organizaciones que sí da acompañamiento es Al Otro Lado, pero HIAS (Hebrew Immigrant Aid Society) es la que tiene presencia cada miércoles en el albergue de venezolanos.
Hasta el corte del 22 de noviembre, ya sumaban dos mil 476 venezolanos expulsados por Tijuana.