Conzultoría Matrimonial y Familiar
Aunque ya he tratado la falta de deseo sexual, de nuevo lo comentaré desde otro punto de vista, considerando que son varias las causas de la falta del mismo, desde considerar lo más importante que es la edad y que ante la falta de no “poder”, viene ocasionando que disminuya el deseo sexual, lo cual se considera que se incluye dentro de los factores biológicos como psicológicos, sin descartar los factores físicos.
En ocasiones el cuerpo mismo manifiesta un deseo sexual aun en aquellos que ya no lo tienen presente en sus mentes, como lo antes descrito, pero esto es porque en las reminiscencias de la actividad sexual el cerebro envía señales de que algo queda por ahí pendiente. Tal es el caso -como ya lo trate en otro artículo, y de acuerdo a varios estudios científicos- de las madrugadas, cuando hay manifestaciones de deseo sexual principalmente en los hombres, muchos en un momento; seguido amanecen con un deseo sexual al ponerse erectos y que hacen que despierten ante la incomodidad que ocasiona estar así, que de acuerdo a esos estudios, inclusive en laboratorios (parejas teniendo sexo), existen parejas que aprovechan esos momentos para tener relaciones, lo que comúnmente son los “mañaneros”.
Otra causa muy común y que no depende de la edad, es cuando la pareja siente (uno u otro o ambos) que sus relaciones sexuales se convierten en monótonas, sin aliciente alguno, pero que a pesar de ello, siguen sintiendo deseos sexuales; pero no propiamente con su pareja, porque como tal no intentan cambiar algunos aspecto de la relación, como cambiar de posiciones, buscar otros momentos que no sean propiamente en la cama, ver películas eróticas, leer cuentos eróticos, que aunque no lo crean originan una gran excitación al leerlos principalmente en pareja.
He escrito en otras ocasiones que la falta de comunicación sexual (no sexo oral) en la pareja motiva que solo se enfoquen en lo básico (posición del misionero), igual que como empezaron por primera vez, en lugar de buscar alternativas o cambios en la forma de llegar a tener sus relaciones. El hombre considera difícil comentarle a su pareja las variaciones que tienen las relaciones sexuales, como hablarle del sexo anal, o el mismo sexo oral, que para algunas personas les resulta asqueroso; y la mujer, por ejemplo, aunque lo haya leído, visto en cine, videos o pláticas con amigas, no pregunta ni comenta con su pareja porque este puede pensar y/o preguntar cómo sabe de eso, lo cual implicaría dudas o desconfianza de sus prácticas sexuales anteriores. Algunas parejas se resignan a tener una vida sin sexo por la falta de deseo, pero existen las más que, mientras el hombre se apoye en los medicamentos para mantenerse sexualmente activos, por viagra, cialis u otros merjunjes, las mujeres no tendrán problema para querer usarlos, ya que ellas por naturaleza no los ocupan, salvo un buen lubricante y listas para lograrlo.
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El Lic. Roberto Bautista es terapeuta sexual
y de parejas con maestría en Mediación.
