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sábado, abril 6, 2024
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México elimina uso de tapetes sanitizantes y filtros sanitarios, así como cubrebocas en espacios cerrados

El Comité de Nueva Normalidad, conformado por las secretarías de Salud (SSa), Economía (SE), Trabajo y Previsión Social (STPS), así como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), actualizó, el 10 de octubre del 2022, los lineamientos de seguridad sanitaria para la continuidad saludable de las actividades económicas ante el coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19)-19, los cuales fueron publicados en el sitio oficial coronavirus.gob.mx.

Según los nuevos Lineamientos para la Continuidad Saludable de las Actividades Económicas ante la COVID-19, elaborados por el IMSS, se eliminó la obligatoriedad del uso de cubrebocas en espacios cerrados. Sin embargo, en la nueva normativa se establece la recomendación de portar la mascarilla cuando no exista la sana distancia.


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Asimismo, los nuevos lineamientos señalan que en ningún caso se debe obligar a las personas a realizarse pruebas de laboratorio para retornar a sus labores, y que, a pesar de que es deseable que todas las personas estén vacunadas contra la COVID-19, eso no es impedimento para no retornar a una actividad presencial de trabajo.

En el documento también se establece que los tapetes desinfectantes y filtros sanitarios deben retirarse porque no existe evidencia de que funcionen. Además, los nuevos lineamientos sugieren conservar el uso de cubrebocas en espacios cerrados que no se encuentren ventilados o cuenten con poca ventilación.

Además, se estableció que se puede omitir su uso en personas que no compartan el lugar físico de trabajo, al tomar bebidas o consumir alimentos o con trabajo físico intenso. También se sugiere el uso del cubrebocas en todo momento a personas que decidieron no vacunarse o inmunodeprimidos, o que comparten el mismo lugar físico de trabajo en lugares mal ventilados.


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Los lineamientos especifican que los casos especiales se tendrán que valorar de manera individual. Aunado a lo anterior, establecen que para reducir el riesgo de contagio, las personas empleadoras podrán distribuir cubrebocas o mascarillas quirúrgicas entre la población trabajadora, supervisando el uso correcto, cubriendo nariz y boca.

“Los puestos de trabajo donde se presente una muy alta exposición a fuentes conocidas o sospechosas de SARS-CoV-2, como las personas trabajadoras del cuidado de la salud, que realizan procedimientos que generan aerosoles, deberán usar cubrebocas N95 (o su equivalente), guantes, bata y protección de ojos […] No se recomienda el uso de mascarillas de válvula, toda vez que no disminuyen la transmisión por COVID-19”, agrega el documento.

Aunado a lo anterior, a los empresarios se les recomienda designar un comité o persona responsable, quien en sus instalaciones implemente, dé seguimiento y supervise medidas que ayuden a la reducción de riesgos dentro en el ámbito laboral, los cuales son valorados en la Estrategia Nacional de Entornos Laborales y Seguros de la SSa Federal.

Asimismo, en los lineamientos se incluye una lista de comprobación general, “que facilita a los centros de trabajo la identificación de las medidas necesarias a implementar, recursos de capacitación (CLIMSS) y de asesoría por parte del IMSS”.

Respecto a la vacunación contra la COVID-19, la Secretaría de Salud Federal explica que, aunque reduce el riesgo de presentar una enfermedad severa o de morir, no debe considerarse la única opción para mitigar el riesgo de coronavirus. Aseguró que es un complemento a otras acciones preventivas, como la etiqueta respiratoria, la sana distancia y el uso de equipo de protección personal.

Dichos lineamientos se deben aplicar a nivel nacional en todos los centros de trabajo y entrarán en vigencia un día después de la difusión del acuerdo que los autoriza, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 7 de octubre de 2022.

Autor(a)

Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedohttps://www.carlosalvarezacevedo.com
Corresponsal del semanario ZETA de Tijuana y del periódico Noroeste de Sinaloa, desde febrero de 2016. Durante varios años fungí como editor de opinión y jefe de redacción del diario digital SinEmbargo.
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