“Ni en Israel he hallado Fe tan grande”.
-Cristo al Centurión Romano
Dietrich Bonhoeffer es el nombre de un pastor evangélico alemán, célebre en los ambientes ecuménicos o entre iglesias serias; teólogo y predicador sacrificado en la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Al dicasterio pontificio para las Causas de los Santos llegan infinidad de proposiciones para que sean reconocidos hombres o mujeres de todas las edades y vocaciones: laicos, sacerdotes, obispos, religiosos, mártires; niños, jóvenes, ancianos, adultos.
Lo más cercano que tenemos a Dios, son los santos y mártires, y más si éstos tienen que ver con nuestra comunidad, familia, o entorno geográfico. Hay que pelar los ojos para admirar la trascendencia de estos personajes que siguen pasando desapercibidos, pero que en realidad son verdaderas estrellas, luz, vida real: Ustedes son la luz del mundo, sal de la tierra. No se enciende una lámpara para ocultarse, sino para que brillando ilumine el camino de los demás.
La historia de la Iglesia es en buena medida la de sus mártires, palabra que significa “testigos”; en este caso dar testimonio de Cristo con la vida, con la sangre. Al adolescente mártir de Sahuayo, Michoacán, al no poder arrancarle su Fe en Cristo Rey y Santa María de Guadalupe; su padrino de primera comunión, el diputado Picasso lo entregará a la muerte para quedar bien con el presidente Obregón, quien mandó dinamitar dos veces el Cristo del Cubilete (Silao, Gto.), y la imagen original de la Virgen de Guadalupe. Ambos acabarían asesinados; uno en La Bombilla de San Ángel, y el otro en el tren rumbo a Sahuayo.
Ucrania en donde nació el cristianismo en la Rus de Kiev, de ahí el nombre de Rusia. No es totalmente católico, solo unos 6 millones; hay otras religiones como la Ortodoxa, que es mayoritaria, pero guiada por el Patriarca Ortodoxo Ucraniano, no moscovita.
Hoy el hecho de que, por ejemplo, el presidente Joseph Biden sea católico y rece diario el Rosario que trae casi siempre en sus muñecas, no significa que los norteamericanos deban ser católicos o creyentes.
Ya no vivimos en la época del Cesaropapismo, en México durante la Colonia los obispos eran españoles o gobernados por el Imperio Español; Carlos V, Fernando VII, o Isabel La Católica, ellos nombraban a los obispos. Muchos de ellos verdaderos santos como Zumárraga, Vasco de Quiroga, De las Casas, Salvatierra, Kino, Serra, Palafox (Puebla).
Un religioso, misionero, sacerdote, laico, catequista, que siempre sirvió a su comunidad y familia, y es privado de la vida, en cualquier época de la historia, es en apariencia una pérdida, cuando su vida en realidad está en las manos de Dios. Hay otros llamados mártires, incluso hay bibliografía en defensa de quienes entregan su vida como los musulmanes que, forrados sus cuerpos con explosivos, asesinan a niños o pasajeros o gente en un mercado o escuela. Los Kamikazes, originalmente japoneses, dirían que en México se parten su mandarina en gajos, por Hirohito, por la “Patria o por lo que sea. Significados: Kami (Dios), Kaze (viento).
A diferencia de los mártires cristianos de todas las religiosas, la motivación profunda sería entregar la vida por Cristo, la Virgen o la Iglesia y comunidad.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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