El mundo evoluciona a una velocidad impresionante. Si bien la pandemia no ha terminado y aún representa riesgos, lo cierto es que ya todos hemos retomado el ritmo habitual. Se percibe en las personas un “acelere” por ganar parte del tiempo perdido a consecuencia de las medidas que hubo que adoptar cuando más se requería.
Así, con esa sensación de urgencia de los ciudadanos, también deben de comportarse los gobiernos en todos sus niveles; la emergencia como tal ya pasó y ahora hay que retomar aspectos tan relevantes como la seguridad, economía, infraestructura, sin descuidar ni un segundo la salud.
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En días recientes nos enteramos de la gira por Europa de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, muy en particular por Francia y Alemania (al momento de escribir esta colaboración desconozco si continuará por otros países o ya culminó), abordando temas como modernidad de transporte, servicios, conexión portuaria, encuentros empresariales con potenciales inversionistas, etc.
Una entidad como Baja California que tiene como vecino al estado más poderoso de los Estados Unidos California y, cruzando el Océano Pacífico, a los países asiáticos, requiere aplicar estrategias mucho más creativas de aprovechamiento para la atracción de inversión y generación de empleos. El mundo está en competencia; aquel que no salga a mostrar sus ventajas territoriales y humanas, se quedará estancado y sufriendo los estragos de la pausa impuesta por el COVID-19.
Las giras internacionales son elementales para levantar la mano y ubicarnos más en el mapa global. Si creemos que en todos lados nos conocen, estaremos incurriendo en un grave error con efectos desastrosos para las siguientes generaciones. Una gira no proporciona resultados inmediatos, en la mayoría de los casos ocurren en el mediano y largo plazo; lo que se tiene que hacer -como sucede con la gobernadora Marina del Pilar- es sembrar la semilla que podrá dar frutos más adelante. Si hay resultados en el corto plazo será para Baja California muy positivo, pero no siempre es así. Es picar piedra una y otra vez.
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Las oportunidades nunca caen del cielo y menos hoy en día. Las dinámicas cambiaron; quien se niegue a comprenderlo estará perdido. Leí algunas críticas de la oposición por su viaje al extranjero; sinceramente es politiquería digna de alguien que no entiende lo que pasa más allá de sus narices.
También llama la atención que un gobierno emanado de Morena se atreva a dar un paso adelante y reconozca con pleno respeto a su vocación la importancia de comprender experiencias diferentes y exitosas, además de aprovechar la gira para mostrar y ofrecer sus potencialidades; curiosamente contrario al Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quien decidió como política pública no salir ni a la esquina.
Estoy seguro que existen países en igualdad de circunstancias que nos estarán, como se dice coloquialmente, “comiendo el mandado”.
Ojalá y de ahora en adelante continúen están giras de trabajo que vienen a fortalecer lazos indispensables, aunque muchos a estas alturas de la vida no lo entiendan.
Alejandro Caso Niebla es consultor en comunicación y políticas públicas.
@CasoAlejandro
