El hallazgo fue del colectivo Madres hasta Encontrarte. También encontraron un cinto piteado con hebilla de gallo, una cadena con dije de la Santa Muerte y huaraches de baqueta
El jueves 8 de septiembre, después de una llamada anónima, integrantes del colectivo Madres hasta Encontrarte del municipio de Tecate, se trasladaron hasta la zona rural, particularmente al Ejido Felipe Ángeles, rumbo a Santa Verónica, donde realizaron el hallazgo de tres fosas clandestinas que albergaban siete cadáveres, algunos ya sólo como restos óseos.
En la primera fosa -informó a ZETA Mónica Madrigal, quien preside el Colectivo- fueron localizados cuatro cuerpos en avanzado estado de descomposición, todos al parecer del sexo masculino. En la segunda se encontraban dos cuerpos, y en la tercera fosa, uno más.
Entre los artículos localizados al interior de las fosas, las cuales fueron construidas como pozos profundos en las que los cuerpos fueron apilados, las madres también hallaron un cinto piteado con un gallo grabado en la hebilla, una cadena larga con un dije de la Santa Muerte, huaraches de baqueta, una prenda interior de hombre, así como pantalones y camisas.
Otra característica es que algunos de los cuerpos aún se mantenían vendados de los ojos.
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En el lugar también se encontró un carro desmantelado, aparentemente de la marca Nissan, de reciente modelo, color gris, en cuyo interior había una identificación expedida en Estados Unidos, perteneciente a una mujer de nombre Karina Flores, a quien las autoridades tratan de localizar.
Sin el apoyo de las autoridades, el Colectivo desconoce cuánto tiempo pudieran tener los cuerpos en el lugar hasta el momento de su hallazgo, o si en las inmediaciones habría más fosas clandestinas, ya que por seguridad, Madres hasta Encontrarte se retiraron al anochecer. No descartan regresar en próximos días para seguir con el rastreo en la zona, misma que pobladores señalaron a ZETA, se encuentra bajo el yugo de grupos criminales que usan la ruta para trasiego de drogas y tráfico de personas.
Hace apenas unos días, Madres hasta Encontrarte señaló a este Semanario que las desapariciones forzadas han ido en aumento en Tecate durante 2022, siendo mayo el mes más crítico, al igualar la cifra de años como 2019 y 2020, con los más altos registros en Baja California.
De los expedientes conformados durante el quinto mes de 2022, en el que al menos 17 personas fueron reportadas ante el Colectivo como desaparecidas, sólo tres se localizaron sin vida días después de su desaparición; mientras que de 14 se desconoce el motivo de su desaparición y el paradero de las mismas. De cinco se cuenta con fotografías, testigos e incluso videos en los que se observa el momento en que son privados de la libertad por hombres armados en vialidades del municipio.
En próximos días, las búsquedas en puntos identificados como zonas de fosas clandestinas serán recorridas por el Colectivo en compañía de autoridades federales, estatales y municipales, adelantó Mónica Madrigal, en espera de noticias por parte de la Fiscalía General del Estado respecto a los resultados obtenidos tras el levantamiento de los siete cuerpos localizados en el Ejido Felipe Ángeles.
EJECUTAN A ESPOSA DE SICARIO EN VALLE DE LAS PALMAS
Berenice González, de 33 años, esposa del ejecutado Sandro Ramos, fue asesinada el 10 de septiembre de un balazo en la cara, al exterior una tienda de abarrotes de nombre Preciado en Valle de las Palmas, Tecate. Al menos dos personas más cercanas a Sandro han sido ultimadas en los últimos meses; autoridades presumen una traición al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Sobre la calle, un hombre no identificado se aproximó a la mujer, dirigiéndole unas palabras para después detonar su arma corta a la altura de su rostro, dejándola herida de gravedad.
Vecinos solicitaron el auxilio de las autoridades, quienes al llegar localizaron aún con vida a Berenice, brindándole los primeros auxilios y trasladándola a un hospital de Tecate; fue declarada sin vida 38 minutos después del ataque.
La mujer tenía una relación sentimental con Sandro Torres, acribillado frente a ella y sus hijos el 17 de junio y señalado por testigos como sicario al servicio de cárteles como CJNG y Sinaloa, además de identificado en las Mesas de Seguridad como participante en al menos dos secuestros, entre ellos el de José Dukes, localizado sin vida el 4 de mayo tras ser privado de la libertad el 12 de abril en el Ejido Sierra de Juárez.
La otra mujer cercana a Ramos, asesinada por gente del CJNG por una presunta traición cometida por el traficante antes mencionado, fue “La Chata”, baleada el 20 de julio al interior de su domicilio. Su cuerpo presentó heridas punzocortantes a la altura de la cabeza y disparos de arma de fuego. Al interior del domicilio, se escribió la frase “Por dedo” atte. CJNG.
