En enero de 2020, Aolanis Sánchez se convirtió en la primera víctima de feminicidio de ese año en Baja California Sur. Desde entonces, su familia ha luchado para que las autoridades encarcelen y sentencien al responsable del asesinato
Activistas de colectivas feministas de Baja California Sur se congregaron en instalaciones del Centro de Justicia Penal, en una protesta simbólica para exigir celeridad en el esclarecimiento del feminicidio de Aolanis Sánchez.
En una carta abierta que leyeron ante medios de comunicación, demandaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur (PGJEBCS) que trabaje para evitar que el presunto responsable del feminicidio de Aolanis, Bryan “N”, salga libre.
Dando voz a habitantes de Guerrero Negro, exhortaron a las autoridades judiciales a investigar a fondo a Bryan “N”, ya que la comunidad le imputa más crímenes por los que nunca fue enjuiciado, y ahora exigen justicia.
Durante la lectura de la carta, recordaron que Aolanis fue asesinada un 16 de enero del 2022, en el kilómetro de 200 de la carretera Vizcaíno-Guerrero Negro. Tras horas de búsqueda, encontraron su cuerpo sin vida, con un impacto de bala en la cabeza.
No olvidan que asesinaron a la joven de 23 años de edad, en presencia de su bebé de cuatro meses de edad. El menor fue localizado con vida, permaneciendo al lado del cuerpo de su madre.
La revictimización es otro fenómeno de violencia contra el que luchan, enfatizaron, pues Aolanis, muchas otras mujeres y sus familias se han enfrentado al estigma que generan las autoridades al intentar criminalizar a las víctimas.
El caso de la joven oriunda de Guerrero Negro no fue la excepción. Durante el mandato del exgobernador Carlos Mendoza Davis (2015-2021), se intentó vincular a Aolanis, ya sin vida, con actividades delincuenciales.
“Contrario a todo intento de desprestigiarla y de relacionarla con el crimen organizado, desde entonces. Era una estudiante de la licenciatura de Economía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en el campus de Guerrero Negro, y madre soltera de dos niños”, mencionaron las activistas.
En un inicio, el asesinato de Aolanis se clasificó como un homicidio; no obstante, su madre luchó, presionó e increpó a Mendoza Davis para que se tipificara como un feminicidio.
En un encuentro con el ex mandatario, éste le respondió que no había ningún feminicidio en Guerrero Negro. Posteriormente, las imágenes le dieron la vuelta a Baja California Sur, entre la indignación de activistas, colectivas y ciudadanía en general.
Ahora recuerdan a Aolanis con murales donde su rostro y sus sueños están plasmados; sin embargo, la lucha para alcanzar justicia aún no termina.
Las colectivas exigieron que no reine la impunidad y que avance el caso de Aolanis, así como las investigaciones de los feminicidios de Daniela Lino, Ana Luisa y Maricarmen Monserrath, hasta que los responsables estén sentenciados y cumplan sus condenas.