El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la Resolución A/RES/54/120, declaró el 12 de agosto como el “Día Internacional de la Juventud”. Al respecto, la juventud es un periodo de transición entre la dependencia a la independencia y la autonomía, que sucede en etapas diferentes en función de múltiples factores (como el contexto socioeconómico). Por ello, no existe una definición internacional universalmente aceptada del grupo de edad que comprende el concepto de juventud; no obstante, a nivel nacional la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud señala que este grupo se integra por quienes tengan entre 12 y 29 años de edad, para que se desarrollen las políticas, programas, servicios y acciones sin discriminación.
Las juventudes enfrentan múltiples desafíos que limitan sus derechos; algunos se dan en la transición de la infancia a la vida adulta, que incluyen el embarazo adolescente, el desempleo, la precariedad laboral, la deserción escolar, la violencia, el bajo acceso a servicios de salud, el acceso a internet en zonas rurales, el bajo acceso a mecanismos de participación, la falta de acceso a los servicios públicos. Así, de acuerdo con las estadísticas de las Naciones Unidas, Cepal y el Inegi, se observa que:
*La mitad de las personas en nuestro planeta tienen 30 años o menos, y se espera que representen el 57% para fines de 2030.
*A nivel mundial, solo el 2.6 % de los parlamentarios tienen menos de 30 años y menos del 1 % de estos jóvenes políticos son mujeres.
*Debido a la pandemia, un 16% de los jóvenes ha perdido su trabajo, suspendido temporalmente su contrato o visto reducida su jornada laboral.
*Una de cada seis personas entre 18 y 29 años dejó de trabajar en América Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia de Covid-19 por el aumento del desempleo.
*En México hay un total de 31,221,786 de jóvenes de 15 a 29 años, 25% del total nacional.
*La distribución por sexo presenta una ligera proporción más alta de mujeres (51%) que de hombres (49%).
*El 44% de las mujeres de 15 a 17 años tienen algún grado aprobado en educación media superior y 35% tiene secundaria completa. De los hombres adolescentes de 15 a 17 años, 39% tienen un nivel de educación media superior y 36% un nivel de secundaria terminada.
*Del total de personas de 15 a 29 años laborando, seis de cada 10 (59%) se encuentran en el sector terciario relacionado con comercio y servicios; 29% labora en el sector secundario que tiene que ver con la industria y la construcción; y 11% se dedica a laborar en el sector primario, el cual está relacionado con la agricultura, ganadería, caza y pesca.
En suma, la pandemia expuso inequidades en el económico sobre el futuro de niñas, niños y adolescentes, que han resultado en una afectación mayor por la pobreza multidimensional, pues impactaron sus vínculos, espacios de juego y el acceso a la escolaridad, exponiéndolos a padecer adversidades tempranas, que se asocian a deficiencias posteriores en el aprendizaje, comportamiento, bienestar físico y mental.
Por ello, los Objetivos del Desarrollo Sostenible están destinados para todas las sociedades y para todas las edades, en el entendido de no dejar a nadie atrás y no dejar a nadie afuera; así, es importante conseguir que todas las personas de todas las edades sumen en la Agenda 2030 para asegurar la proyección del desarrollo al futuro. Es necesario apoyar a las juventudes, promover sus derechos humanos y garantizar su participación, especialmente de quienes aún son adolescentes.
Las juventudes se ven especialmente comprometidas en los objetivos del desarrollo de: educación de calidad para asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria; igualdad de género para asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres; y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública; trabajo decente y crecimiento económico para lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad; así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor; entre otros.
En el “Día Internacional de la Juventud” es importante promover la participación de las juventudes en todos los ámbitos y sumar esfuerzos para desarrollar su potencial con miras al desarrollo sostenible.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com