Arturo Osuna tiene más de 30 años trabajando para el estado y debería haberse jubilado desde 2019; sin embargo, Cespt lo ha retenido durante tres años
Arturo Osuna, quien labora en la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) desde hace más de 30 años, aun cuando ya debería haberse jubilado, tal y como dicta la ley, denunció a ZETA que la paraestatal lo ha retenido durante tres años.
“Me retuvieron tres años. Me están reteniendo porque la comisión tiene sus broncas de dinero. Me están quitando mi derecho a irme en tiempo y forma, como lo dice la ley del Issstecali; todavía me están quitando para la pensión del instituto cuando se supone que es nada más hasta los 30 años. Yo me debería haber jubilado hace tres años, ¿a dónde se va ese dinero?”, comentó Arturo.
Según Arturo, él ya iba a jubilarse desde agosto de 2021 -a pesar de que debió hacerlo desde 2019-, sin embargo, aseguró que no pudo hacerlo debido a la mala situación del instituto, ya que Cespt usó el dinero de sus aportaciones para pagar la luz y agua.
“Yo platiqué con la contraloría y me dijeron: ‘eso se llama desvío de recursos porque el presupuesto para pagar la parte proporcional que le corresponde al patrón ya viene asignada por año y esa partida no se toca; si se mueve es desvío de recursos’. Yo pregunté a Cespt cuánto tiempo más tengo que esperar y me quisieron justificar mi retraso con la mala situación de Issstecali; yo no tengo la culpa, yo sigo ahí porque ellos no pagan las cuotas al instituto”, declaró Arturo.
Según el asesor sindical del Comité Directivo del Sindicato de Burócratas Jubilados, Francisco Alberto Gómez Medina, la situación de Arturo no es única, pues es una constante que se repite debido a la mala situación económica de Issstecali.
“Así como ese trabajador tenemos una lista de espera; si un compañero cumple con los 30 años, ya tiene derecho -seis meses antes incluso- a solicitar su jubilación. La ley establece eso, que lamentablemente no se cumple porque el instituto adolece ahorita de recurso suficiente”, comentó Francisco Gómez a este Semanario.
Entre las paraestatales que le deben al instituto se encuentra Cespt, con un total de 89 millones de pesos a Issstecali, de los que 84 millones son el monto principal de la deuda y 5 millones son de recargos, lo que complica que el instituto pueda jubilar a los empleados de la paraestatal que actualmente se encuentran en la lista de espera.
“El problema aquí es de pesos y centavos; ahora, somos un sindicato de carácter estatal, todos los municipios lo conforman y hay obviamente trabajadores que en esos municipios también están en lista de espera. Ha habido malos manejos y mal uso del recurso de Issstecali. En el caso de las pensiones y jubilaciones, lamentablemente es un problema que se va acrecentando, no va a ser el único ni el último (refiriéndose al caso de Arturo)”, añadió el asesor sindical.
Al respecto, el director de la Cespt Víctor Daniel Amador, declaró que Arturo “viene en una propuesta del sindicato, por lo que es cuestión de tiempo que salga en los próximos meses”, aunque no precisó la fecha ni contestó al cuestionamiento sobre cuántos empleados de la paraestatal se encuentran en la misma situación.
Por último, el secretario general del Comité Directivo del Sindicato de Burócratas Jubilados agregó que para encontrar la mejor estrategia para sanear a Issstecali, es necesario que la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, analice las posibles soluciones en conjunto con los involucrados, que son Burocracia, Magisterio, Ayuntamientos, Paraestatales, el Tribunal y demás actores inmiscuidos en el tema.