La firma Moody’s Analytics previó que la economía mexicana se contraerá 1.7% y a mediados de 2023 caerá en recesión, la cual durará nueve meses en los que el país enfrentará altos niveles de inflación y debilitamiento de la demanda por elevadas tasas de interés.
La persistente inflación forzará al Banco de México (Banxico) a “apretar” su política monetaria, deprimiendo la demanda interna y debilitando la actividad económica.
En medio de los temores sobre una recesión en Estados Unidos y a nivel mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento económico para México para el próximo año, de 2.5 a 1.2%. Aunque el organismo multilateral mejoró su expectativa para 2022, cuando prevé que el Producto Interno Bruto crezca 2.4%, es decir, 0.4 puntos porcentuales más que la estimación previa.
No obstante, el lunes 25 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que en mayo pasado la economía mexicana se contrajo 0.19% respecto al mes previo; el primer dato negativo desde octubre de 2021.
Lo anterior, derivado de la contracción en las actividades terciarias (comercio y servicios) que registraron una baja mensual de 0.28%, en contraste con las actividades secundarias (industria y construcción) que aumentaron 0.28% y las actividades primarias (agropecuarias) que crecieron 2.2%.
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Especialistas de Monex señalaron que si se considera el estimado de -0.38% del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) para junio, se habrá revertido más del 50% del “notable crecimiento” de 1.06% de abril, lo que deja entrever “el brusco cambio de tendencia que ha sufrido la economía en los meses recientes”.
Según los datos del INEGI, a tasa anual el Indicador Global de Actividad Económica reportó un alza de 1.3%. De nueva cuenta las actividades terciarias tienen las cifras más bajas, al registrar un aumento de 0.3%, en tanto las actividades secundarias crecieron 3.1% y las primarias, 3.0%.
Donde se descartó que hoy en día haya recesión, fue en Estados Unidos. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), indicó que varias áreas de la economía están funcionando “bastante bien”, por lo que la economía no está en recesión.
Muestra de ello es que en el primer semestre de 2022, 2.7 millones de estadounidenses se han incorporado al mercado laboral y ha habido un aumento en los salarios.
Aunque el 27 de julio la FED volvió a incrementar su tasa de interés de referencia en 75 puntos base, Powell anticipó que los próximos aumentos podrían ser inferiores, ya que el Comité Federal de Mercado Abierto estima que el rango de la tasa de referencia se situará entre 3 y 3.5% al cierre de año.
Sin embargo, algunos especialistas consideran que la economía norteamericana está cerca de una recesión técnica, y de suceder, México tendría afectaciones, sobre todo por una disminución en sus exportaciones.
“La recuperación completa del PIB se puede ir hasta 2026, y en términos per cápita, hasta 2026”, advirtió Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiera de Banco Base, lo que aumentaría el número de pobres, más aún cuando se vive una alta inflación.
