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miércoles, abril 10, 2024
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Crónica de una captura (Segunda parte)

“En todo el mundo no existe refugio seguro para un malvado: comete un delito y la tierra se hará de vidrio”.

-Rafael Ralph Waldo Emerson


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La DEA ofrecía una recompensa de 20,000 millones de dólares a quien proporcionara datos para lograr la detención de Rafael Caro Quintero, hoy de 69 años de edad, buscado por los Estados Unidos de América, por los delitos de secuestro y homicidio en 1985 de un agente de la DEA, y otros delitos relacionados con narcotráfico y delincuencia organizada. Se considera que Caro ha sido uno de los principales capos en los años 80 en enviar droga a estados unidos en gran escala.

Nació el 3 de octubre de 1952 en el estado de Sinaloa, cuna de los grandes capos mexicanos; Rafael Caro Quintero había fundado su cartel junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”.


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En 1985 se le vínculo con el secuestro y/o homicidio del agente de la DEA Enrique Camarena, perpetrado en el mes de febrero de ese mismo año. En abril de 1985 fue capturado en la República de Costa Rica a petición de las autoridades mexicana, que ya sospechaban que estaba detrás del crimen de Enrique Camarena y de su piloto, el mexicano Alfredo Zavala.

Ambos fueron secuestrados por sicarios el día 7 de febrero de 1985 en el estado de Jalisco, cuya capital Guadalajara era el principal centro de operaciones del cartel. Un mes después, los cuerpos de Enrique Camarena y Alfredo Zavala fueron hallados en un rancho del Estado de Michoacán, colindante con el de Jalisco, con evidentes señales de tortura, después de que el Cártel de Guadalajara sufriera importantes pérdidas por golpes de las autoridades mexicanas en colaboración con la DEA. Al parecer, el asesinato de Enrique Camarena, adscrito a la oficina de la DEA en Guadalajara, fue una venganza por haber colaborado en el operativo de decomiso realizado en el año de 1984 en un rancho donde el Cártel de Guadalajara sembraba marihuana, propiedad de Rafael Caro Quintero. Según algunas fuentes, Rafael Caro Quintero llegó a acumular una fortuna en aquel entonces de casi 500 millones de dólares y su influencia le permitió interactuar en las altas esferas sociales de México; al punto de que cuando fue detenido en Costa Rica viajaba con la sobrina del entonces gobernador de Jalisco, con quien sostenía un romance.

La Fiscalía General de la República explico que, en 2013, Rafael Caro Quintero había sido sentenciado por delincuencia organizada y delitos contra la salud (narcotráfico), y procesado por el homicidio de Enrique Camarena, pero no “condenado”; en 2009 un juez mexicano determinó que por acumulación de las penas que tenía Caro Quintero le correspondían 199 años de prisión, pero de acuerdo al Sistema Procesal Mexicano solo se puede poner la pena máxima, que era de 40 años de prisión.

Caro Quintero recuperó su libertad en agosto del 2013 después de que un Juzgado desechara varias causas en su contra, una de ellas por error de Jurisdicción Territorial en el proceso por el homicidio del agente estadounidense de la DEA.

Unos días después, un juez emitió una orden de detención provisional en su contra con fines de extradición a los Estados Unidos; y el 6 de noviembre de ese mismo año la Suprema Corte de Justicia de la Nación, revocó el fallo judicial que le permitió abandonar la cárcel en agosto. Desde el 2013 se desconocía absolutamente su paradero hasta antes de ser detenido.

 

Benigno Licea González es doctor en Derecho Constitucional y Derecho Penal. Fue presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”.

Correo: liceagb@yahoo.com.mx

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