Juez federal le concede suspensión de plano para que cesen los actos de incomunicación, cautiverio con tormentos físicos y psicológicos, malos tratos y tortura que presuntamente padece el capo en prisión
Un Juez de Distrito en Toluca, Estado de México, otorgó una suspensión de plano al narcotraficante Rafael Caro Quintero para que cesen los actos de tortura a los que presuntamente es sometido.
Los señalamientos de malos tratos y vejaciones que presuntamente padece el ex líder del Cártel de Guadalajara fueron denunciados a través de una demanda de amparo presentada por una persona de nombre José Mora León, a nombre del capo.
El escrito que reclama garantías señala como autoridades responsables al director general del Centro Federal de Readaptación Social número 1 “Altiplano” con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, entre otras.
Mora León refiere que Caro Quintero sufre de “incomunicación, segregación, aislamiento, cautiverio con tormentos físicos y psicológicos, malos tratos, abuso de autoridad, tortura y lesiones que ponen en riesgo la vida”.
Por lo anterior, al conocer de los hechos, el Juez de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales decretó de plano y oficio la suspensión para que cesen los actos reclamados, en caso de que estos existan, así como cualquier otro acto prohibido por el artículo 22 constitucional.
Las autoridades señaladas como responsables deberán responder mediante un informe sobre los señalamientos y el cumplimiento de la medida cautelar concedida al recluso en un término no mayor a 24 horas.
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Rafael Caro Quintero se encuentra preso en esa cárcel de máxima seguridad desde la noche del viernes 15 de julio, misma fecha en la que fue detenido por la Secretaria de Marina en los límites de los estados de Sinaloa y Chihuahua.
El narcotraficante enfrenta un procedimiento de extradición internacional a los Estados Unidos, además de que se le requiere en un tribunal federal de Jalisco para que cumpla con doce años de prisión que le falta compurgar de una pena de 40 años por los asesinatos del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y el piloto Alfredo Zavala Avelar.