Hubo doce operaciones fallidas anteriores a la detención del fundador del Cártel de Guadalajara, al que ubicaban en zonas rurales de Sinaloa. La nota destaca que el capo se movía en motocicleta y cuatrimoto, custodiado por seguridad. Ex funcionario estadounidense dijo que DEA convirtió a familiares de Rafael en informantes
El diario The Washington Post en su edición de este sábado 23 de julio publicó un grupo secreto de Estados Unidos rastreó durante años al narcotraficante Rafael Caro Quintero y nunca dejó de trabajar en su objetivo, realizando por lo menos 12 operaciones fallidas para atraparlo.
Los periodistas Kevin Sieff y Mary Beth Sheridan refieren que la tarea fue conferida a un grupo especial denominado “The RCQ Task Force”, que a través de la DEA llegó a realizar operaciones con autoridades con autoridades mexicanas para atrapar al criminal acusado del secuestro y homicidio del agente antidrogas Enrique Kiki Camarena.
Las acciones de autoridades estadounidenses entre 2013 y 2022, tiempo en el que el capo egresó del penal estatal de Puente Grande, Jalisco, y se incrementó la recompensa de 5 a 20 millones de dólares, habrían fallado debido a las “filtraciones mexicanas de alto nivel, una señal de que el gobierno mexicano lo estaba protegiendo”, destaca la noticia.
Presuntamente los norteamericanos tenían ubicado a Caro Quintero de tiempo atrás, cuando detectaron que vivía en una zona rural de Sinaloa “a solo unas pocas millas de una base militar mexicana en un pueblo que dirigía como un feudo”.
Agrega la información que el capo sinaloense se movía en motocicleta y cuatrimoto, custodiado por equipos de seguridad que rotaban cada semana.
“La DEA había convertido a algunos de los familiares de Caro Quintero en informantes, dijo un ex alto funcionario estadounidense, e incluso sabía qué caminos de terracería tomaba para visitar a sus novias”, destaca The Washington Post.
Tras el anuncio de la captura de Rafael Caro el pasado 15 de julio, y la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador asegurando que la operación fue planeada y ejecutada en su totalidad por México, los miembros del equipo RCQ Task Force, se sintieron heridos en su orgullo y calificaron el triunfo presumido por AMLO como absurdo.
Se destaca en la nota que el grupo especial estuvo proporcionando información de inteligencia a la Marina y al Ejército Mexicano durante nueve años, según algunos de ellos comentaron a los periodistas de forma anónima.
Incluso se hace referencia a que en el décimo intento por detener a Rafael Caro Quintero, que data de alrededor de enero de 2021, ambos países planificaron una operación de captura, pero falló.
“Un equipo de infantes de Marina voló varios helicópteros Blackhawk hacia una parte del norte de México conocida como el “Triángulo Dorado”. Pero cuando los Blackhawks aterrizaron en el pueblo de Babunica, el lugar de nacimiento de Caro Quintero, ya no estaba”, se lee en la pieza informativa.
Supuestamente un ex alto funcionario de seguridad mexicano justificó el fallido operativo al señalar -a los agentes especiales estadounidenses- que los hombres del narcotraficante “controlan todo. Tienen informantes, guardias, gente en las montañas vigilando a los drones. Son muy cuidadosos”.
Curiosamente ahora fue detenido sin vigilancia alguna.
La nota refiere que un ex funcionario estadounidense dijo “la iteración más reciente de la investigación de Caro Quintero comenzó hace al menos ocho meses e involucró a agentes antidrogas de Estados Unidos que proporcionaron inteligencia y otro tipo de asistencia a las fuerzas especiales veteranas de la Marina mexicana”.
“Después de que López Obrador regresara de una reunión del 12 de julio con el presidente Biden en Washington, altos líderes militares mexicanos firmaron la captura, dijo el exfuncionario estadounidense”, destaca el diario.
Los funcionarios de la DEA estaban siguiendo el desarrollo de la operación pero no estaban físicamente presentes cuando arrestaron al capo, citan a la fuente. Las autoridades mexicanas negaron que la detención estuviera relacionada con la reunión bilateral tres días antes.