Pregunte cómo están los jornaleros en SQ y los obreros del campo; así respondieron:
María: Soy analfabeta. En 1987 mi mamá nos trajo de Oaxaca a SQ; no había escuelas, comercios, vientos, polvo, láminas y barracas, además de jornadas de 13 horas de sol a sol. Muy joven me casé, tuve 4 hijos y luego el padre nos abandonó, pero con la ayuda de mi madre salí adelante; ahora mis hijas van a la prepa. Mis niños son traviesos, inquietos y rebeldes, porque no tienen papá y no aprendieron a respetar.
Otilio: Los trabajadores indígenas seguimos olvidados: no tenemos derechos, condición humana; somos ninguneados. A pesar de que AMLO inició labores en el Instituto Nacional Indigenista, y que está enamorado de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, etc., en SQ son más discursos que obras; es un territorio de nuevos esclavos.
Magdalena: Siguen los abusos, violaciones, trato prepotente. Las condiciones siguen igual que en 2015, cuando se movilizaron miles en una huelga agrícola; en 2022 aún no nos llega la justicia económica. Los salarios “integrados” son un robo de las prestaciones de ley, van de 200 a 300 pesos por jornada; desnutridos, solo espantamos el hambre.
Eleuterio: En 2015 había cientos de agentes ministeriales en aquel episodio de rebeldía. Enviaron tanquetas antimotines, patrullas y una fuerza agresiva desmedida. El panismo actuó como capataz del porfiriato o rancherío transnacional Driscoll’s. Para los campesinos no hubo diálogo, sino brutalidad. Son justas las protestas del 65% de la población que exporta fresas con el sudor y sangre indígena. Tiene dueños de ranchos fuera de la ley, explotan en condiciones inhumanas intolerables. ¿Y la Secretaría del Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo?
Nepomuceno: El equipo del presidente municipal debe ser integrado por indígenas capaces y honrados. Es hora que mandemos obedeciendo y responder viejas necesidades comunitarias, como en nuestros pueblos originarios, sus usos y costumbres.
Perla: 600 ministeriales bajo el mando del panista Kiko Vega (gobernador 2013-2019), concentrados en la Colonia Lázaro Cárdenas. La intimidación y represión lo unió al Presidente Peña Nieto; esa fue “la solución” del panismo: racismo, cárcel, infundios, provocación, balas y amenazas. Así trata el PRIAN el reclamo de igualdad de derechos de miles de jornaleros maltratados.
Fabricio: El analfabetismo indígena en México es tres veces más alto que en mestizos; no saben leer ni escribir 1.4 millones mayores de 15 años. El INEA de poco nos sirve en el valle agrícola, no opera como debería y pareciera que no existe. El panorama es más complejo para las mujeres: tienen una tasa menor de asistencia escolar. Solo 62.9% de las mujeres de entre 15 y 17 años continúan sus estudios.
Martina: Íbamos a los campos de cultivo; la inseguridad del transporte provocó que cayera del camión y me lastimé brazo y hombro. No me llevaron al médico, me dieron 200 pesos y me mandaron a casa sin sueldo por 14 días.
Cleofás: El rancho de los hermanos Rodríguez es un mural deprimente de miseria y abusos. Hay “casitas” de 20 metros cuadrados, sin ventanas, hacinamiento, drenajes estancados, lodo por calles, agua por dos horas mensuales, venta de agua en pipas (que deberían ser gratuitas) a precios de abuso. Los indígenas generamos riqueza. ¿Por qué los diputados, senadores, el gabinete, no ven al indígena?
Elodia: No tenemos pensión ni antigüedad. Los jornaleros y jornaleras enfermamos, y ante la burocracia del IMSS, la “divina providencia” resuelve problemas con hierbas, medicinas genéricas y médicos heroicos que recetan por 80 pesos. Son comunes las bajas en el IMSS, aun estando activos, mermando derechos y miles de semanas de cotización.
Petronila: En las elecciones los políticos solo van a tomarse la foto con nosotros. La Secretaría de Trabajo no se ve; para ellos los jornaleros no existimos. El servicio médico se amplió, como parche, pero no se cumple con la promesa de hacer un hospital de segundo nivel de especialidades. Mientras, los rancheros presumen mansiones, aviones, fiestas y lujos.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com