En 2018 fue votada y publicada la Ley, y quedaron pendientes la normas técnicas, reglamentos y programas específicos; la crisis sanitaria retrasó el proceso que hoy quieren relanzar
La directora de la asociación civil Ponguinguiola, Mayra Gutiérrez Sandoval, señaló que la pandemia estancó durante dos años la aplicación de la Ley de Desplastificación en la entidad; sin embargo, Organismos No Gubernamentales luchan para recuperar el camino aprovechando la conciencia que dejó la pandemia sobre el impacto ambiental que generan las comunidades.
Recordó que la ley prohíbe el uso de contenedores de unicel, bolsas de plástico y popotes en establecimientos de la entidad, ya sea para venta o uso, como el caso de los supermercados. Desde entonces se ha creado -a partir de campañas- la cultura de llevar materiales reutilizables para cargar los productos que se compran en las tiendas.
“Creo que íbamos muy bien, estuvimos en varias mesas de trabajo en todo 2019 en su momento, con la Secretaría de Sustentabilidad para crear la norma y, afortunadamente, pudimos llegar a tener esta norma en febrero del 2020”, explicó.
En marzo de 2020, cuando llega la pandemia, se detienen todos los esfuerzos y el empuje de los últimos dos años. La salud se convirtió en la prioridad y las instituciones dieron por hecho que, para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2, envolver todo en plástico era la solución.
Mayra Gutiérrez, quien también es líder de la Alianza Desplastifícate, recordó que posteriormente, después de varios meses de estar en pandemia, se confirmó que efectivamente no tenía nada que ver que el virus estuviera en plástico, en cartón u otro tipo de material.
“Creo que la alianza siempre ha intentado dar la información y dar el acompañamiento, y nunca otra parte como agresión, porque ese no es nuestro papel; nuestro papel es cómo damos la información y cómo acompañamos para que podamos ver cuál es el impacto que estamos realizando con estos productos plásticos de productos de un solo uso”, mencionó.
En 2021 se interpuso un amparo contra el Ayuntamiento de La Paz con la administración anterior; ahora laboran con el Comité de Medio Ambiente, la Dirección de Gestión Integral de la Ciudad y la Dirección de Residuos, con la intención de tener un programa que pueda darle la facultad a cada apartado interno del municipio.
Hubo una reunión con el Ayuntamiento de Los Cabos a principios de este año, donde quedó en evidencia que desconocían esta parte de la Ley de Desplastificación. Acordaron que realizarán las modificaciones correspondientes a sus reglamentos.
En el caso de Loreto, señaló que ha sido de los municipios que ha trabajado muy a la par de las organizaciones. Tanto esta como la administración anterior han llevado a cabo inspecciones para recordar cuáles son los plásticos que no se deben utilizar.
En Mulegé, la sociedad civil de Guerrero Negro es la que más ha empujado por eliminar el uso de estos materiales; sin embargo, la líder de la alianza expone que no se ha visto el mismo entusiasmo en el resto del municipio.
“Comondú ha sido un municipio un poco complejo en poder dar seguimiento a esto; sí estuvieron sus representantes en la realización de la norma; conocen la ley, pero -vuelvo a mencionar- con la administración anterior. Con esta administración no hemos podido tener ningún tipo de acercamiento y no se ha hecho ningún tipo de modificaciones”.
Aclaró que no existe ninguna intención de que las autoridades municipales multen a “todo el mundo”, sino que otorguen la información y las personas puedan saber a dónde dirigirse para poder aplicar la ley.
Por su parte, el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, hizo un llamado a la sociedad sudcaliforniana para evitar el uso de bolsas de plástico y apoyar con este cambio de cultura en cada comunidad.
Asociaciones se unen en campaña
Diversos activistas prepararon estrategias para intensificar el flujo de información que llega a la sociedad de Baja California Sur. Durante todo el mes han trabajado en la campaña internacional “Julio sin Plástico”, la cual se lleva a cabo desde 2011.
Para esta edición, la Alianza Desplastifícate se unió a esculturas emblemáticas de la ciudad de La Paz, como la popular Vaquita de una tienda comercial, a la cual vistieron con una bolsa de tela para las compras, acompañada de las leyendas de la campaña.
La estrategia que se esparce en redes sociales viene acompañada del #TraigoMiBolsa, con el objetivo de fomentar el uso de artículos reutilizables para la transportación de productos y alimentos en tiendas de autoservicio de la entidad.
“Celebramos y reconocemos el esfuerzo tanto de propietarios como consumidores, ya que desde que la Ley Desplastíficate entró en vigor, ha disminuido la circulación de bolsas plásticas de tipo camiseta en muchos negocios; sin embargo, la pandemia por Covid-19 marcó un retroceso en el uso de los productos desechables que están restringidos”, reiteró Mayra Gutiérrez.
Los activistas explicaron que las bolsas de plástico están compuestas de sustancias derivadas del petróleo que pueden tardar cientos de años en degradarse; el mayor problema es que generalmente son utilizadas solo un momento y terminan siendo desechadas sin ningún control.