El dirigente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, afirmó que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, debe responder a las demandas y poner en marcha un plan de seguridad con el que se inyecte suficiente presupuesto “para fortalecer a las policías civiles de los tres órdenes de gobierno”.
A propósito de la Jornada de Oración por la Paz a la que convocó la jerarquía católica a partir de este domingo 10 de julio, Cortés Mendoza refirió que constituye un llamado a hacer conciencia, empezando por el gobierno federal, en aras de emprender acciones que concurran a frenar el despliegue de la delincuencia organizada por el territorio nacional.
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“¿Qué más necesita López Obrador para corregir su estrategia de seguridad? ¿Cuántos muertos más debe haber para que escuche el clamor de la sociedad? Ya es tiempo de detener el río de sangre que recorre el país”, indicó.
Opinó que la “militarización de la seguridad” a la que recurrió AMLO desde el inicio de su administración ha sido fallida, toda vez que a partir de entonces se suscitó “la peor ola de violencia de que se tenga registro”, habida cuenta de 126 mil asesinatos, 380 mil mexicanos desplazados, 30 mil personas desaparecidas y 10 feminicidios diarios.
“Estamos convencidos de que sin seguridad el país no puede avanzar ni habrá crecimiento económico. Con la eliminación de facto que realizó el Gobierno de las policías civiles y con la estrategia de ‘abrazos, no balazos’ impuesta a nuestras Fuerzas Armadas sólo se provocó más violencia, pobreza y desigualdad. Aunque sólo faltan dos años de gobierno creemos que todavía estamos a tiempo de hacer algo por la seguridad de las y los mexicanos”, manifestó vía comunicado.
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Se pronunció por priorizar “el salario, la profesionalización, capacitación, equipamiento y coordinación entre los cuerpos policíacos”.
Cortés Mendoza dijo respaldar la Jornada de Oración por la Paz emprendida por la Iglesia católica y describió que muchos sectores de la sociedad comparten esa iniciativa, en razón de enfrentar la pérdida de un ser querido a manos del crimen organizado o ver amenazadas sus actividades productivas.
“No hay mexicana o mexicano que no tenga un familiar que no haya sido víctima de la violencia, por eso le exigimos al gobierno que reconozca que su estrategia ha sido un rotundo fracaso, que se corrija de inmediato y se ponga a trabajar en serio contra los criminales y grupos delictivos que tienen asolada a la sociedad con la complacencia del gobierno”, remató.
Desde el 4 de julio la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús convocaron emprender la Jornada de Oración por la Paz a partir de este domingo en el que particularmente solicitaron que se honrara la memoria de los religiosos que han sido asesinados en el país y se ofreciera la intención de la eucaristía por ellos.
Según información de El Vaticano, también conminaron a la celebración de misas u oraciones comunitarias en lugares que en algún sentido representen a quienes han desaparecido o sufrido muerte violenta; pedir por los victimarios en las eucaristías del 31 de julio así como por “la conversión de sus corazones” y finalmente llevar a cabo, de acuerdo a lo que disponga cada diócesis, congregación y parroquia, horas santas, procesiones por la paz y mensajes al pueblo religioso.
