El que anda jugando a dos fuegos es el fiscalista radicado en Tijuana, Adolfo Solís Farías. No sólo se ha incrustado en el círculo de confianza del Comandante de la II Zona Militar, General Saúl Luna Jaimes, sino en el del ex reo de El Hongo, precisamente detenido en 2011 por el Ejército Mexicano, Jorge Hank Rhon. Dos recomendados del despacho privado del fiscalista, laboran muy de cerca en la II Zona Militar: Zita Vázquez y Rodrigo Velázquez, abogados, aunque no especializados en Derecho penal o con experiencia en la procuración de justicia. Dicen quienes saben que Solís ha mantenido una cercana relación con la milicia, al no solamente asesorarlos en cuestiones fiscales; también, siendo un “facilitador e intermediario” con una parte del sector empresarial. Pero quienes le siguen la huella, aseguran que su aspiración es un cargo de elección popular, de ahí que, entre otras cosas, se haya relacionado con Jorge Hank, ahora dueño del Partido Encuentro Solidario en Baja California, el cual dirige uno de sus tantos hijos. Solís Farías incluso ha sido el conducto para donaciones de Hank Rhon a una fundación de atención a periodistas, motivo por el cual algunos de sus miembros abandonaron la organización, ante la incongruencia de recibir de dinero para beneficio de periodistas, de quien ha sido desde hace 34 años, sospechoso de la autoría intelectual en el asesinato de Héctor “El Gato” Félix Miranda, codirector fundador de ZETA, Aunado a que Hank da trabajo, cuidados y apoyo al hombre que purgó una condena de 25 años por el crimen contra el periodista, Antonio Vera Palestina, ahora es sospechoso en el caso de la desaparición de un elemento de seguridad de Grupo Caliente, Óscar Gómez Islas, quien desapareció el 18 de abril y, la última persona con la que se reunió, fue precisamente Vera. Vaya, parece que, mientras esté bien con el Ejército, al licenciado Solís Farías no le importan los pecados de Hank. A ver en qué termina.
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