La Agenda 2030, señala como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas, planteando algunas metas, como el poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo; asimismo, eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado.
Así, desde el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el sistema regional y universal, respectivamente, en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, se establece que la violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres; por tanto, constituye una violación a los derechos humanos y una ofensa a la dignidad humana.
La violencia, entre otras, puede ser: psicológica, cuando dañe la estabilidad psicológica; física, cuando inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas o externas; patrimonial, cuando afecta la supervivencia, se manifiesta en la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes, valores, derechos patrimoniales o recursos económicos; económica, cuando afecta la supervivencia económica, se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas; o sexual, cuando degrada o daña el cuerpo o la sexualidad.
De acuerdo con las cifras de ONU Mujeres:
*A nivel global, se estima que 736 millones de mujeres ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja (el 30% de las mujeres de 15 años o más).
*Más de 640 millones de mujeres de 15 años o más han sido objeto de violencia de pareja (el 26% de las mujeres de 15 años o más).
*De las que han mantenido una relación, casi una de cada cuatro adolescentes de 15 a 19 años (24%) ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja o marido.
Especialmente la violencia psicológica se constituye como “cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas; las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio”, de acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Así, la violencia psicológica constituye una de las modalidades más constantes, efectivas y generalizadas del ejercicio del poder.
Al respecto, es importante resaltar que se puede ejercer violencia psicológica a través del abuso narcisista o del chantaje emocional. Este trastorno de personalidad se caracteriza por la necesidad de admiración, una falta de preocupación por los demás, por sacar provecho de los demás para alcanzar sus metas; puede incluir amenazas, advertencias, intimidación o castigos. Las víctimas de abuso narcisista, en ocasiones pueden asumirse culpables de haber sido violentadas, como sucede con otras víctimas; por eso es importante generar conciencia de este tipo de abuso que lamentablemente es muy común, para orientar hacia las opciones de apoyo que permitan que se puedan recuperar.
En los casos de violencia contra las mujeres, de acuerdo con la jurisprudencia internacional, además de las obligaciones genéricas, existe una obligación reforzada para erradicar la violencia contra todas las mujeres, de adoptar medidas de protección hacia grupos de mujeres en particular riesgo a violaciones de sus derechos humanos con base en más de un factor combinado con su sexo.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com