48 horas después de la desaparición de
Valeria Carrillo Jasso, autoridades
activaron el Protocolo Alba para la
búsqueda de la turista jalisciense en
Los Cabos. “Yo sí creo que todavía sigue
viva, pero pues dónde o a dónde se la
llevaron”, cuestiona madre de la joven
El 10 de mayo fue muy distinto para la señora Martha Jasso, madre de Valeria Daylin Carrillo Jasso, desaparecida en la Zona Centro de San José del Cabo, municipio de Los Cabos, Baja California Sur.
En lugar de celebrar, se manifestó exactamente en el último punto donde la joven fue vista con vida, el sitio donde fue levantada.
“Quiero y extraño a mi hija, y hoy 10 de mayo tengo que estar aquí, pidiendo apoyo para volver a ver a mi hija. El día 26 de enero ella vino para acá, y aquí les muestro donde estoy parada, de aquí se la llevaron, nadie hizo nada”, dijo la desesperada madre.
La joven originaria de Guadalajara, Jalisco desapareció aproximadamente a las 10:300 horas del miércoles 26 de enero en el centro de San José del Cabo. Abordó un Uber afuera del hotel Holiday Inn Express de Cabo San Lucas, donde se hospedaba, para dirigirse al Aeropuerto de San José. Nunca llegó.
“Falta sensibilidad de parte de la autoridad”, refiere la familia, al no existir resultados tangibles en el caso de la jalisciense, como su localización o una pista cercana, y desde la propia Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) la están revictimizando, ya que ahora sostienen la versión de que su desaparición se debe a un asunto de drogas.
“Es un caso que sigue en investigación, se judicializó el mismo, hay un mandamiento judicial en contra de un presunto responsable, que ya lo estamos buscando para llevarlo ante la autoridad judicial respectiva, y la investigación continúa con el resto de los copartícipes, ya está judicializado y hay una resolución al respecto. Es un tema que involucra a un móvil de drogas, lo habíamos comentado la investigación, en lo que se está generando en esta materia”, mencionó Daniel de la Rosa Anaya, titular de la PGJE.
Lamentablemente, en Baja California Sur las investigaciones no se siguen por falta de recursos, esa es la información que le dieron a los padres de la joven, quienes tuvieron que viajar desde su ciudad natal para exigir resultados, pues la investigación no avanza.
Ya son tres meses y medio y no hay siquiera una pista de la joven, pese a desaparecer de una zona turística, a plena luz del día y rodeada de comercios, no hubo cámara de vigilancia que pudiera confirmar hacia dónde se la llevaron y mucho menos quién.
“En la fiscalía les cuesta un poco de trabajo los recursos, que no hay mucho recurso y que por eso se ha atrasado bastante la investigación, pero dentro de todo se ha trabajado, no han tendido avances, no hasta que no aparezca mi hija. Aquí ya son tres meses y no hay indicios de ella todavía”, lanzó Martha Jasso.
Es la realidad de miles de familias en BCS, las investigaciones no siguen su curso por falta de recursos, o en muchos de los casos, de acuerdo con la señora Jasso, por insensibilidad.
Por eso hay muchas manifestaciones de madres desesperadas que tienen a un hijo desaparecido, porque no hay voluntad del Gobierno del Estado en agilizar las búsquedas; ellas tienen que exigir justicia y que se mantengan activas las carpetas de investigación, de otro modo, se van al archivo.
“Ya pedí hablar con el procurador, me atendió, me explicaron todo lo que hay, pero veo mucha deficiencia en esa cuestión, de que no tienen los recursos, ayer nos dijeron que ya va haber apoyo para que ellos trabajen”, adelantó Jasso, quien ha recurrido a la solidaridad de las personas, que cualquier informe, no importa que sea anónimo, lo hagan llegar a la familia si no quieren ir con las autoridades. Cualquier dato es vital para estar con su hija:
“Por este medio, quiero hacer consciente a la gente, la verdad estoy muy desesperada, ya quiero encontrar a mi hija, que la gente me apoye, me ayude, porque no somos de aquí de Baja California Sur, es muy complicado el hecho de estar lejos y no saber si le dan seguimiento a la investigación Exhorto que nos ayuden con anónimos, con lo que sea, es angustiante estar fuera y no saber nada de mi hija, ya tres meses sin ella”.
SEGURIDAD TARDÍA
Las autoridades de seguridad y justicia de Baja California Sur activaron el Protocolo Alba el viernes 27 de enero a las 11:12 horas, es decir, más de 48 horas después de la privación ilegal de la libertad de Valeria. El supuesto mecanismo que se estableció para activar el “operativo de coordinación inmediata para la búsqueda y localización de mujeres y niñas desaparecidas y/o ausentes en el territorio mexicano”.
Ocho horas después del incidente, estando en otra entidad federativa, la madre de la joven fue enterada de la desaparición.
Las primeras 48 horas son las más importantes para encontrar con vida a los desaparecidos, así lo mencionan los colectivos de búsqueda.
“Yo me enteré hasta las siete de la noche en Guadalajara, y al día siguiente tuve que venir, pasaron ocho horas sin saber nada de ella, no sabemos qué pasó en ese transcurso, se perdió mucho tiempo y no pasó nada, nadie dijo nada, nadie hizo nada en pleno centro de San José”, denunció Martha Jasso.
Valeria Carrillo Jasso llegó a San José del Cabo el martes 25 de enero, al día siguiente, alrededor de las 13:00 horas, debía tomar un vuelo de regreso a Guadalajara. Su estadía sería corta en Baja California Sur, sin embargo, sus captores tuvieron suficiente tiempo para planear la forma de secuestrarla.
En las imágenes en video, según los padres, se aprecia la unidad vehicular y muy poco la imagen de la joven, supuestamente las autoridades le mostraron parte del trayecto de su hija, pero no hay claridad, incluso muchas de las cámaras de vigilancia policial no funcionan.
“El carro llega hasta cierto punto, y de ella no se ve nada, ni las cámaras, no les funcionan tampoco”, denunció la mamá de Valeria.
Pasaron muchas horas, por lo que en el tiempo que tardó en actuar la autoridad, Valeria pudo llegar hasta el Norte de BCS sin ser detectada.
Recordemos que por instrucción del gobernador Víctor Castro Cosío, se retiraron los filtros de vigilancia, al considerarlos “poco funcionales”, pero pudieron haber detectado si la joven fue trasladada contra su voluntad.
“Hay un Tránsito que ve cuando se la están llevando y no hizo nada, por qué no llamó, por qué no dijo como autoridad y no lo hizo, no sabemos por qué, es lo que estamos investigando al de Tránsito que estuvo ahí presente, no sabemos qué ha pasado con esta persona, ya la entrevistaron, pero no nos ha dicho nada concreto de lo que pasó ahí”, confesó la madre de Valeria.
El día de su desaparición, su hija había tenido comunicación muy temprano con ella, hablaron de cómo estaba y lo que hacía, más tarde le envió más mensajes, pero no obtuvo respuesta.
Recordó que en ese momento no estaba enterada de lo ocurrido, horas después, una de sus amigas le confirmó que no había comunicación con la chica de 20 años y temían por su integridad.
“La última vez que me comuniqué con ella fue por WhatsApp, no hablamos, nada más ‘cómo estás’ y ella bien, eso fue todo, después le mandé mensajes, ya más tarde, pero nunca me imaginé hasta que me hablaron; fue cuando me enteré que la habían desaparecido, no sé cómo se le diga, levantado”, expuso la señora.
A ms de tres meses de la desaparición de Valeria, Martha tiene la esperanza de reencontrarse con ella, de ahí su exigencia a las autoridades para que continúen con las investigaciones, están muy pendientes de que la carpeta no se archive y quede como otras 71 sin resolver.
“Yo sí creo que todavía sigue viva, pero pues dónde o a dónde se la llevaron, es a donde llegamos a lo mismo: fueron seis, siete horas y aquí es un puerto, pudo haber salido y a lo mejor estamos buscando erróneamente, pero como la autoridad no nos dice, no sabemos eso tampoco, como es puerto, la pudieron haber sacado en esas horas”, reveló la señora Jasso.
Según los padres de Valeria, la autoridad dio seguimiento a través de las pocas cámaras de seguridad en funcionamiento, pero aun así, no se tienen pistas del paradero de la joven.
“Cámaras en diferentes puntos de San José, inclusive en algunos puntos carreteros todavía le dieron seguimiento”, afirmó Gustavo Carrillo, padre de Valeria.
Para la PGJE, hay avances importantes en la investigación, pero muy pocas pistas de la joven, de hecho son nulas, ya que ni las cámaras de vigilancia, según lo que han visto los padres, han avistado a su hija.
Desde que observan el auto y le dan seguimiento, casualmente las cámaras donde detiene su marcha el auto, no funcionan, saben del sitio exacto de su desaparición porque así lo señalan las autoridades.
“Ya no supieron nada, se los tragó tierra, es muy complicado, pero confío en que las autoridades, ahora que vinimos, realmente haya más avance, porque sí queremos de su caso resultados, lo importante”, reconoció el papá de Valeria.
INVESTIGACIÓN EMPANTANADA
Hay un común denominador entre las denuncias por personas desaparecidas o no localizadas, las carpetas siguen intactas o no hay avances. La de Valeria, como muchas, está activas y a la vez sin resultados.
Las familias denuncian que los encargados de investigar no están cumpliendo su labor, son ellos quienes están realizando búsquedas, colocando lonas y gastando recursos propios para encontrar a sus hijos, hermanos y padres.
“Allá en San José dónde ocurrió todo, amén de estar ahí con el Ministerio Público que lleva la carpeta, ya también me pongo a hacer mi trabajo de campo, ese que a lo mejor ellos no se dan el tiempo o simplemente no las hacen, pero pues yo hago mi agenda y me echo para adelante, ese seguimiento yo lo vengo dando desde la primera semana”, explicó Gustavo Carrillo.
Mientras servidores públicos del Gobierno del Estado presumen avances en la judicialización de los casos, los familiares de las víctimas refieren que no están resueltos y la autoridad no tiene por qué presumir el trabajo al cual están obligados y por el cual se les paga.
Si existe algo qué presumir, es resolver carpetas de investigación, esa sí es una tarea extraordinaria, que brinda certidumbre a los ciudadanos.
“Realmente habrá avances, pero a fin de cuentas es un caso no resuelto, en el que no hay localización o todavía esclarecimiento, los avances que haya, esos son los que uno tiene que estar correteando para que hagan algo, para que sucedan cosas, para ver acciones, diligencias. Decir que hay avances y que nomás estén como adorno, no ayuda mucho”, externó el padre de la joven desaparecida.
Por más procesos, que son obligatorios en toda investigación, no se puede aplaudir que se cumpla en lo mínimo su función, lo que más anhelan las familias que adolecen de la pérdida de un familiar, es la localización y el castigo a los responsables, en ese orden.
No se puede presumir la captura o persecución de presuntos responsables, cuando el cuerpo del delito, en este caso la víctima de desaparición forzada, no ha sido localizada.
“Hay líneas de investigación que se han seguido y han dado frutos, pero faltan resultados”, remató Gustavo Carrillo.
TURISMO EN RIESGO
Los Cabos, destino turístico de clase mundial, hoy se encuentra en la mira de todos, y para la familia Carrillo Jasso, es riesgoso para viajar y ser privado de la libertad, levantado, peligroso para las mujeres.
Han sido muy lamentables las declaraciones de la máxima autoridad de justicia en BCS, donde refieren que “afortunadamente del total que se han presentado, que eran alrededor de 26 denuncias de no localizaciones, ya han sido localizadas 24, trayendo el caso de Valeria y uno más de Todos Santos”, expresaría el procurador Daniel de la Rosa.
Sin embargo, la realidad dista mucho de las declaraciones, a la fecha hay por lo menos 70 casos de mujeres desaparecidas o no localizadas, y es muy probable que la mayoría hayan sido víctimas de desaparición forzada.
“Esto es turístico, la gente va a pensar ‘vengo de vacaciones y me van a secuestrar’, siendo turístico y a la vista de todo el mundo, porque fue en el mero centro de San José a las 10:30 de la mañana y nadie hizo nada, nadie dijo nada, no entiendo por qué la gente no hizo nada, no dijo nada, por qué en ese momento no llamaron, cuando la vieron que se la estaban llevando, por qué no hablaron”, planteó la madre de Valeria.
Para el alcalde Óscar Leggs Castro, es necesario exigir justicia para que las autoridades correspondientes cumplan con su labor de procurar justicia y entregar resultados a los ciudadanos, y así brindar certidumbre a los visitantes.
Expresó que desde el Ayuntamiento de Los Cabos, se busca mayor seguridad para los ciudadanos, tanto en la zona turística, como la rural.
“Por supuesto que no hay impunidad, son las instancias correspondientes quienes darán la respuesta correcta, y nosotros exigir que hagan su trabajo y de la mejor manera, lo más pronto posible, para dar certidumbre a los ciudadanos: de que nadie por encima de la Ley, y que quien cometa un delito, afronte las consecuencias”, advertiría el funcionario.
La familia de Valeria Carrillo Jasso se ha quedado con un muy mal sabor de boca, esperan que las autoridades actúen y sobre todo cumplan la promesa de ser transparentes y efectivos en la aplicación de la Ley. No basta prometer transparencia, pues ese debe ser un principio obligatorio en los gobiernos.
“Mi hija iba rumbo al aeropuerto para regresar a Guadalajara y nunca llegó al aeropuerto”, lamentó el padre de la joven.
Cabo San Lucas, particularmente San José del Cabo, están bajo un sistema de vigilancia municipal, el ayuntamiento está implementando la Policía Rural y ha desplegado operativos en zona turística.
Ahora se efectúan recorridos continuos en la zona rural y colonias, anteriormente se priorizaba al turismo, dejando de lado a los pobladores. Con la ayuda de fuerzas federales, la zona turística está a salvo y los poblados, protegidos por policías municipales.
“Los Cabos es un destino turístico seguro, somos de los primeros lugares en seguridad en el país, y ahora se ha extendido también hacia la zona rural, porque antes éramos, pero de la zona turística y descuidando las colonias, descuidando la zona rural, hoy por hoy tenemos la Policía Rural, que da recorridos por toda la geografía municipal todos los días, para garantizar la seguridad”, remató Leggs Castro.