Kenneth Branagh se ha caracterizado por ser un estupendo actor que además prefiere dirigir sus películas. Esto se vio desde “Enrique V” y, aunque ahora Shakespeare no tiene nada que ver con este clásico de misterio, el británico vuelve a entretener con esta cinta detectivesca que tiene justo lo que se necesita: un gran elenco y el realizador a la cabeza con el personaje de Hercule Poirot.
Poirot está de vacaciones en Egipto, y justo ahí se encuentra a Bouc (Tom Bateman), un viejo conocido que viaja con su madre, Euphemia (Annette Bening).
Por otro lado está la pareja de enamorados Linnet Ridgeway (Gal Gadot) y Simon Doyle (Armie Hammer). Curiosamente Simon estuvo comprometido con Jacqueline de Bellefort (Emma Mackey), quien comienza a acosarlos. Ahora todo el grupo va a bordo del S.S. Karnak, compartiendo la travesía a todo lujo… y luego sucede un crimen y comienza la divertida pesquisa con un astuto Poirot a la cabeza, perfectamente encarnado por el maestro Branagh. Bening es también brillante aquí con un manejo estupendo del diálogo.
A esto le sumamos una exquisita dirección artística y el resultado es un filme muy entretenido, bien pensando, mejor recreado, sí con los clichés del género que no se evitan del todo, a ratos obvio, pero en resumidas cuentas, lejos de decepcionar, es una experiencia cinematográfica encantadora. *** y media.
Punto final.- Más vale que Netflix encuentre pronto la salida.